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Banco Central inicia nueva fase de su programa monetario: ajustes cambiarios y compra de reservas

Desde enero el Banco Central ajustará las bandas cambiarias cada mes y comenzará a comprar dólares para recomponer reservas, impactando el mercado de bonos.

Banco Central de la República Argentina.

Banco Central de la República Argentina.

Archivo MDZ

El Banco Central dio a conocer la próxima fase de su programa monetario, que comenzará en enero. El plan amplía las bandas cambiarias e introduce un esquema de acumulación de reservas, condicionado a la demanda de pesos y a la liquidez del mercado. La única pieza que falta es la eliminación de los controles de capital que aún permanecen.

Para los bonos en moneda dura, la noticia es un alivio. Los títulos ajustados por CER deberían destacarse en una primera etapa, impulsados por las expectativas de mayores registros de tipo de cambio e inflación; más adelante, es probable que los bonos a tasa fija tomen la delantera.

Bandas en movimiento: a partir del 1° de enero, el piso y el techo de la banda cambiaria se ajustarán mensualmente en función de la inflación de dos meses atrás. Para enero, esto implica un aumento del 2,5%, en línea con el dato de noviembre.

Reservas en alza: también desde enero, el Banco Central comenzará a comprar dólares —hasta un 5% del volumen diario operado en el mercado— para recomponer reservas sin una esterilización constante. El escenario base supone un incremento de 0,6 puntos porcentuales en la demanda de dinero, suficiente para habilitar compras por US$ 10.000 millones; cada punto adicional permitiría adquirir US$ 17.000 millones. Se recurrirá a operaciones en bloque cuando sea necesario y no se descarta una esterilización transitoria.

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Un marco más claro: la gestión de la liquidez se apoyará en operaciones de mercado abierto con Lecaps y repos, con tasas fijadas por el Banco Central para seguir los niveles del mercado. En la conferencia de prensa posterior al cierre del mercado, el presidente del Banco Central, Bausili, mencionó que la normalización de las operaciones de repos está en marcha y avanza según lo previsto.

También señaló que el Banco Central continuará activo en el mercado de repos, ofreciendo tasas de corto plazo algunos puntos por debajo de la curva de Lecap, con el objetivo de incentivar a los inversores a extender la duración de sus carteras más allá del money market.

Los encajes se mantendrán restrictivos mientras la inflación supere la de los pares de América Latina. Sobre este punto, el presidente Javier Milei dijo recientemente que espera que la inflación converja a esos estándares internacionales hacia agosto de 2026.

Qué cambia

Algunas consideraciones. Aunque la comunicación no es explícita, el Banco Central parece estar desplazándose hacia un esquema basado en agregados monetarios. El ritmo de acumulación de reservas dependerá del crecimiento de la demanda de dinero, que —según los comentarios de Bausili— debería medirse a través de la base monetaria y no del M2 transaccional utilizado a comienzos de este año.

En este contexto, la calibración del objetivo monetario es clave, ya que señala los supuestos sobre el crecimiento nominal. El pronóstico del Banco Central, y el objetivo implícito, se darán a conocer en el próximo informe trimestral de política monetaria, cuya republicación está prevista para este mes.

Cabe destacar que el M2, de manera discutible, ya venía mostrando un desempeño inferior al previsto por el Banco Central incluso antes del salto en la incertidumbre política, tal como se observa en el gráfico que se presenta a continuación.

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Reacción del mercado. Los bonos soberanos en moneda dura reaccionaron con una fuerte suba tras conocerse las medidas, con ganancias cercanas a un dólar a lo largo de toda la curva. Los bonos en pesos mostraron un comportamiento más dispar. Tras el cierre del mercado oficial de cambios, el BCRA confirmó mediante un comunicado que, en adelante, las bandas cambiarias se ajustarán en función de la inflación al consumidor.

La reacción inmediata fue presión vendedora sobre los títulos a tasa fija, lo que aplanó la curva y borró las ganancias de la mañana; los bonos de reciente emisión incluso cerraron por debajo de sus precios de colocación. En cambio, los bonos ajustados por inflación (CER) se movieron en sentido opuesto, con la curva en general en alza en torno al 1%.

Estrategia. Para los bonos en moneda dura, la noticia es un factor claramente positivo. Hemos sido insistentes en que consideramos muy probable una mejora en la calificación soberana, que podría convertirse en el catalizador que impulse el próximo rally sostenido. Las nuevas medidas incrementan esas probabilidades.

Bonos en pesos

Para los bonos denominados en pesos, nuestra visión es más matizada. Los títulos ajustados por CER deberían destacarse en una primera etapa, impulsados por las expectativas de mayores registros de tipo de cambio e inflación, aunque creemos que el impacto del tipo de cambio sobre la inflación será transitorio. Más adelante, es probable que los bonos a tasa fija tomen la delantera, de la mano de una baja de las tasas cortas, que estimamos no será inminente.

* Federico Filipini, Chief Economist de Adcap Grupo Financiero.

* Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero.