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Tensión entre el clima y el mercado: productores pierden cosechas y Chicago mantiene la firmeza

Mientras los productores enfrentan pérdidas millonarias por las inundaciones en la Provincia, los mercados de Chicago mantienen su firmeza (con la soja por encima de U$S 400/tn), y los climatólogos pronostican el retorno a altas temperaturas y lluvias por encima del promedio hasta enero.

Los campos sufren las inundaciones tras la tormenta.

Los campos sufren las inundaciones tras la tormenta.

X | @Santiagodelsola

Pasaron las elecciones y el clima político, al menos en apariencia, se calmó bastante, igual que el económico (riesgo país, tasas, dólar, etc.), mientras cantidad de cuestiones fueron saliendo de los cajones para ponerse rápidamente en marcha. Sin embargo, la más visible, fue el reinicio de las muy postergas obras del Canal Maestro (para evitar las inundaciones del norte de la provincia de Buenos Aires), que ordena las aguas del Río Salado, y para cuya finalización faltan relativamente pocos kilómetros, aunque justo en el medio del trazado y, dicen las malas lenguas, que en una parte en la que las obras le correspondían a la Nación

Obvio que los reclamos se venían prolongando desde hace meses pero, justo Buenos Aires fue el epicentro de la pulseada política. Para muchos era obvio que los fondos, al menos los nacionales, no iban a aparecer hasta después de las elecciones, y así pasó. Ahora fue la Ministro de Seguridad, novel senadora no asumida de CABA; y el titular de Agricultura, Sergio Iraeta (ya que el recién renunciado diputado Diego Santilli, flamante Ministro del Interior, se “bajó” a último momento); se consiguieron equipos pesados del Ejército, se armó un Comité de Emergencia, y fondos para los damnificados más vulnerables, entre otras varias cosas.

Nadie estimó aún las pérdidas pero, al margen de la parte humana, baste decir que se mantienen anegadas alrededor de 4 millones de hectáreas de las mejores tierras de la Pampa Húmeda, donde no se pudieron sembrar, o no se cosecharán, los granos finos de invierno (trigo, cebada, colza, etc.), tampoco el maíz temprano de verano y, es probable que en buena parte de esa área tampoco se pueda hacer siquiera soja, que aún tiene tiempo de siembra hasta mediados de enero.

Hubo daños de infraestructura, instalaciones, miles de litros de leche que no pudieron ser sacados de los tambos (por falta de caminos adecuados), etc., etc.

U$S 1.000 millones

Una cuenta rápida indica que, al menos, solo en producción agropecuaria, ya se perdieron U$S 1.000 millones entre granos, pasturas, y leche, entre otros.

Y es cierto que también, en forma bastante llamativa para lo que suelen ser los tiempos oficiales, el Banco de la Nación se sumó a la movida con una línea para capital de trabajo, que otorgará hasta $ 50 millones, a 3 años, con 12 meses de gracia, y tasa de 30% para todo el período lo cual no es mucho, considerando la cantidad de damnificados y la magnitud de los daños.

Por caso, un dato no menor es que los productores afectados en su totalidad no tendrán cosecha 25/26 y, por ende, sus primeros ingresos agrícolas serán recién para la cosecha 2027.

Pero lo más sorprendente es que todavía existe un Fondo Hídrico (de Infraestructura), que se creó por ley en 2006, justamente, para financiar proyectos, obras, mantenimiento y servicios, o sea, para socorrer las urgencias de problemas climáticos como el actual.

Aparentemente, ese Fondo es gestionado por un Consejo Hídrico Nacional que administraría los fondos provenientes de un porcentaje de 4%-5% en el precio de los combustibles, y de 9% sobre el gas natural.

Lo sorprendente es que esos dineros vienen siendo sub utilizados y, en la actualidad, la disponibilidad de tales fondos ascendería a alrededor de $ 190.000.000.000 (si, 190.000 millones de pesos) sin asignación, y tampoco parece haber nadie que los reclame.

“No la vieron…”

Mientras crece la intriga sobre el acuerdo entre EE.UU. y Argentina, que sería inminente, y que excede lo “comercial”, para entrar al terreno de las inversiones y de las estrategias geopolíticas, desde el campo se mira a los mercados que, en el caso de Chicago, mantienen su firmeza a pesar de estar en plena cosecha estadounidense, y muy voluminosa.

Así, con una soja que nuevamente superó los U$S 400/tn; el maíz a U$S 170/tn y el trigo rondando los U$S 200/tn, más de uno se arrepiente de haber vendido antes, y ahora enfrenta dos problemas: el clima que viene para la cosecha local, y cuando y como venderla.

En cuanto al primer punto, después de un trimestre “bajo agua”, parece que ahora también el clima comenzaría a calmarse y, por caso, esta semana que pasó sería la última con frío fuerte (para la época), y también comienza a llover menos. “Niña débil” o “Niña corta”, tratan de cubrirse los climatólogos, en referencia al tiempo seco que se pronosticaba hace semanas atrás para fines de esta primavera-verano.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, rápidamente retornarán las altas temperaturas que se prolongarían a partir de aquí. En simultáneo, se espera que las precipitaciones hasta enero, según el Servicio Meteorológico Nacional, estén por encima de los promedio, mientras que a partir de enero-febrero las perspectivas serían de neutralidad.

Pero si eso se da, y hay alguna tranquilidad climática, probablemente los problemas entonces vendrán por el lado del mercado interno, tanto por la logística de una cosecha que puede ser muy abultada (más de 145-150 millones de tn), como por los precios locales que, a diferencia del último año cuando estuvieron revertíos (más altos en la plaza local que en el exterior), ahora volverían a la “normalidad” debido a los volúmenes que se esperan.