Fenomenal emisión monetaria

A cuanto llegó el tsunami de pesos que emitió en 2022 el Banco Central y cuál será su impacto

La "maquinita" del Central no dejó de trabajar en todo el 2022 y, de hecho, registró un nivel récord de emisión monetaria. Sin embargo, la lluvia de pesos no terminó pateando el tablero. Cómo se explica y cuál será el impacto en la inflación este año.

Jorge Herrera
Jorge Herrera sábado, 7 de enero de 2023 · 07:00 hs
A cuanto llegó el tsunami de pesos que emitió en 2022 el Banco Central y cuál será su impacto
Foto: Banco Central de la República Argentina
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Se están cerrando los números oficiales finales de 2022 y el tsunami de pesos emitidos por el Banco Central (BCRA) superó ampliamente todos los pronósticos previos. Si se contemplan todas las “canillas”, la lluvia de pesos suma más de $6,5 billones. Veamos cómo se explica que con semejante emisión de dinero no haya explotado todo aún.

En primer lugar, veamos cuáles fueron los principales factores que explican o dieron lugar a la emisión de dinero. Por orden de magnitud, fueron los intereses que paga el BCRA por su deuda, tema al que ya nos referiremos más adelante. Por esta causa emitió nada menos que casi $3,4 billones.

En segundo lugar, fueron las intervenciones del BCRA en el mercado de bonos y del dólar futuro. Por esta vía se emitieron cerca de $1,7 billones. Esta emisión se explica principalmente por las compras netas de títulos públicos que realizó el BCRA para sostener los precios de los bonos soberanos, para darle liquidez a los fondos comunes de inversión y para intervenir en las cotizaciones de los tipos de cambio financieros (contado con liquidación o CCL y el dólar bolsa o MEP).

Las intervenciones más fuertes se llevaron a cabo en el bimestre junio- julio (más de $1,2 billones) en medio de la crisis por la ida del exministro Martín Guzmán. Pero también continuaron a lo largo del último trimestre del año pasado sumando más de medio billón de pesos.

El factor dólar soja

En tercer lugar, se ubican las intervenciones en el mercado de cambios, o sea, las compras netas de divisas al sector privado. En total, por esta vía se emitieron casi $1,5 billones. Estas operaciones estuvieron vinculadas principalmente con los llamados programas Dólar Soja, por ello se concentraron en setiembre ($1,1 billones) y en diciembre (casi medio billón de pesos).

A esta altura, no hay que ser ningún experto para sumar estos tres factores y ver que la avalancha de pesos se acercaba temiblemente a los $6,6 billones. ¿Qué hizo el BCRA para evitar dejar toda esta masa de dinero suelta en la calle?

Aquí aparecen las ya famosas LELIQ que son las Letras de liquidez del BCRA, antes conocidas como LEBAC, sobre todo en la gestión de Cambiemos. Es que el ente monetario recurre a dos mecanismos para ir regulando la liquidez del mercado, o mejor dicho, cuántos pesos quedan libres circulando en la economía. La gran diferencia entre ambas historias es que las LEBAC las podían tener cualquier ahorrista o inversor, en cambio las LELIQ solo pueden tenerlas fundamentalmente los bancos.

Uno de los mecanismos se centra precisamente en las LELIQ, y el otro en los Pases. Las primeras son bonos de deuda que emite el BCRA y por los que paga una tasa de interés, que es la que se define como tasa de referencia de la política monetaria. Los segundos son otra vía para absorber liquidez del sistema y no son otra cosa que colocaciones de los bancos en el BCRA a un día o a 7 días de plazo, por las cuales también paga, obviamente, una tasa.

Absorción de pesos

Entonces, todos los pesos que fue emitiendo el BCRA por los factores ya mencionados, los va retirando del sistema vía las LELIQ y los Pases. La suma de ambos es lo que se denomina la deuda remunerada del BCRA o los pasivos monetarios remunerados.

A través de las LELIQ el BCRA aspiró más de $5,8 billones. En cuanto a los Pases, este año debido a un cambio de la política monetaria que indujo a los bancos a migrar sus tenencias de Pases hacia las LELIQ, terminaron siendo otro factor de emisión por casi $0,9 billones.

Ahora bien, con semejante tamaño de absorción monetaria hay que ver a cuánto llegó el stock total de la deuda remunerada: a nada menos que $10,1 billones (8 billones en LELIQ y 2 billones en Pases). Esta deuda es la que se retroalimenta por el pago de los intereses correspondientes, porque el BCRA los paga casi en su totalidad con más LELIQ. Es un círculo vicioso. Sólo basta mencionar que esta deuda hoy se está remunerando a una tasa anual del 75% y 70% respectivamente. Huelgan las palabras.

¿Qué pasó con el sector público? En 2022 el Tesoro apenas fue “culpable”, en forma directa, de una emisión de solo $11.300 millones: el BCRA le dio Adelantos Transitorios por $620.000 millones, pero a la vez, el Tesoro le vendió divisas por el equivalente a $235.000 millones netos, y además el Tesoro aumentó sus depósitos en el BCRA en casi $374.000 millones.

De esta manera, la emisión directa al Tesoro fue de solo $11.300 millones. Claro que también habría que contemplar la emisión que hace el BCRA cada vez que Economía no logra refinanciar el 100% de los vencimientos de deuda, pero eso es harina de otro costal.

Todo esto explica por qué la base monetaria solo creció menos de $1,6 billones el año pasado llegando a un total de $5,2 billones y no voló todo por los aires. Claro que hay encapsulada el equivalente a dos bases monetarias más en LELIQ y Pases, para tener una dimensión del desbarajuste monetario. Pero éste será un tema a ir resolviendo, quizás, para el próximo gobierno.

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