Qué hay detrás del viaje de Luis Caputo y Santiago Bausili a Washington: los escenarios posibles
El anuncio sorprendió en el mercado financiero. Parece una medida apresurada que busca cerrar un acuerdo por el swap para dar tranquilidad con el dólar.

Scott Bessent se reunirá con Luis Caputo y su equipo en Washington, en una semana que tuvo al dólar al tope de la agenda y de la preocupación de los inversores.
En medio de las turbulencias cambiarias y en buscando cortar de forma contundente de la incertidumbre en los mercados, la primera línea del equipo económico viajará mañana a Washington para negociar cara a cara con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, los términos del swap por 20.000 millones de dólares, acordado con ese país.
El Gobierno decidió anticipar el viaje ante la fuerte volatilidad que hubo en los activos argentinos en las últimas ruedas, con disparada del riesgo país hasta 1264 puntos básicos, trepada del dólar oficial y los financieros y una creciente pérdida de confianza en que el Palacio de Hacienda tenga bajo control la situación.
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En las últimas horas, dos declaraciones de peso parecieron dar el marco a este viaje, que estará encabezado por el ministro de Economía, Luis Caputo; el presidente del Banco Central, Santiago Bausili; el viceministro de Economía, José Luis Daza; y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
Palabra de Scott Bessent
La reaparición en escena del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien a primera hora del día reveló que había hablado con Caputo el miércoles por la mañana, fue recibido con una sensación de cierta calma por los mercados, aunque el propio funcionario de la administración Trump se encargó de aclarar que "no estamos poniendo plata en Argentina, sino que le estamos dando una línea de swap".
Esto generó con muy poco tiempo de diferencia, una suba de los bonos que no llegó a traducirse en caída del riesgo país, y rápidamente una morigeración de esa suba. A eso se sumaron declaraciones de la vocera del FMI, Julie Kozack, enfatizando en la necesidad de que el país acumule reservas en el Banco Central y que se logre avanzar en un "amplio apoyo político" a las reformas necesarias.
Por su parte, Scott Bessent escribió en su cuenta de X: "En los próximos días, espero la visita del equipo del ministro Caputo en Washington para avanzar significativamente en nuestras discusiones en persona, respecto a las opciones para otorgar ayuda financiera".
Caputo mueve ficha
La jugada del Gobierno argentino es que la visita de la primera línea del equipo económico logre calmar las aguas en los mercados financiero y cambiario antes de que el 14 de octubre el presidente Javier Milei vuelva a Washington para una bilateral con su par Donald Trump, esta vez con carácter oficial de inviado por la Casa Blanca.
Pero la verdad es que todo parece haberse acelerado por la situación compleja en que entraron los mercados, pese al apoyo explícito, pero aún sin plata "crocante" sobre la mesa que hizo Estados Unidos la semana pasada.
Nubarrones
El Gobierno está llegando a las elecciones de medio término de una manera muy distinta a la que imaginaba a principios de año, cuando estimaba tener la inflación ya en niveles del 1% mensual en el tercer trimestre, el dólar en la banda inferior, es decir cercana a los $1000 y con la economía creciendo.
En contraste, el índice de precios al consumidor nunca pudo bajar de 1,5% mensual y ya el último mes estacionó más cerca del 2%, un guarismo similar al que arrojaría septiembre cuando se conozca el dato el próximo 14 de octubre.
En cuanto al dólar, las turbulencias de las últimas cuatro semanas, la urgencia por incrementar la oferta de dólares, que el Gobierno hizo con una brusca e inesperada suspensión de las retenciones a los granos, fue una señal aplaudida por los agroexportadores, pero leída en forma negativa por los mercados financieros, que siempre e indefectiblemente, se anticipan a los hechos.
En cuanto a la economía ya van dos meses consecutivos de caída en términos desestacionalizados, y la mayor parte de los sectores económicos están estancados o en caída. Con este panorama, lo mejor que puede hacer el Gobierno es traerse el acuerdo por el swap con EE.UU. y alejar los fantasmas en el mercado financiero, para llegar a las elecciones sin más turbulencias.