Qué se tatuó María Fernanda Callejón en la cola para superar el divorcio

María Fernanda Callejón deambula por una etapa peculiar, totalmente novedosa en el ámbito personal y anímico, que se abrió tras el divorcio de Ricky Diotto. Al insertarse en esta soltería, la actriz decidió llevar a cabo una maniobra poderosa para marcar un antes y un después y se tatuó un diseño significativo.

Todo se desencadenó con velocidad en este caso, porque la primera instancia refería a una versión de una crisis matrimonial con Ricky Diotto, hasta se especuló con unas posibles infidelidades y de repente los dos componentes de la pareja anunciaron la separación.

Tras contarle al mundo que asumieron direcciones disímiles, Fernanda se mostró con cierta templanza para afrontar este estadío, incluso filmó el apoyo que le brindó a su ex en la mudanza a un nuevo departamento. Una señal de una armonía intrafamiliar, en pos de ponderar la crianza de Giovanna.

Envuelta en esta etapa nueva, Callejón armó una salida de madre e hija para el sábado y eligió recorrer un punto de la ciudad de Buenos Aires muy particular, las galerías Bond Street. Así se filmó con la pequeña recorriendo ese centro comercial muy interesante y mítico.

Claro que dentro de esos recovecos, María Fernanda encontró a una casa de tatuajes amiga, por lo que sintió que podría ser saludable para su alma grabarse un diseño para marcar el inicio de un periodo distinto que se activó en su camino, tras el cierre del matrimonio.

La actriz se filmó con su pequeña y contó :“Vamos a buscar un montón de cosas que a Gio le gustan y me parece que mamá se va a tatuar... A ver si me hacen alguna cosa potente porque esta época de mi vida tiene que estar en mi cuerpo. Vamos a hacer un tatuaje para este nuevo renacimiento de mi vida”.

Luego, Callejón exhibió el momento exacto en que eligió el dibujo con el tatuador y hasta registró el proceso de impregnación en su piel de esas mariposas y flor de loto que seleccionó realizarse en la cola. Sí, Fernanda optó por tatuarse en los glúteos. 

Para continuar con su raid, María Fernanda le propuso a la pequeña jugar también a los tattoos, pero aclaró: “Ahora le toca a Gio. Obvio, uno de mentirita, gente. No me empiecen a mandar huevadas porque es de mentira, ¿ok? Jamás tatuaría a mi hija”.