El video del tétrico debut actoral de Wanda Nara

Wanda Nara se anima a todo. Mucho más después de lo que pasó con Mauro Icardi y la China Suárez, donde quedó en el centro de todo el país, que opinaba para un lado y para el otro. Ya desde chica era así, y por eso se animó a subir a las tablas cuando tenía sólo 20 años (ella siempre dijo tener algunos menos).

Pero lo cierto es que desde el momento en el que debutó con Jorge Corona en un teatro berreta de Mar del Plata hasta ahora, su carrera como actriz nunca dio grandes saltos. Más bien: todo fue un retroceso. De eso se rieron a más no poder en el Intrusos de Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, en las tardes de América.

En el especial que hizo junto a Susana Giménez desde París, después de la polémica entrevista en la que habló de la China, Wanda Nara jugó a ser una “actriz” junto a su asistente, Kenny Palacios (hace de maquillador, peluquero y también a veces cuida a los niños). “No se puede creer lo de esta mujer, ¡que cara! Cómo lo maltrata a este pobre chico. ¿Quién se cree que es?”, preguntó Karina Iavicoli.

Lussich y Pallares intentaron calmarla, pero la ex panelista de Angel de Brito en el futuro desaparecido Los Angeles de la Mañana fue con todo: “Es tremendamente mala. Y actua peor. Tiene esa cosa de que se cree superior y es feísimo lo que hace. ¿Quién sos Wanda Nara?”, preguntó, el mejor estilo Luis Ventura.

Como era de esperar, la plataforma Paramount + sumó muy pocos subscriptores después de toda esta movida. Y, por lo que pagó, busca ir entregando más material en las próximas semanas. Se dice, también, que cuando Wanda llegue a la Argentina podrían grabar en su mansión en el barrio de Santa Bárbara, que recibió después de una disputa legal con Maxi López.

Los pasos de comedia le bastaron mil y una críticas en las redes sociales, sobre todo a ella y a su maquillador, Kenny, al que mandó a su asistente a comprar flores y bombones para Susana Giménez (y nunca se vio cuando se las terminaron dando). “Lo de Susana es más digno, como siempre”, sumaron en Intrusos.

Sin dudas, un debut para… ¡el olvido!