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Retenciones: por qué el acuerdo de cooperación aduanera con EE.UU. puede afectar a los agroexportadores

Habrá intercambio de información entre ambos países, pero su implementación podría demorar el reducción de las retenciones al agro.

Las delegaciones encabezadas por Juan Pazo (ARCA) y Donald R. Stakes, subcomisionado Ejecutivo Adjunto de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, firmaron el convenio en Washington.

Las delegaciones encabezadas por Juan Pazo (ARCA) y Donald R. Stakes, subcomisionado Ejecutivo Adjunto de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, firmaron el convenio en Washington.

Tras el anunciado acuerdo marco de libre comercio e inversiones que están negociando Estados Unidos y Argentina el Gobierno dio un nuevo paso en su vínculo con la primera economía del mundo y firmó un convenio de cooperación en materia aduanera, que podría tener fuertes implicancias en algunos sectores productivos por las retenciones.

El convenio de cooperación entre la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), fue firmado el pasado jueves 20 y según los funcionarios argentinos que viajaron a Washington, una delegación encabezada por el titular del ARCA, Juan Pazo, es un paso clave para profundizar la modernización, la digitalización y la automatización de los procesos aduaneros entre ambos países.

La firma del convenio se realizó en la ciudad de Washington y contó con la presencia del director ejecutivo de ARCA, Juan Pazo, acompañado por el titular de la Dirección General de Aduanas, José Andrés Velis. La CBP, en tanto, estuvo representada por el Subcomisionado Ejecutivo Adjunto, Donald R. Stakes.

Cooperación bilateral

"Este acuerdo nos permite fortalecer la coordinación bilateral, potenciar la detección temprana de amenazas y combatir delitos transnacionales, alineando nuestro trabajo con los estándares internacionales de la Organización Mundial de Aduanas", remarcaron desde el organismo recaudador.

Entre otras cuestiones el convenio impulsa la implementación de controles más inteligentes y segmentados por riesgo, lo que mejora la seguridad fronteriza y, al mismo tiempo, facilita el comercio legítimo.

Además, la cooperación con la CBP también contribuirá a reducir tiempos logísticos, optimizar la competitividad del sector privado y seguir consolidando el camino hacia una Aduana 100% digital, sin gestiones en papel ni trámites presenciales.

El adversario chino

Más allá de los beneficios de la cooperación, lo cierto es que conviene leer el acuerdo en el marco del acuerdo comercial que se está negociando, que incluye un apartado para estabilizar el mercado mundial de soja.

Este año hubo mucho preocupación en Estados Unidos en el arranque de la campaña sojera, porque en el marco de la guerra comercial con China, país que importa hasta el 60% de la soja que exporta Estados Unidos, decidió bajar a cero sus compras a ese país.

Fue una política que Beijing mantuvo sin cambios y "sin pestañear" por casi dos meses, y que sólo se destrabó después de que los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, se reunieran el pasado 30 de octubre en el marco de una cumbre internacional en Corea del Sur.

Mientras duró ese virtual "boicot" chino, el gigante asiático compró millones de toneladas de soja especialmente a Brasil y también a Argentina, especialmente porotos que luego se industrializarán en China. Eso generó fuerte malestar en los farmers (productores) norteamericanos y una suba en los precios de la oleaginosa y los derivados, de la que los productos y industria de EE.UU. quedó al margen.

Retenciones que van y vienen

En este contexto, el 22 de septiembre y en el medio de una fuerte corrida cambiaria, el Ministerio de Economía decidió bajar a cero las retenciones (derechos de exportación) a la soja y los subproductos, además de los otros granos (trigo, maíz, girasol, sorgo) hasta el 31 de octubre o hasta cubrir el cupo de US$ 7000 millones. Fue una "zanahoria" para incrementar la oferta de dólares en el mercado local.

El cupo se alcanzó en sólo tres días, con un beneficio aprovechado especialmente por los grandes acopiadores, cereales y agroexportadores, pero sin llegar a los exportadores de menor porte ni por supuesto, tampoco a los productores, que ya habían vendido sus granos para pagar los costos de la nueva campaña.

¿Impuesto o subsidio?

La baja inesperada de las retenciones generó airadas críticas de los productores agrícolas de Estados Unidos, que ven la quita de los impuestos a la exportación como un subsidio, cuando en realidad los productores y exportadores argentinos tienen un sobrecosto adicional por exportar desde 2002, nada menos que hace 23 años, con alícuotas que según los granos llegan hasta el 33%. Claramente, cuando pagan retenciones no se escuchan voces de apoyo de los farmers a sus colegas argentinos.

Como fuere, el punto en el contexto del acuerdo marco de Comercio e Inversiones entre EE.UU. y Argentina parece haber sutiles presiones desde Washington para que el gobierno de Javier Milei no flexibilice su política impositiva hacia el sector agroindustrial, instándolo a mantener las actuales alícuotas.

El presidente Javier Milei ha dicho en reiteradas ocasiones que las retenciones finalmente se eliminarán y que no se quitan ahora y de golpe para no desfinanciar al fisco, pero que el camino es ése, y finalmente se cumplirá la promesa de campaña. Habrá que ver cómo queda este punto cuando se llegue a un texto final del acuerdo de libre comercio e inversiones de EE.UU., mientras tanto la tensión continúa.