Madonna y Staten Island: la relación entre la reina del pop y la isla bonita
La mítica isla de Nueva York tiene algo más que parques de juegos de películas norteamericanas: un vínculo eterno con Madonna, la reina del pop.
Madonna, la reina de todas las reinas del pop es una gran fuente de leyendas. Toda su mística está vinculada a historias ocurridas (o no) que se vuelven leyenda. En este caso, su relación con Staten Island, que no es precisamente la “isla bonita“, es otro “gran cuento“ acerca de la icónica cantante.
Un lugar imaginario
Mucho se dijo acerca de a cuál isla se refería el tema musical Madonna. Notas enteras especulando sobre la letra y las características de algunas de las islas caribeñas fueron frecuentes en la prensa cuando se puso de moda la pegadiza letra.
Pero lo cierto es que luego del lanzamiento de la canción “Isla bonita“, Madonna dijo en una entrevista con Rolling Stone: “No sé dónde está San Pedro“ y juró que nos se refería a una isla en especial, por lo cual nada tiene que ver con Staten Island.
En alguna oportunidad también dijo a la prensa que la canción es simplemente un homenaje a los latinos y a su música urbana que tanto la marcaron cuando era joven en los barrios neoyorquinos. Y así, aunque Staten Island no es ni de cerca la isla bonita, sí tiene mucho que ver con Madonna.
Su vínculo con Staten Island: nace otra Madonna
Esta isla costera del Océano Atlántico pertenece al estado de Nueva York y es uno de sus cinco distritos. Está ubicada al suroeste de Manhattan y de Brooklyn, en la frontera que separa Nueva York de Nueva Jersey.
Es el tercer distrito más grande de ese estado y el menos poblado. Su parte más urbana se centra en el norte, mientras que en el resto del territorio se puede apreciar un estilo residencial tranquilo, poblado de las típicas casas americanas con jardines abiertos donde ciervos sueltos, mapaches y ardillas asaltan los tachos de basura cuando los humanos se ausentan de sus hogares.
La historia de la cantante y este lugar se ubica en el lanzamiento del video clip “Papa don't Preach“, cuando presentó un total cambio de imagen. Apareció con pelo corto, rubio platinado y usaba un labial rojo sangre que recordaba a la diva Marilyn Monroe (descubre su increíble historia haciendo click en el enlace).
Quería dar un aspecto “maduro“, distinto y dejar atrás la revolucionaria cantante joven surgida con el ímpetu de la rebeldía. Abandonó el look recargado con joyas, cadenas y accesorios que impuso en la década de los 80's. De pronto, su estilo se había tornado más neto y despojado.
La cantante buscaba volcar este cambio de imagen también en sus nuevos trabajos. Es por esto que el video mencionado se filmó en locaciones vinculadas a la clase media trabajadora en Staten Island. Un ambiente ideal para mostrar un costado diferente de la diva, en el que discutía con su padre, un hombre trabajador, común y corriente, interpretado por el actor de Hollywood Danni Aiello.
El director del audiovisual, James Foley, contó que había acordado con la diva realizar escenas por fuera del glam y estilo con el que se habían filmado video clips como “Like a Virgin“ o “Material Girl“ para darle un tinte más maduro.
En busca de una especie de realismo social que pudiera dar a los videos el aire de documental, más que de clip de promoción, Madonna encontró una manera de que llegara su mensaje, lejos de su imagen de bomba sexual sin nada para decir.
El video se grabó en tres días y más allá de la seriedad del contexto, Foley recuerda cada instante en cada locación un clima de fiesta y diversión.