Muy tarde: llegó la lluvia, pero ya se perdió el 70% del maíz

"Las lluvias son el final del velatorio: ya enterramos la campaña 2022/23”, sentenciaron los técnicos que realizaron el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. Esta frase marca la realidad de lo que se vivió en la temporada de verano agrícola por la histórica sequía. El maíz tardío se desplomó por las brutales condiciones ambientales. "En 15 días los promedios cayeron 20 quintales y se perdieron al menos 90.000 hectáreas más", señalaron.

No obstante, lo que viene para adelante es algo más alentador. El regreso de las lluvias a la región núcleo, con casi 50 mm en promedio en la región provocó que un cambio en las perspectivas por la modificación del patrón de clima en la segunda quincena de marzo.

"Hay un cambio en la circulación, descenso de las temperaturas y precipitaciones de amplia cobertura y con importantes acumulados. Se superaron los 100 mm en Idiazábal (149,5), Colonia Almada (112) y Bellville (104) en el este de Córdoba. Centro y sur de Santa Fe registró de 80 a 30mm con un claro gradiente negativo hacia el sur".

¿Qué sucederá con cultivos?

"Aunque las lluvias le ponen final a la angustia de no saber cuánto más se podía seguir perdiendo, ahora ya hay una idea de lo que podrá cosecharse”, dice el informe de la Bolsa.

En resumen: para los maíces tardíos el 30% de las siembras de diciembre no lograron formar espigas, pero hay otros lotes en los que hay posibilidades de alcanzar los 25 a 30 qq/ha. La mayor esperanza está puesta en las siembras de fines de enero. “Si no los agarra una helada temprana, podrían dar una sorpresa y alcanzar hasta 30 qq/ha”, indican. 

Al inicio de campaña, en la región núcleo el horizonte productivo con un escenario normal de clima mostraba 10 millones de toneladas de maíz, el 8 de febrero la estimación bajó a 4,9 y hoy se estima que serán 3,2: esto es el 32% de lo que se esperaba al principio.