Bafici 2024: los secretos del documental de Sumo con el “último show” de Luca Prodan

“Justo esa noche Rodrigo no había podido ir, entonces me dio la cámara VHS. En ese momento, le pregunto ‘¿y qué hago con esto?´. Y él me dijo: ´Vos seguilo a Luca’”, recuerda José Luis García, director del último documental de Sumo.
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´Fuck You!, El último show´ viene a completar una pieza clave del rock nacional: la grabación del mítico concierto del 10 de octubre de 1987 en el Estadio Obras Sanitarias, con imágenes inéditas que abarcan desde la prueba de sonido hasta el backstage de ese día. La película marcará el cierre de la 25° edición del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici).
Si bien no fue el cierre de la banda junto a su líder (el concierto final en rigor fue en diciembre de ese año en el Club Atlético Los Andes, dos días antes del fallecimiento del cantante), su creador asegura que representó el último gran show en términos simbólicos.
El secreto de la filmación se empezó a construir en 1986: Rodrigo Espina trabajaba en su tercer cortometraje y avanzó con un plan crucial: sumar a Prodan al elenco. “Él fue primero a verlo y le preguntó si quería participar. Él era un divino y le dijo que si, que estaba encantado. Ahí es donde se conocieron y se hicieron muy amigos, en sus últimos dos años de vida”, cuenta José Luis, amigo de Espina y con quien trabajó en la fotografía de ese corto.
La idea de capturar en vivo a Sumo a través de la lente fue una tentación imposible de esquivar para el artista de origen italiano. Así fue como, a mediados de 1987, se acercó con la propuesta a Espina con el objetivo de promocionar el último disco, After Chabón. Una frase que le dijo le llamó la atención al cineasta: “Vengan a grabar los conciertos porque no llegó a fin de año”.
Para la fecha en Obras Sanitarias, Espina no pudo asistir para hacer el registro de cámara. José Luis lo reemplazó y, desde antes de llegar al estadio, empezó a ser testigo de algo memorable.
“Recuerdo que lo fuimos a buscar a Luca con dos asistentes a su casa en la calle Alsina. Luego, nos dirigimos a Plaza de Mayo y tomamos el 29. Íbamos todos sentaditos en el asiento del fondo. Cuando llegamos a Obras Sanitarias, hizo la prueba de sonido y ahí, con la misma remera transpirada que tenía puesta, salió al escenario”, reveló el director de cine.
Y agrega: “Esto no se si lo conté, pero recuerdo que cuando se apagaron las luces e íbamos subiendo por una escalerita, me tuve que agarrar de alguien. Iba caminando así (simula con su cabeza una postura como si estuviera agachado) y luego me quede atrás, donde estaba la batería. Cuando arrancaron, vi toda la marea humana abajo del escenario. Era una sensación de maremoto que se te venía encima. Es el recuerdo más grande que tengo”.
Para este trabajo, José Luis contó con la colaboración de Aníbal Esmoris y Marcelo Schapces como productores. Ambos ya habían contribuido con Espina en otro reconocido documental del autor: “Luca ” de 2007, un retrato intimista de los años anteriores del cantante a su llegada a la Argentina.
“Para mi es como la historia del príncipe y el mendigo. Él hablaba muchos idiomas, era muy culto y había estado en los mejores colegios. Y un día decide saltar del muro e intercambiar su lugar de príncipe con el de un mendigo. Ese fue el Luca que se conoció acá: el que se acercó al ´popolo´ (gente en italiano)”, sostiene Esmoris quien describe al nuevo proyecto como “un patrimonio cultural”.
“Que en aquella época haya una cámara arriba del escenario era algo bastante inusual. Es una rareza incluso para el propio camarógrafo: bajar a grabar al escenario y ser parte de todo. Hoy es común verlo, pero tener el registro de una banda de rock en medio de la cúspide es una experiencia muy hipnótica para el que lo mira hoy”, puntualiza Schapces como el mayor valor del film.
Cómo fue el Luca que conoció José Luis y un proyecto trunco por décadas
En los años 80, la cultura aún poseía un rastro de misterio y valentía creativa. Cuatro décadas antes del TikTok y el streaming, el músico y el público firmaban un pacto tácito para honrar una vieja tradición: construir, a través de sus testimonios, un mito perdurable en el tiempo.
En ese sentido, a Luca se lo puede ver de distintas maneras según el punto de vista de cada seguidor. Para algunos, era un toro salvaje que hacía rock y llenaba de energía los escenarios. No obstante, José Luis agrega un elemento aparentemente contradictorio pero que dota al artista de una mayor profundidad.
“Era un tipo muy dulce, buena gente, muy sensible y cero careta. Ese era el perfil que tenían todos en la banda, se respiraba ese clima entre ellos. Eran muy amigos y tenían el corazón para hacer los shows que hacían. Es lo que tenían de fuerte, además de ser grandes músicos”, describe.
Schapces lo califica de “otro milagro argentino”, que mezcla la sangre de una mujer nacida en China y que era hija de escoceses con un padre italiano culto de origen austriaco -también severo y especialista en arte oriental-. Sumado a una infancia en Roma, su paso por uno de los mejores colegios de Europa (el Gordonstown College), la estadía por la Londres del punk rabioso de los 70 y su llegada a la Argentina, cada etapa de su vida representa un conjunto de hechos que no pueden explicarse y, aun así, no son indiferentes a nadie.
El productor lo resume mejor: “Una foto de un amigo argentino, porque siempre hay uno en todos los lados, en las sierras cordobesas lo llevó a exiliarse para salvar su vida. Y termina armando un grupo sin ser un músico profesional para cambiarlo todo en Argentina. Solo acá puede suceder algo así”.
Su fallecimiento dejó golpeado a Rodrigo Espina por la pérdida de su amigo y la filmación en Obras quedó sin ver la luz durante años. Sin embargo, el lanzamiento de “Luca” en 2007 (que incluyó partes del material) lo alentó a reencontrarse con ese material del pasado. En febrero de 2022, el cineasta estaba listo para compartirlo con el público.
“Hubo una muestra muy importante en el Museo Histórico Nacional sobre el rock de los 80´. José Luis quería presentar este material en bruto. Ahí, Rodrigo lo va a ver a Marcelo (Schapces) para pedirles los cassettes de la grabación para luego pasárselos a José Luis. Pero en el medio, sufre un ACV y fallece”, lamentó Esmoris.
Se detiene, respira profundamente y continúa.
“Fue una situación muy dramática para todos nosotros, era un gran amigo nuestro. A partir de ahí, José Luis nos convoca a Marcelo y a mí para retomar el proyecto y de inmediato dijimos que sí. Empezamos a recuperar los cassettes y no paramos de trabajar por dos años”, expresó.
Por esos motivos, para el productor era imprescindible impedir que la filmación “muriera” en un cajón y que por fin vea la luz: “Estamos hablando de un material que se grabó hace 40 años. Era un pecado muy grande que la gente no lo pudiera conocer”.
El impacto de la película y la opinión de los ex Sumo
Sobre las expectativas que tienen en el Bafici, creen que el documental no solo será una enorme alegría para los nostálgicos del conjunto, sino también a quienes busquen explorar el caos, la locura y la fuerza de la banda por primera vez.
“Es un producto que también pertenece al público. Sumo era todo, lo que pasaba arriba y abajo del escenario. Cuando vean la película será como revivir un recital suyo. Nos interesa también que se acerque a la juventud y pueda gozar de esa libertad y esa fuerza cultural que ellos lanzaban por la borda. En definitiva, que llegue a nuestros hijos y esa historia no se pierda”, reflexiona Esmoris.
Los realizadores también develaron que varios de sus exintegrantes ya vieron la película en su primer armado y que Andrea Prodan, hermano de Luca, fue uno de los primeros en verla.
“Causó mucha emoción entre todos. Lo vio (Roberto) Pettinato, lo va a ver pronto (Alberto) ´Superman´ Troglio. También la gente de Las Pelotas, German Daffunchio y Timmy Mc Kern, que fueron parte de Sumo. (Diego) Arnedo y (Ricardo) Mollo saben del material y lo han visto”, compartió Schapces, quien expresa su ilusión para que todos puedan estar presentes durante la presentación, el 26 y 27 de abril en el cine Gaumont.
El próximo 17 de mayo, Luca Prodan hubiera cumplido 71 años. Sobre cómo se lo imaginaría, José Luis sonríe sobre esa posibilidad, pero reconoció que no lo visualiza caminando hoy por las calles de San Telmo.
“Para él, la Argentina fue un bonus track. Por la situación en la que estaba y el grado de adicción que aparentemente tenía. Y lo usó de una manera extraordinaria, dejando un legado y siendo maestro de mucha gente. Así como en ese momento no me imaginaba que se iba a morir, ahora tampoco imaginó que podría haber sobrevivido mucho más”, sostuvo.
Finalmente, el director coincide en que hay dos mensajes centrales de la película y se mostró confiado en que ambos puntos vayan a resonar entre el público. “Lo expresa el propio Luca en el documental. Un mensaje es que la gente trate de entenderse. Sean under, tangueros o lo que sea, que traten de hablar y respetarse mutuamente. El otro mensaje es ´fuck you´. Porque hay cosas a las cuales hay que reaccionar de esa manera”, sentenció.