En el comercio chileno dicen que valió la pena abrir el Viernes Santo por las ventas a los argentinos

Finalmente el Viernes Santo no fue un feriado irrenunciable en Chile y el comercio abrió sus puertas, algo que durante muchos años fue algo que no sucedió en el vecino país. A la hora del balance, desde entidades que agrupan a empresarios del comercio valoraron la apertura, principalmente por la cantidad de argentinos que fueron de compras.

José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), dijo a Emol que "pese a la polémica, lo cierto es que todo funcionó con normalidad. El comercio abrió, el turismo se activó y muchas familias aprovecharon el día, a lo que se sumó la masiva llegada de argentinos".

El representante empresarial dijo que "es importante que este tipo de temas (por el feriado) se debatan con anticipación y altura de miras, pensando en lo que necesita el país para crecer y desarrollarse. Lo cierto, es que el comercio funciona cumpliendo las normas vigentes y aporta al crecimiento económico de manera significativa, incluyendo el desarrollo de las empresas de menor tamaño que son la mayoría dentro del sector", puntualizó.

En la misma línea, se refirió Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), quien advirtió que "habría sido muy negativo que hubiera prosperado la idea de que fuera un feriado irrenunciable". "Creemos que ya tenemos suficientes feriados irrenunciables que impiden la opción de poder generar actividad económica y empleos", complementó.

Mónica Zalaquett, presidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), por su parte proyectó "un buen flujo de argentinos, en torno a los 140 mil entre jueves y domingo" a lo largo de todo el vecino país. Desde Mendoza fueron más de 20.000 las personas que viajaron, una cifra menor a la que se esperaba, pero igualmente importante a la espera de lo que será la evolución de las compras en Chile.

En declaraciones a medios trasandinos, muchos argentinos que se trasladaron a los outlets, como el Easton, manifestaron que se gastaron entre US$500 y $600 en productos que en la Argentina hoy cuestan unos US$1.000. Como es ya conocido, apuntaron a la ropa deportiva y productos electrónicos, principalmente.