Dólar: el nuevo escenario cambiario y la estrategia del Gobierno para "devaluar" sin que se note
La nueva etapa cambiaria y monetaria de 2026 tiene a la estrategia de acumulación de dólares como punto saliente. ¿Cuáles son las bases del nuevo escenario?
El ministro de Economía, Luis Caputo, impulsor de los cambios en el régimen cambiario y monetario que entrarán en vigencia el 1 de enero próximo.
ArchivoEl Banco Central (BCRA) presentó las nuevas reglas de juego en materia cambiaria y monetaria que regirán a partir del próximo 1 de enero, que mantienen el esquema de bandas cambiarias, pero con modificaciones en su ritmo y forma, y, por ahora, las restricciones para operar de las personas jurídicas.
Además, el BCRA manifestó su compromiso de comprar divisas en el mercado, en la medida en que la demanda de dinero lo permita.
Necesidad de acumular dólares
Hay tres puntos a destacar:
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• Por un lado, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria, que dejará de ser decreciente, evolucionarán cada mes al ritmo del último dato de inflación mensual informado por Indec, de modo que en enero 2026 se ajustará por la inflación de noviembre 2025 (que fue 2,5%), y así sucesivamente.
• Por otro lado, el BCRA iniciará un programa de acumulación de reservas internacionales consistente con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado de cambios. El escenario de re-monetización que proyecta el BCRA es un aumento de la relación Base Monetaria/PBI del 4,2% actual a 4,8% para diciembre de 2026. Ese incremento sería generado por la compra de US$10.000 millones provenientes de los flujos netos de la balanza de pagos. La cifra podría subir a US$17.000 millones si la Base Monetaria aumentara un 1% adicional del PBI por efecto del mayor flujo de ingresos netos de la balanza de pagos.
• Además, el BCRA compraría divisas diariamente por el 5% del volumen del mercado (volumen que actualmente está en niveles de US$350-400 millones), teniendo en cuenta las fluctuaciones del mercado por estacionalidad y otros factores que pueden afectarlo. También el BCRA podrá concretar compras en bloque para evitar que ofertas de cierta magnitud afecten circunstancialmente el funcionamiento y la estabilidad del mercado.
Tras conocerse las medidas, que vienen de cierta forma a satisfacer los reclamos y advertencias de analistas e inversores, se produjo una caída del riesgo país de 625 puntos básicos a 569 puntos básicos y un aumento del tipo de cambio libre de 2,7%. Ahora bien, analizando el comunicado oficial del BCRA, amén de algunas observaciones, vale la pena ahondar en el nuevo escenario, con énfasis en el compromiso de compra de reservas.
Financiamiento del Tesoro
Está claro que, dados los volúmenes diarios operados en el mercado, la pauta de compra de 5% tiene el propósito de no presionar el tipo de cambio y evitar efectos sobre los precios. Sin embargo, en la medida en que los volúmenes lo permitan, se podrían hacer compras directas en bloque (son operaciones de compra directa de divisas a privados sin pasar por el mercado abierto de cambios), tal cual lo ha venido haciendo últimamente el Tesoro en casos puntuales.
El BCRA apunta, sin comprometerse, a que las compras netas de divisas sean equivalentes a su acumulación teniendo como contrapartida aumentos en la demanda de dinero. Vale señalar que la acumulación de reservas no solo surge de las compras sino también del financiamiento y pago de deuda del Tesoro (y Bopreales del BCRA).
O sea, “se supone implícitamente que el financiamiento externo neto del Tesoro y del BCRA es igual a cero (ingresos y amortizaciones se compensan). De esta manera, las tenencias de reservas internacionales del BCRA servirían para enfrentar contratiempos o situaciones de eventual caída en la demanda de dinero, reduciendo el impacto sobre el tipo de cambio”, interpretan desde Quantum.
Recompra de divisas
Entonces, la capacidad de comprar divisas sería el resultado del influjo en la balanza de pagos, tanto a través de la Cuenta Comercial como la de Capital, incluyendo colocaciones netas de deuda que realice el sector privado y por posicionamientos de carteras. Pero además hay que considerar que la oferta adicional de Base Monetaria esté respaldada por la compra y acumulación de divisas también supone, aunque no está explicitado, de que no habría generación de oferta monetaria por el uso de los depósitos en pesos que tiene el Tesoro en el BCRA.
Según datos de la consultora de Daniel Marx, de los $12 billones creados por “reparto de utilidades” en abril 2025, quedan depositados en el BCRA $3 billones a mediados de diciembre, ya que hubo giros particularmente post elecciones del 26 de octubre pasado.
Aspiradora de pesos
“Para mitigar eventuales presiones cambiarias y sobre precios derivadas del aumento de oferta monetaria, desde principios de septiembre 2025, el BCRA absorbió un saldo de $3,3 billones mediante operaciones pasivas “Simultáneas” al promediar diciembre”.
Otro tema que surge del comunicado es que se reitera el rol del BCRA como agente de regulación monetaria, que ahora se haría, mediante operaciones tradicionales de mercado abierto, Pases locales contra títulos o, secundariamente, adaptaciones en regulaciones de efectivo mínimo sobre depósitos.
Por otro lado, con el objetivo de incentivar la demanda de dinero se considera que la política del BCRA apuntará a que la tasa de interés en pesos sea positiva en términos reales, o sea, supere a la inflación esperada, y también esté alineada con las expectativas de devaluación.
Riesgo país en la mira
En lo que hace al manejo del Tesoro, se supone que, en este contexto, podrá utilizar sus tenencias de pesos (generados por resultado fiscal de caja o financiamientos locales) para comprarle divisas directamente al BCRA y complementariamente buscar financiamiento en divisas, particularmente, en el mercado internacional, lo que sería posible con una continuidad en la reducción del costo de financiamiento para el soberano (que siga cayendo el riesgo país).
Yendo al tema relevante vale analizar qué supuestos hay detrás de la compra de reservas por US$10.000 millones: el escenario base que presentó el BCRA supone que la Base Monetaria aumentaría del 4,2% del PBI actual al 4,8% del PBI en 2026, y señala que esa expansión de la Base sería consistente con la compra de US$10.000 millones en el mercado.
“Asumiendo que el tipo de cambio nominal promedio de 2026 es el que surge de la curva actual de Rofex, del orden de $1.700, y que para expandir la Base Monetaria de 4,2% a 4,8% del PBI, el PBI en pesos corrientes aumentaría 26% anual, por la combinación de la inflación y del crecimiento real.
Por ejemplo, si el PBI real se expandiese 5% y la inflación fuese 20% anual, el BCRA podría comprar esos US$10.000 millones sin necesidad de esterilizar excedentes. Si el tipo de cambio promedio fuese más bajo o la demanda de dinero creciese más de lo previsto en el escenario base, podría acercarse más a los US$17.000 millones mencionados como alternativa”, estima la consultora.