El lado oscuro de Canadá

Ojos de ángel, corazón demoníaco: los crímenes de la familia Richardson

Un hombre de 23 años metió a una nena en la cultura gótica y también en el delito, cuando tras seducirla la arengó para que juntos ultimaran a la familia de ella. La historia de una relación equivocada que terminó de la peor manera.

MDZ Policiales
MDZ Policiales martes, 19 de octubre de 2021 · 07:07 hs
Ojos de ángel, corazón demoníaco: los crímenes de la familia Richardson
Nadie anticipó que la historia de la familia de Jasmine podría terminar así

Jeremy Steinke tenía 23 años y había seducido a una chica de 12, Jasmine. Los padres de la nena, los Richardson, no conocían al joven ni querían conocerlo. En realidad estaban descolocados, porque hasta hacía poco la muchacha era una hija apacible y una estudiante ejemplar. Sólo en los últimos meses se le había dado por la cultura gótica, el maquillaje negro y las ropas oscuras.

Corría la década de los 2000 y las redes sociales eran la gran novedad. Especialmente las que eran capaces de convocar diversas subculturas. Pero parece que no fue en uno de esos espacios destinados a la cultura goth sino en un shopping que se encontraron Jasmine y Jeremy. Empezaron a verse cada vez más seguido.

Steinke estaba obsesionado con los asuntos tenebrosos.

El nick de él en las redes era "Souleater", "devorador de almas". El de ella, "Runaway Devil", algo así como "demonio suelto", aunque la palabra runaway se utiliza para referirse a fugitivos o a chicos que huyen de su hogar. Cuando los papás de ella notaron que la relación no se había interrumpido, se pusieron muy estrictos y le prohibieron a la menor ver a Jeremy.

"Te extraño más que a matar gente" 

Igual se las arreglaron para seguir en contacto por email: "te extraño más que a matar gente ¿Podremos reunirnos para asesinar personas?", le escribía él. Los padres descubrieron el intercambio y le sacaron a la chica la computadora. No sabían qué más hacer. Como por arte de magia, Jasmine Richardson volvió a ser la de antes. Y le devolvieron su computadora.

El 23 de abril de 2006, un vecinito se asomó a la casa de los Richardson y alcanzó a ver un cuerpo en el suelo. Avisó a sus allegados, que a su vez llamaron a la Policía. Dentro del domicilio estaban los padres de la adolescente: Debra y Marc. Yacían inertes, con decenas de puñaladas. Evidentemente habían intentado defenderse, porque había manchones rojos por varias paredes. Arriba estaba el hermanito de la menor, Jacob, de sólo 8 años. Lo habían degollado. 

Pero, claro, faltaba Jasmine

Jasmine había sido una alumna aplicada. Pero de repente todo cambió. 

Atrapados

En un mensaje que la chica le había mandado a Jeremy, los detectives leyeron: "tengo este plan: comienza conmigo matándolos a ellos y termina conmigo yéndome a vivir contigo". 

Poco después, las patrullas capturaron a ambos en un vehículo que transitaba por la provincia de Saskatchewan. La muchacha aseguró que al ingresar a su vivienda había visto que su familia había sido ultimada, y que el agresor había sido Jeremy. El chico, por su parte, admitió que había apuñalado a los padres. "Pero al hermanito lo mató ella", añadió. 

"Tengo un plan", escribió Jasmine.

Más tarde trascendió que Jasmine y el hombre habían estado planeando el crimen durante bastante tiempo y, en efecto, les habían contado a sus amigos que tenían la intención de cometer el homicidio múltiple. Las crónicas de la época indican que la noche en que concretaron su ataque, vieron la película Natural born Killers ("Asesinos por naturaleza", dirigida por Oliver Stone). 

Archivado en