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Gustavo Idígoras: "Queremos que siga la baja de retenciones, pero el equipo económico dice que en junio termina"

El Gobierno le prende una vela al campo, la verdadera "fábrica de dólares" de Argentina. Pero la inestabilidad global por los aranceles de Trump, el riesgo cambiario y las retenciones están en agenda.

Carlos Boyadjian
Carlos Boyadjian sábado, 5 de abril de 2025 · 07:34 hs
Gustavo Idígoras: "Queremos que siga la baja de retenciones, pero el equipo económico dice que en junio termina"
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC y referente del Consejo Agroindustrial Argentino, estima que esta campaña gruesa aportará más de 100 millones de toneladas de granos exportables. Foto: Agustín Tubio/MDZ

Comenzando la cosecha gruesa (soja y maíz), dos cultivos clave para la generación de divisas vía exportaciones, las expectativas están centradas en el clima y en el volumen de producción que podría alcanzarse. En momentos en que el mundo está convulsionado por la desatada guerra comercial vía aranceles de importación, el sector primario argentino espera una buena cosecha de granos, pero reclama estabilidad cambiaria y previsibilidad.

"En este preciso momento Argentina es el gran oferente de maíz a nivel mundial", asegura Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) en diálogo exclusivo con MDZ.  agrega un dato alentador: "En maíz estamos más que triplicando los volúmenes de exportación que está haciendo Brasil".

Hay pendiente sí, algunas cuestiones clave y entre ellas sobresale la baja temporal de los derechos de exportación o retenciones, que beneficia con 20% puntos de quita a los principales cultivos y sus derivados hasta el 30 de junio. La expectativa del sector es que continúe, aunque ya hay indicios de que no será así. "Queremos que continúe la baja de retenciones, pero hemos escuchado al equipo económico decir que no va a seguir", anticipa Idígoras.

- La cosecha de maíz arrancó hace algunas semanas y la de soja está empezando ahora. ¿Qué están viendo a nivel de producción para esta campaña gruesa?
- Bueno, es una campaña que climáticamente ha tenido varios cambios, en la época de cultivo primero nos encontramos con fuertes calores en enero, que parecía que iban a destruir o a golpear muy duro la condición de los cultivos, particularmente del maíz. Recordemos que el maíz que uno ve crecer en el verano son los dólares que tiene Argentina en marzo y en abril, así que cuanto mejor crezca, mayor la cantidad de dólares que vamos a tener. Los sofocones de calor no fueron tan duros sobre los cultivos.
Hoy se calcula que tenemos un volumen de más de 15 millones de toneladas como disponible, lo cual está haciendo que podamos tener buenos contratos de venta. En maíz estamos más que triplicando los volúmenes de exportación de Brasil. En este momento Argentina es el gran oferente de maíz a nivel mundial y eso lo estamos viendo con el flujo de camiones hacia el puerto. Hemos llegado a un récord histórico de cierre de marzo en más de 6.000 camiones diarios únicamente de maíz.
En el caso de soja, está en etapa de inicio de cosecha, en el norte ya empezó de a poco la cosecha. También vemos que puede haber un buen número total, se habla de 49 millones de toneladas de producción, que es el histórico de la Argentina. 
Las distintas bolsas de cereales, de Buenos Aires y de Comercio Rosario están haciendo estimaciones, así que podemos estar en una campaña de 48, 49 millones para el maíz y 49 millones para la soja, que significa básicamente que Argentina va a tener volúmenes históricos razonablemente estables para poder vender al mundo. Luego viene a quién le puedo vender, a qué precio y de qué manera, pero al menos los granos están disponibles.

-Lo que se ve en los últimos años, más allá de la sequía, es que tampoco se pueden quebrar esos volúmenes hacia arriba. ¿Qué hace falta para incrementar el área sembrada?
-Es una gran pregunta, porque la verdad que estamos absolutamente estancados. Hace 15 años no nos movemos. Así como padecemos el faltante de divisas. Hay muchas causas que tienen que ver y la primera es el agro. El agro hace 15 años no crece. El agro tiene el pie en la cabeza, que no le permite crecer. Las retenciones son el gran problema, pagar 33% más impuestos que el resto de la economía argentina, lo hace inviable y por eso hace 15 años no crecimos.
Mientras nosotros nos dormimos, Brasil pasó de 70 millones de toneladas a más de 200 millones de toneladas, Paraguay y Bolivia crecieron cinco veces más que la Argentina y Estados Unidos también creció, 45% más. Ese estancamiento de producción está llevando a un estancamiento de inversión. Desde hace cinco años no vemos una sola inversión nueva en Argentina. Mientras todo viaja para Brasil para invertir y crecer, en Argentina no se invierte y ése es el gran tema, la retención.
Y el segundo tema es la logística exportadora fluvial, donde tenemos el gran desafío de la Hidrovía, porque es la autopista, que desde la década del 90 tampoco se hace nada.

-Ahí hubo un tema importante, la licitación de este año quedó finalmente desierta. ¿Hubo algún avance en ese sentido?
-Luego del inconveniente que hubo a mediados de febrero, que el Gobierno no pudo avanzar en la adjudicación porque se presentó un solo oferente, el Gobierno ha prometido volver a activarlo. Nosotros hemos dicho que es urgente, ya no puede seguir esperando más tiempo. Tenemos un calado de 34 pies, el mundo está en 40 pies. Los barcos llegan vacíos y se van semi llenos, regalamos 30 o 40% de carga a Brasil porque tienen que ir a buscar carga. Así que Argentina está perdiendo 5 mil millones $ por año por no tener un dragado y un balizado a 40 pies, llevado de manera progresiva, en etapas. Esto es lo que tiene que resolver la licitación.
El Gobierno nos invita a participar el 9 de abril en el nuevo Palacio de la Libertad (ex CCK) en un evento para relanzar esta licitación. Nosotros le pedimos que no tarde más de tres meses en publicar los nuevos pliegos y tres meses en adjudicar. 

-En infraestructura hay varios proyectos que tiene la provincia de Santa Fe para mejorar acceso a puertos en materia terrestre. ¿Qué obras hacen falta?
-En Santa Fe sobre la vera del río Paraná tenemos 22 puertos, que en total representan una capacidad exportadora, igual que todo el territorio norteamericano, con sus puertos. Por lo tanto, es el clúster agroindustrial más grande del mundo y ese clúster está hecho con caminos de tierra. Veinte veces pagamos las autopistas, tendrían que ser autopistas colgantes y hoy tenemos caminos de tierra. Ésa es la realidad de la Argentina. 

-Es decir que somos competitivos a pesar de todos esos déficits.
-El principal cliente de Argentina es Vietnam, hoy vienen los vietnamitas a ver cómo cargamos, exportamos y operamos, no lo pueden creer, esto no debería suceder, sin embargo, sucede. El gobernador tomó la decisión de priorizar las inversiones que tengan impacto directo y concreto. Hemos acordado un plan junto con ellos y la Bolsa de Comercio de Rosario. En la primera etapa fueron 50 millones de dólares que ellos fueron al mercado privado. Nosotros fuimos tomadores de bonos de la provincia a tres años para financiar la tercera mano de la autopista Rosario- Santa Fe, la parte hasta San Lorenzo, y ahora el gobierno provincial ha conseguido 150 millones de dólares de financiamiento de la CAF, y eso va a ser muy bueno porque es para todas las obras que faltaban. Vamos a terminar con algo que hoy es increíble, pero además también para la seguridad de los vecinos. Pensemos que llegamos a tener por día una fila de camiones que si los pusiéramos en todos en línea exactamente cubrirían la distancia entre Rosario y la Ciudad de Buenos Aires en espera, 300 kilómetros. Con estas obras se va a solucionar plenamente. 

-Mencionaste antes el tema retenciones. Este año hubo una buena noticia para el sector, que es una baja temporal para los principales cultivos y la eliminación para economías regionales. ¿Qué va a pasar a partir del 30 de junio cuando eso venza? ¿Hay expectativa de que se prorrogue?
-La verdad es que nosotros tenemos el deseo y la convicción de que esto siga, pero también hemos escuchado varias veces al equipo económico decir que esto no va a seguir. No porque no quieran, el presidente ha sido siempre muy claro sobre que hay que eliminar las retenciones. No pueden hacerlo. Por una simple razón y es que el Gobierno el año pasado tuvo un superávit fiscal total, que fue de 800 millones de dólares, que son los que pueden "consumirse" en baja de retenciones ahora y se van a consumir antes del 30 de junio.


El Gobierno no puede extenderlo porque si no dejaría de cumplir el bastión central de la política económica. Pero además tendría problemas con incumplimiento con el programa el Fondo Monetario, que es la condición sine qua non para que se pueda aprobar por el directorio del Fondo Monetario. Así que esos dos elementos llevan a que a partir del 1 de julio las retenciones vuelvan a sus alícuotas originales. Si ahora el Gobierno sube las retenciones, en septiembre probablemente las decisiones de inversión en maíz y soja sean menores, que si tuviéramos menores retenciones.

Estamos tratando de mostrarle números al Gobierno. Hemos hecho un ejercicio con la Bolsa de Buenos Aires, que muestra que podríamos ampliar en 10 millones de toneladas producción de soja, que son alrededor de 4000 millones de dólares más para la República Argentina el año que viene. Pero el Gobierno también ha sido muy contundente en decir que no tiene ese margen fiscal. Argentina está estancada en 100 millones de toneladas de exportación. Podríamos perfectamente en solo dos años generar más de 15 mil millones de dólares. Lo que hablamos de Vaca Muerta todos los años, el agro lo puede generar sin ningún tipo de subsidio, solo bajando retenciones.

-¿Los productores están reteniendo y no liquidan? ¿Están esperando mejores precios?
-Hasta ahora es un año relativamente bueno. Estamos en cerca de 6.000 millones de dólares desde el primero de enero hasta comienzos de marzo. Cerramos marzo como un mes un poco por debajo de febrero, pero un mes relativamente normal. Lo que ha pasado en los últimos diez días es que históricamente en Argentina, cuando hay algún tipo de inestabilidad en el mercado cambiario, impacta en la reducción de ventas del mercado de granos. Es natural porque el productor tiene un producto en su campo que es valor dólar y, por lo tanto, si ese valor puede llegar a alterarse hacia el futuro, ¿por qué razón tomaría la decisión de venta ahora? Naturalmente el productor tiene una expectativa y eso ha llevado que el flujo de venta de soja, que veníamos en unas 300.000 toneladas diarias haya caído sensiblemente a 30.000 o 40.000 toneladas. 

-¿Cómo están los precios internacionales? ¿Empiezan a rebotar?
-Hay un gran dilema, el mundo está totalmente convulsionado, más que lo que podemos tener en Argentina. Estamos viendo que hoy todos los precios de los commodities agrícolas y los alimentos en general que se comercializan en el mundo están impactados por una geopolítica muy cambiante, por una posición muy cambiante del presidente de Estados Unidos, que a la mañana se levanta y dice una cosa, al mediodía dice otra y a la noche otra.
Trump se pelea con China o con Europa, entonces China dice yo voy a pagar más los granos de América Latina, del Mercosur, porque quiero asegurarme que tenga la respuesta a mi seguridad alimentaria., India dice lo mismo. Eso genera tendencias posiblemente alcistas para el precio de los granos o de las carnes. Vamos a ver cómo evoluciona. Lo que queda claro es que no va a haber estabilidad y que el mundo va a tener que empezar a convivir con bastante incertidumbre.

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