"Noches de Despecho" con Jessica Torrijos
La actriz estrenó un nuevo formato de entrevista junto a MDZ Femme. En una divertida cena nos contó sus más trágicas e increíbles historias de amor. ¡Vas a querer sentarte en esta mesa!
Cuando las mujeres nos reencontramos hablamos de los hijos, las amigas, las compras, la familia, pero siempre reincidimos en el mismo tema: el amor. Hablamos de esos hombres que pasan por nuestras vidas y transforman nuestros momentos en felicidad absoluta o desdicha interminable, y no hay más opciones, porque si de amor de trata no hay grises en las mujeres apasionadas.
Por eso, para inaugurar “Noches de Despecho” pensamos en una mujer totalmente apasionada, extrovertida, intensa, pero de sentimientos profundos, leales y nobles, como buena actriz.
Jessica Torrijos nació en Chile, pero ya hace más de 16 años que trabaja con el humor en nuestra provincia, y desde el humor es una de las pocas artistas que enamoró a las mendocinas. Es que ella encontró el punto en común: A todas las mujeres nos pasa lo mismo, remató.
La citamos en la calle Aristides Villanueva, ella vive a unas pocas cuadras y le encanta salir a tomar algunos tragos por ahí, se define como “noctambula”. Cuando se esconde el sol yo salgo a la vida, comentó entre risas.
Pensamos que Johnny B. Good podía ser el lugar ideal para nuestro encuentro. Así que nos embarcamos en la entrevista y con un vino de por medio, un Cabernet Sauvignon Latitud 33 de Chandon elegido por ella, rompimos el hielo con la siguiente pregunta:
-Para vos, ¿existe el amor?
-Yo voy a cumplir 50 años, yo creo que el amor existe en diferentes etapas de la vida en diferentes formas. Cuando una es chica se enamora de diferente forma. El amor existe siempre, yo creo que es difícil que las mujeres podamos estar con un tipo sin sentir amor, pero son distintos tipos de amor. Con la edad una va queriendo más cosas del amor, una va requiriendo cosas distintas. Te ponés menos tolerante, soportás menos cosas, y sabés que hay cosas que no vas a aguantar. Casados, drogadictos, músicos sin un peso, ya los descarto de entrada (risas). Cuando era más pendeja me gustaban todos, ahora filtro. Igual por ahí la cago, es inevitable.
Una cree en el amor y cuando está enamorada, más. Pero después se pelea y no cree más en el amor, hasta que llega el próximo.
Los hombres pueden encontrarse a ellos mismos mejor que nosotras. Pueden salir solos, quedarse en su casa, mientras que nosotras necesitamos ese complemento, esa protección. Que es lógico, porque somos mujeres. Aunque seamos súper liberadas, somos minas.
Si el hombre rehace su pareja es porque no saben cocinar ni planchar. El tipo que se vuelve a casar es porque quiere otra empleada. Para ellos no es una preocupación, pero para nosotras sí. Es más, a ellos les cuesta engancharse, no es lo mismo. El hombre no necesita, podían estar 10 años en la guerra y preferían estar ahí que en su casa. Esa es una cuestión muy femenina, muy de nuestra esencia.
-¿Cómo fue tu primer beso?
-¡Fue robado! Era chiquita, y se lo robé a un chico del barrio. Me le tiré encima, casi que lloraba (risas). Le dije me vas a dar un beso ahora, o si no no te dejo salir de la casita. Era rubiecito, bien lindo, y me encantaba. Tenía un karting, y era como “el” rubio del barrio. Y una vez yo estaba con una amiga y él llegó, y le dije vení, quiero hablar algo con vos y lo metí a la casita. Y le dije no te voy a dejar salir de aquí hasta que no me des un beso, pero abrí la boca, porque yo sabía que era con la boca abierta! Me lo atraqué y salió con una cara fatal, pero a mí me encantó.
-¿Siempre fuiste al frente?
-Sí. Ahora ya no encaro, pero cuando me gusta mucho, mucho un tipo lo encaro una vez, y si me gusta mucho sigo.
Acá los hombres son muy histéricos. Al hombre lo encarás y chau, fuiste, sos una puta.
En otros lugares no, es lo más normal. En Europa encarás a un tipo y no hay problema, es normal. El mendocino es re histérico. He tenido pocas parejas mendocinas, y no rankean bien como parejas. Todo se creen que los querés atrapar, y exageran los problemas, se cree súper lindos o se sientes intimidados porque dicen que soy famosa y prefieren una mina con perfil bajo. El mendocino todavía es muy machista, y más cuando me escuchan en el escenario. ¡Se quieren morir! Y nunca puedo esquivar la típica pregunta: “¿Todo eso te ha pasado a vos?”.
-¿Para crear tus personajes te inspirás en tus historias de amor?
-En las mías y en las de las otras. Lo que pasa es que a casi todas nos pasa lo mismo. Yo cuando escribo una obra la escribo a partir de un problema que tenemos las mujeres, por ejemplo, sobre el amor. Entones pienso qué digo yo sobre el amor, y después googleo, busco en Wikipedia, cuentos infantiles, voy estudiando. Y después busco prototipos de mujeres, y en esos prototipos siempre tengo algo de mí, porque en algunas relaciones he sido la celosa, en otras la sufrida, en otras la engañada, entonces busco el prototipo de la más sufrida, y ahí lo voy contando. Hay cosas que sí digo que son particularmente mías. Yo de chica siempre me preguntaba cómo hacía la gente de los cuentos para ser felices para siempre.
Cuando era chica y veíamos La casa en la Pradera, yo decía yo no quiero ser pobre. A mí no me gustaría tener hijos, colgar la ropa y vivir en la pradera. A mí no me gustaba la historia, aunque ella estaba enamorada. Esos modelos católico apostólico romanos que nos metieron cuando nosotras éramos chicas eran terribles. Yo estoy atacada con el tema de que ahora están entrando las novelas turcas. ¡Son terribles, las tendrían que prohibir! No pueden dar eso, son un pésimo ejemplo. Por una parte legalizamos el matrimonio gay y por el otro ponemos las novelas turcas, a la hora en que las madres están en sus casas, cosa que después le digan a sus hijas que hagan lo mismo. Vamos evolucionando por un lado e involucionando por el otro.
-¿Tu primer amor?
-Yo tenía 15 años, y estuve casi dos años y medios con él, hasta que entré a la universidad. Fue mi primer amor y mi primera relación sexual
-¿Cómo fue tu primera vez?
-No me gustó, él tampoco tenía experiencia entonces fue horrible, después quedamos mucho tiempo en silencio, no sabíamos de qué hablar. Y ahí eso como que nos dañó a nivel pareja, y después cuando entré a la universidad nos separamos, y conocí a uno que me dio vuelta la cabeza, pero ya era más grande, y ahí conocí el sexo bien hecho, como a los 18. Algunas cosas que encontramos en la cartera de Jessica.
-¿Cuántas veces te enamoraste en tu vida?
-Enamorarme de verdad muy pocas. Creo que me enamoré súper enamorada del papá de mi hijo, porque si no no hubiese tenido hijos. De él me enamoré, y decidí hacer un proyecto con él, tener un hijo, fue la primera vez que se me ocurrió establecerme con un tipo, estaba todo perfecto cuando lo conocí. Todo se daba bien, me encantaba.
-¿Y por qué se terminó?
-Porque creo que las parejas siempre terminan por algo, tienen un ciclo.
No creo en el amor para toda la vida, no hay quien aguante.
Yo creo que los ciclos son de diez años, después ya era aguantar, y a mí no me gusta bancarme historias.
-¿Cuál fue la decepción amorosa más grande que has tenido?
-¡Uf! Para eso necesitamos 7.000 horas más o menos. El resto fueron excepciones (risas).
Mi última decepción fue bastante fuerte: nos conocimos en una fiesta, y a los tres días nos fuimos a vivir juntos. Estuvimos casi 10 meses juntos, nos comprometimos y todo, mi hijo lo amaba… muy intenso. Como a los 4 meses empezó una psicosis de celos con él muy extrema, al punto que me empezó a volver loca y un día en abril yo decidí terminar con él después de un episodio agresivo. Y el día en que nosotros cumplíamos 10 meses, a las 12 de la noche, se suicidó. Y me cagó la vida.
-¿Cómo se supera algo así?
-Sí se supera. Obviamente fui a la psicóloga, y ella me hizo entender algo fundamental: que nadie se suicida por otra persona. Las personas se suicidan por ellos. Y lo otro es que, en realidad, una tiene la culpa por meterse con personas así.
Eso también es un tipo de violencia: el tipo que se suicida, es violento.
No es muy distinto a que te pegue, porque es súper violento que alguien se mate a las 12 de la noche justo cuando vas a cumplir meses.
El suicida es narcisista, no se suicidan sólo los depresivos. Muchas mujeres han pasado por eso, y se sienten identificadas con mi historia y con mis obras. Yo empecé a escribir esta obra que estoy haciendo ahora cuando llevábamos dos meses juntos, y la empecé a escribir sobre el amor, y cuando él se suicidó le tuve que cambiar todo el final, y cambió toda la obra. Hacerla es difícil, pero a la vez es una catarsis enorme. Y después se te acercan mujeres que se sienten identificadas con lo que mostraste, y hay historias terribles. Hay mujeres que se aguantan muchísimo, que se quedan por los hijos o porque no tienen otra opción.
Todavía seguimos soportando cosas, porque podemos ser independientes económicamente, pero no lo somos emocionalmente, entonces pensamos que el violento puede cambiar, lo perdonamos.
-Historia intensa y fugaz:
-¡He tenido historias fugaces hasta de 3 horas!
-¿Rompiste muchos corazones?
-Sí, y sin quererlo, por ser sincera, porque no puedo tolerar estar con alguien que no ame. Doy oportunidades, pero cuando se terminó se terminó.
-¿Sos más de dejar o que te dejen?
-Soy más de dejar, suelo tomar la iniciativa. Los hombres no terminan con vos, porque hacen cosas para que una termine con ellos para no sentirse culpables. Te hacen daño para que vos cortés con ellos.
-¿Alguna vez has vuelto con un ex?
-Yo he vuelto con todos mi ex, soy una estúpida. Menos mi exmarido, con muchos ex he salido nuevamente, sobre todo los de la juventud. A los 50 te empieza a pintar salir con los que conocías cuando eras chicas, cuando tenías 20.
-¿Cuál es la estupidez más grande que hiciste por amor?
-He hecho muchas estupideces grandes, desde viajar de sorpresa -y comerme vuelos cancelados y demás- y encontrarme a mi novio con otra mujer, hasta comprar estupideces e incluso ir a la psicóloga.
-¿Qué pensás de la infidelidad? ¿Alguna vez fuiste infiel?
-Sí, cuando me harto soy infiel. Cuando estoy enamorada no puedo, una no puede porque no le da cuando está enamorada.
Yo pienso que si una es infiel es porque no está enamorada.
Las mujeres no podemos estar con un tipo si estamos enamoradas de otro, mientras que el hombre sí puede tener sexo con una mujer aún estando enamorado de otra. Ellos no tienen el orgasmo psicológico boludo que tenemos las mujeres. Ellos pueden tener a su mujer a la que aman y estar con otra sin amor y sin sentir nada, por eso he perdonado infidelidades. Y por eso justamente, si una mujer te hace infiel, preocupate porque te dejaron de amar. Las mujeres engañamos porque dejamos de estar enamoradas.
-¿Has tenido alguna experiencia homosexual?
-Sí. Creo que es distinto, me gustaría ser de otra generación, no me la banqué por ser más grande, porque tengo un hijo y demás. Era más cómodo en muchos aspectos, teníamos más cosas en común.
-¿Cuál es el principal problema de las mujeres modernas? ¿Creés que las mujeres estaban mejor cuando se dedicaban a ser sólo amas de casa?
-Sí, por supuesto. El peor problema de las mujeres ahora es que tenemos plata y no necesitamos un tipo, entonces podés solucionar las cosas con plata, y no con un hombre, entonces no tenés que tolerar a un torpe al lado tuyo. De todos modos, todavía hay mujeres que se la siguen aguantando porque no les queda otra. Ese es el problema de la liberación femenina.
-¿Te considerás feminista?
-Yo no soy feminista, soy todo lo contrario. Me encantaría que viniera un hombre y me dijera yo soy tu proveedor, vos quedate en casa que yo te traigo todo mientras yo me quedo en casa haciendo mis obras y viendo la novela. ¿Pero quién te va a aguantar ser así? A mí siempre me dicen el teatro o yo, ese siempre es mi gran dilema. Eso se puede combinar pero con un tipo con cultura, con uno que entienda que esto no es un hobbie, sino mi profesión. ¿En una casa qué haría? La tendría linda, capaz que hasta cocinaría, pero con un tipo con una cabeza distinta.
-¿Qué es lo más loco que has hecho para superar un desamor?
-¡Ir a la psicóloga! Básicamente me obligaron, y mientras le hablaba me sentía una estúpida, de hecho hice un personaje inspirado en ella. Y también me he hecho tirar las cartas, y esas cosas. Y le han pegado bastante.
-¿Cuál es la peor cita a la que has ido?
-Una vez hice una cita a ciegas, y fue horrible, porque me di cuenta que era una estupidez, estaba con alguien que no tenía nada que ver conmigo. Le intenté encontrar el lado bueno, y no había. Tengo una amiga con la que tenemos un código: cuando salgo con alguien, le digo que a las 2 de la mañana me llame, entonces si yo le digo una clave, ella finge alguna emergencia para que pueda irme (risas).
-¿Has hecho algo que alguna vez juraste que no ibas a hacer?
-Soportar la agresividad. Vos decís nunca voy a perdonar que un tipo me trate mal o me trate de pegar y después lo perdonás. Y encima te sentís mal vos, porque pensás que sos una histérica o lo provocaste. Eso pasa, yo soy súper tranqui y me ha pasado. O creer que alguien no es drogadicto, aunque te des cuenta que sí lo es.
Nos mentimos a nosotras mismas, queremos el príncipe azul, y queremos que el tipo cambie porque nos va a amar, y eso es mentira. Ellos no cambian, y nosotras menos.
PH: Hiram Di Lorenzo
Encuentro: Johnny B. Good, Aristides Villanueva 373.
Producción periodística: Ludmila Llaver y Muriel del Barco.

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