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Dudas y certezas sobre la solidaridad de Santi Maratea con Independiente

Tras haber reconocido que se quedará con el 5 % de la recaudación que lleva adelante para pagar la deuda del club con México, surgen dudas sobre la base legal del sistema de colectas del influencer.
Santiago Maratea Foto: Télam
Santiago Maratea Foto: Télam

La decisión de Santiago Maratea de transparentar que un 5 % de lo recaudado en la colecta para pagar parte de la deuda de Independiente quedará para su haber como una suerte de comisión por la recaudación de fondos abrió un debate complicado sobre la forma en que se manejan sus colectas.

El tema ya es controversial al punto que durante el fin de semana aparecieron opiniones cruzadas sobre la responsabilidad impositiva contable de Maratea sobre los fondos recaudados y por la declaración o no, habida cuenta que solo el caso de la colecta para Independiente relacionado con el pago de la deuda al América de México por el pase de Cecilio Domínguez hasta ayer sumaba $600 millones.

Martín Litwak, abogado especializado en planificación patrimonial, fiscalidad internacional y Magister en Finanzas usó su cuenta de Instagram para poner claridad sobre la operación de recaudación de fondos que lleva Maratea en el caso particular de Independiente, pero que puede ser aplicada también a cualquier otro emprendimiento del mismo tipo que suele a ver el influencer.

“Ante numerosas consultas, resumo mi opinión acerca de la manera en que se está llevando a cabo la colecta que está realizando @santimaratea”, arranca Litwak y aclara: “no estoy opinando sobre su persona, sobre sus preferencias políticas ni sobre nada que se le parezca”.

  1. “En primer lugar, me alegro mucho por @caindependiente y espero que el club maneje los fondos que finalmente reciba de manera correcta.
  2. En segundo, me parece sumamente positivo que Santiago haya finalmente armado uno o más fideicomisos ya que el carecer de una estructura legal implicaba muchos riesgos para él, sobretodo desde el punto de vista fiscal/tributario personal.
  3. Sentado ello, está claro que - más allá de la acción de caridad, en ese caso a favor de un club de fútbol - Santiago persigue un fin de lucro (quedarse c/el 5% de lo recaudado) y está bueno que haya sido transparente al respecto. Y mejor aún habría sido que mostrase públicamente el fideicomiso.
  4. Eso no está mal en sí mismo, porque nadie obliga a nadie a participar de la colecta, pero no es habitualmente cómo se manejan las acciones filantrópicas.
  5. Por lo general la figura más común para estos fines es la de la fundación (doméstica u offshore), o inclusive la de una asociación civil y no la del fideicomiso, que se usa mayormente para inversiones y planificación familiar. Además, quien las lleva a cabo no suele quedarse con fondos.
  6. Habiendo optado por la figura del fideicomiso, tendría que haber contratado un fiduciario profesional con experiencia relevante en la materia. Hay muchos y no es complicado.
  7. Sentado ello, las acusaciones sobre lavado de dinero son 100% ridículas y queda clara la profunda ignorancia legal de quien las formula. Eso si, si yo fuera Maratea, la plata se la doy a independiente y ahí termina mi trabajo. Si se pone a auditar créditos de terceros, se va a complicar la vida sin sentido”.

En la explicación quedan en evidencia algunos puntos que en colectas anteriores generaron dudas más que razonables. Por ejemplo, Maratea ahora hace explicito y sin lugar a dudas que su colecta tiene, además del objetivo filantrópicco, un fin de lucro personal que no podría ser cuestionable pero que es necesario que sea conocido por quienes participan con donaciones.

Tambien se explicita la necesidad de llevar adelante las colectas a través de fideicomisos que deben ser conocidos, con números y contabilidad pública y, además, contar con una fundación o asociación civil que le de basamento legal a la organización, en lugar de un solo un fideicomiso. Litwak aclara, además, que en estos casos no es usual que exista un lucro porcentual detrás de las colectas.