El Peugeot que no fue y podría haber sido un clásico
El proyecto no llegó a producirse en masa, dándole espacio al Peugeot 205 Turbo.
El principio de la década del '80 marcó el fin de la era totalmente analógica en el mundo de las carreras de motor, donde solo importaban los motores, la potencia y la mecánica en automóviles con poca electrónica y tracción a dos ruedas.
La clave para obtener más potencia se basaba únicamente en el tamaño del motor en centímetros cúbicos.
En este contexto, en 1977, Peugeot, con el objetivo de reemplazar a los exitosos 504 Berlina y Coupé en las competiciones de rally, desarrolló un prototipo bastante peculiar a partir del recién lanzado Peugeot 305, una berlina de cuatro puertas de tamaño medio diseñada por Pininfarina, destinada a fortalecer la gama y gradualmente reemplazar al 304.
El proyecto contempla un chasis reforzado y una distancia entre ejes extendida, además de la instalación bajo el capó del motor V6 atmosférico de 2.5 litros y 24 válvulas proveniente del Peugeot 604, que ha sido debidamente modificado para alcanzar una potencia total de 250 HP.
Esta potencia representa casi el doble de las prestaciones del Peugeot 305 GTX estándar, que viene equipado con un motor de gasolina 1.9 UX9 de alrededor de 150 HP.
Aunque estos números pueden parecer modestos en comparación con los estándares actuales, eran más que suficientes para conferir un carácter deportivo a una berlina mediana de principios de los años 80.
En resumen, el proyecto era prometedor, pero pronto se vio eclipsado por dos grandes novedades en los programas deportivos de Peugeot: la rápida adopción de motores turboalimentados y la introducción del Grupo B por parte de la FIA.
Esta categoría exigía que los fabricantes produjeran al menos 200 unidades de producción regular para la venta al público.
Ante un cambio de reglamentación tan drástico, el entonces director de Peugeot Sport, Jean Todt, optó por abandonar el proyecto 305 V6 y enfocarse en algo completamente nuevo: el futuro Peugeot 205 Turbo 16.
El éxito comercial del Peugeot 205 y sus cuatro títulos mundiales de rallies terminaron por respaldar la decisión de Todt y de quienes, en ese momento, apostaron por seguir la ruta de los motores turbo y la tracción integral.
El proyecto del Peugeot 305 V6, que se mantuvo en desarrollo durante un tiempo junto con el Peugeot 205 T16, nunca llegó a la fase de producción. Se cerró con la creación de un único prototipo, que actualmente forma parte de la colección del Museo Histórico de la marca y se exhibe periódicamente en eventos y salones internacionales dedicados a la historia de los deportes del motor.