Receta de pastel de nata portugués: auténtico, cremoso y crujiente.
Descubre la receta de pastel de nata portugués, crujiente por fuera y cremoso por dentro, ideal para acompañar café o sorprender a tu familia.

Deliciosa receta de pastel de nata para que llenes tu mesa de alegría y sabor.
ShutterstockLa receta de pastel de nata portugués que comparto es ideal para preparar en casa este clásico de la pastelería portuguesa. Con una masa crujiente y un relleno cremoso de nata y yemas, podrás disfrutar de un postre auténtico que combina suavidad, dulzor y un toque aromático, perfecto para cualquier momento del día.
El pastel de nata portugués es uno de los postres más emblemáticos de Portugal y reconocido mundialmente por su sabor único y su textura inconfundible. Consiste en una base de masa hojaldrada muy crujiente y un relleno cremoso a base de nata, yemas de huevo y azúcar, que se hornea hasta obtener una superficie dorada y ligeramente caramelizada. Su origen se remonta a los monasterios portugueses del siglo XIX, donde las yemas de huevo sobrantes se utilizaban para crear estos pequeños y deliciosos pasteles.
Te Podría Interesar
Preparar pastel de nata en casa puede parecer un desafío, pero siguiendo una receta adecuada y prestando atención a la técnica, es posible lograr un resultado sorprendente. La clave está en obtener una masa hojaldrada bien crujiente y un relleno suave y cremoso que no se quiebre al hornearlo. Puedes disfrutarlo recién salido del horno, espolvoreado con un poco de canela y azúcar glass, o acompañarlo de café o té. Esta receta permite acercarte a la auténtica experiencia portuguesa sin necesidad de salir de casa y sorprender a familiares y amigos con un postre elegante y tradicional.
Ingredientes
Masa hojaldrada, nata líquida, yemas de huevo, azúcar, leche, harina de trigo, esencia de vainilla, canela en polvo (opcional), azúcar glass para decorar (opcional).
Sigue el paso a paso y prepara pastel de nata portugués
- Precalienta el horno a 250 °C y engrasa ligeramente un molde para muffins o tartaletas.
- Estira la masa hojaldrada sobre una superficie ligeramente enharinada y corta círculos para forrar los moldes individuales, asegurando que quede un poco de exceso para que la masa se mantenga dentro del molde.
- En una cacerola, calienta la nata, la leche y la esencia de vainilla a fuego medio, removiendo constantemente hasta que comience a humear, sin dejar que hierva.
- En un bol separado, mezcla las yemas de huevo con el azúcar y la harina tamizada hasta obtener una mezcla homogénea.
- Vierte lentamente la mezcla de nata caliente sobre las yemas, removiendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen de golpe.
- Regresa la mezcla a la cacerola y cocina a fuego bajo durante unos minutos, removiendo continuamente hasta que la crema espese ligeramente. Retira del fuego y deja enfriar un poco.
- Vierte la crema en los moldes preparados con la masa hojaldrada, llenando hasta aproximadamente tres cuartos de su capacidad para permitir que la crema se expanda al hornear.
- Hornea durante 12-15 minutos a 250 °C hasta que la superficie se dore y aparezcan pequeñas burbujas caramelizadas. Si tu horno lo permite, activa el grill los últimos 2-3 minutos para lograr un dorado más intenso.
- Retira los pasteles del horno y deja enfriar unos minutos antes de desmoldarlos con cuidado.
- Espolvorea con canela y azúcar glass si deseas, y sirve templados para disfrutar de la textura crujiente de la masa y la cremosidad del relleno.
De la cocina a tu mesa
El pastel de nata portugués es un postre que combina tradición, sabor y elegancia en cada bocado. Su masa hojaldrada crujiente, junto con el relleno cremoso de nata y yemas, ofrece una experiencia sensorial única que encanta tanto a grandes como a pequeños. Prepararlo en casa permite controlar la frescura de los ingredientes y lograr una textura perfecta, algo difícil de conseguir en versiones compradas. Además, su versatilidad permite servirlo como merienda, postre después de una comida o acompañando un café, brindando un momento especial y memorable. Guardado correctamente, se puede saborear en las horas posteriores, aunque recién horneado siempre será más crujiente y sabroso. Este pastel de nata portugués demuestra que con técnica y dedicación es posible recrear un clásico de la pastelería portuguesa en tu propia cocina, ofreciendo un dulce irresistible que combina tradición, sabor auténtico y satisfacción en cada bocado. ¡Y a disfrutar!