La angustia de Valeria Mazza por la ida de sus hijos al exterior: “Ver el cuarto vacío es…”

El síndrome del nido vacío suele activarse en una enorme mayoría de las madres, y los padres, a partir del crecimiento de los retoños, que en un momento de su adultez, o antes, abren sus alas y toman vuelo propio. Valeria Mazza padece las primeras secuelas de esta cuestión.

La ex top model internacional reconoció a viva voz que sufre en su alma, que la angustia brota de sus poros por la partida de sus hijos, quienes decidieron abandonar el país y armar su vida en el extranjero, lejos de la familia, a miles de kilómetros del hogar materno.

Esta confesión íntima se produjo en la visita de Valeria al piso de La peña de morfi, el ciclo que ahora conduce Diego Leuco tras los cambios reiterados de líder pos la muerte de Gerardo Rozín. Ahí, rodeada de cables, de instrumentos musicales y comida, la blonda abrió su corazón.

El periodista activó un tópico lógico por la característica de la vida de Mazza y con curiosidad le consultó: “¿Bancarías que uno de tus cuatro hijos te dijera que va a hacer la que hiciste vos y se vaya a probar suerte a Europa?”. En clara referencia a sus años en las pasarelas del mundo.

Así, la famosa admitió con total honestidad lo que acontece en sus fibras más íntimas: “Yo ya tengo al mayor viviendo afuera, Balthazar se fue a Madrid este año. Y además, con el tema del deporte que es algo que todos ellos hicieron desde muy chicos, todos empezaron a competir internacionalmente así que han viajado bastante”.

Enfrascada en esas revelaciones, Valeria agregó su modo de afrontar esa lejanía y las diferencias con la actualidad. “Al principio se iban por dos semanas y nosotros viajábamos. Pero, hoy, por ahí pasa un mes y medio o dos meses y ya me empiezo a desesperar”. 

Y finalmente, Mazza no vaciló en reconocer con todas las letras las emociones que le explotan en su corazón con estas partidas: “Es duro. Yo soy de las que voy al cuarto, les doy un besito de buenos días, besito de buenas noches...Y ver el cuarto vacío es durísimo”.