Máxima Zorreguieta cautivó con un look de gala inolvidable
La reina Máxima de Holanda eligió un diseño con escote profundo, joyas históricas y una estética impecable. ¡Mirá!
Mirá el look de gala con el que Máxima cerró su primer día en Surinam.
La reina de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta, viajó con el rey Guillermo Alejandro a Surinam en una visita de estado que comenzó el primero de diciembre y se extendió hasta el tres. Entre reuniones, discursos y actividades oficiales, estuvo el banquete de estado en Paramaribo, donde la monarca argentina desplegó un look con presencia magnética.
Los reyes iniciaron su primera jornada con actos institucionales, pero el broche de ese día fue la cena que dio lugar a un intercambio simbólico entre los países. Allí, Guillermo Alejandro expresó: “Nos complace enormemente que la cooperación entre los Países Bajos y Surinam se haya fortalecido ampliamente en los últimos años. Los Países Bajos están deseosos de continuar por este camino, trabajando juntos”. Las palabras del monarca dejaron claro el peso político del evento, aunque la imagen de Máxima terminó siendo uno de los puntos más comentados.
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Para la ocasión, la reina eligió un vestido de gala color marrón con destellos anaranjados. Era una pieza larga, ceñida a la cintura y con mangas abiertas que acompañaban cada movimiento. Aunque conservó el protocolo que exige cierta discreción, el diseño incorporó un profundo escote en V tanto adelante como en la espalda, cubierto sutilmente por un tul transparente y sostenido por un lazo delicado.
En lugar de un abrigo tradicional, Máxima optó por un chal anaranjado que contrastó con el marrón del vestido y resultó práctico para poner y quitar según la temperatura. El accesorio otorgó un toque cálido y armonizó con los matices del conjunto, y completó el look con un clutch marrón y sandalias altas de cuero de Natan, una de sus casas de moda predilectas.
El maquillaje acompañó el espíritu del estilismo con tonos cálidos, foco en los ojos y uñas bordó, un detalle llamativo que sumó profundidad. El peinado que estuvo recogido en un rodete bajo, fue clave para revelar uno de los elementos más imponentes de la noche: la tiara de diamantes Bandeau. Confeccionada en 1937 con 27 de los 34 diamantes de un collar que la reina Emma recibió para su boda en 1879, la pieza brilló como un testimonio de historia y linaje.
A la tiara se sumaron aros colgantes, anillos y el Brazalete de las Indias Orientales Holandesas, heredado de la reina Juliana.




