Qué fue a hacer la China Suárez a París que hizo temblar a Wanda Nara

La China Suárez vuelve a generar un cimbronazo, otra vez se acerca al universo de Wanda Nara y Mauro Icardi, con un accionar peculiar, que encendió las alarmas y maximizó la atención de la opinión pública. 

Tras su intervención en el Wandagate, en el que se convirtió en la tercera en discordia en el matrimonio con su encuentro fogoso con el delantero en una oscura noche de una habitación en París, María Eugenia parece que se aproxima al radar.

La actriz vivió unas semanas de visibilidad en las redes sociales con algunos mensajes picantes, sobre todo con los contenidos que generó desde Punta del Este, donde viajó para pasar las fiestas en la chacra de una amiga. En ese entorno, posteó algunas imágenes subidas de tono, muy libre en cómo mostrarse con su cuerpo.

En todo ese contexto ahora surgió una versión explosiva, súper controversial. Resulta que revelan que la China armó las valijas para volver a viajar al Viejo Continente, sí a Europa. ¿Para qué? A partir de la información que brindó Ángel de Brito en Instagram, Suárez está en París.

El exconductor de Los ángeles de la mañana soltó esta bomba de una manera muy sutil, hasta encriptada que pasó inadvertida en un primer momento. ¿Qué pasó? El comunicador abrió el feedback con sus seguidores para que le pregunten todo lo que se les ocurra.

En ese contexto, un internauta le consultó: “¿Dónde anda la China?”. Ángel subió la storie con fondo negro y sin respuesta concreta, claro a primera vista. Porque en realidad utilizó la canción “París”. Con esa sutileza, de Brito informó que María Eugenia se trasladó a la capital francesa.

Entonces con ese dato se abrió la especulación sobre qué fue a hacer a esa ciudad. Por eso se especuló con la inquietud que podría sentir Wanda, con el miedo de que se le acerque a su esposo. No obstante, aseguran que surcó los aires para encontrarse con Armando Mena Navareño, ese español con el que creó una relación afectiva libre.

Todo indica que la China salió sola, sin hijos, para disfrutar de unos días de relax con el ibérico, con quien siempre mantuvo el contacto, el vínculo de interés mutuo.