Leonor y Sofía: qué diferencia hay entre una princesa y una infanta

Las monarquías europeas suelen tener reglas muy estrictas y similares, pero hay pequeños detalles que las diferencian entre sí. En la Corona española, los reyes dan títulos muy diferentes a todos sus hijos y así ocurre con la princesa Leonor y la infanta Sofía, las únicas descendientes de Felipe y Letizia de España.

En 2003, la Casa Real anunció el compromiso del entonces Príncipe de Asturias, Felipe, con la periodista Letizia Ortiz, quienes se habían conocido el año anterior durante una cena en casa del periodista Pedro Erquicia. La noticia fue una sorpresa para todo el país, ya que su relación fue totalmente secreta para evitar las repercusiones.

El casamiento tuvo lugar en 2004 en la Catedral de Santa María la Real de La Almudena de Madrid, a la que asistieron 12 casas reales reinantes y otras 12 pertenecientes a casas reales no reinantes. Automáticamente, Letizia Ortiz se convirtió en Princesa de Asturias y se unió a las funciones de su marido.

Leonor y Sofía: ¿Por qué tienen diferentes títulos reales?

La primera hija de la pareja, Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz, nació el 31 de octubre de 2005 y se convirtió en futura heredera al trono, ya que primero estaba su padre (se convirtió en Rey en 2014). Actualmente, tiene 16 años y desde el 2021 estudia en el internado británico UWC Atlantic College, en Llantwit Major, cercano a Cardiff, Gales.

La Princesa de Asturias tiene una hermana dos años menor, Sofía de Todos los Santos de Borbón y Ortiz, que ostenta el título de Infanta de España, y se encuentra en segunda línea de sucesión al trono. La niña tiene 15 años y estudia en España, en el Colegio Santa María de los Rosales, ubicado en el barrio madrileño de Aravaca, cercano a la Zarzuela.
 

Aunque ambas sean hijas de los reyes de España, la constitución del país determina que solo la heredera de la Corona puede llevar el título de princesa, recibiendo el principado de Asturias. Los otros hijos son llamados infantes o infantas, pero se los trata de igual manera como Alteza Real.

Esta es una gran diferencia con respecto a otras monarquías como la británica, que determina que todos los hijos de los reyes llevan el título de príncipes. La reina Isabel II tiene cuatro hijos y todos llevan dicho título: Carlos, príncipe de Gales y heredero al trono; Ana, princesa de Edimburgo; el príncipe Andrés de Reino Unido; y el príncipe Eduardo de Wessex.

Siguiendo la misma línea, los únicos hijos de los cuatro hermanos que ostentan el título de príncipes son los de Carlos y la fallecida Diana de Gales, debido a que su padre es el futuro Rey de Inglaterra. Ellos son el príncipe William y el príncipe Harry, y el primero pasará a ser Príncipe de Gales cuando Carlos asuma el trono.

¿Conocías todos estos detalles sobre las monarquías europeas?