Alfredo Romano: "El riesgo de hiperinflación es absolutamente latente"
Casi con seguridad la principal preocupación en materia económica para los argentinos es la inflación, que carcome los bolsillos mes a mes, con precios que corren mucho más rápido que las mejoras en los ingresos. Pero para los economistas, tal vez haya otro foco incluso más preocupante, que es la "bola de nieve" de las Letras de Liquidez del Banco Central (Leliq).
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Para que se entienda, las Leliq son títulos que emite la autoridad monetaria para "esterilizar" o sacar de mercado parte de los billetes que el Tesoro lanza al mercado vía emisión monetaria -sin respaldo- por incremento del gasto público y en parte también para cubrir el déficit fiscal. Pero esos títulos, que en general suscriben los bancos, aseguradoras y otros inversores institucionales, pagan una tasa de interés cada vez mayor al momento de su renovación.
Con la emisión de estos títulos el Gobierno busca evitar un incremento de la inflación. Para Alfredo Romano, presidente de Romano Group y director de la Carrera de Economía de la Universidad Austral, esta montaña de Leliq ya alcanza un nivel muy preocupante.
En diálogo exclusivo con MDZ, Romano señaló que para no seguir perdiendo reservas se requiere una devaluación del tipo de cambio, pero entiende que la política que sigue el Gobierno busca evitar el salto del tipo de cambio, sin resolver el problema de fondo, "parando fuertemente la actividad económica". Y sostuvo que el riesgo de hiperinflación es "absolutamente latente" y el riesgo de un Rodrigazo "es inminente".
- ¿Qué análisis hace sobre la suba del tipo de cambio de los últimos días y la ampliación de la brecha?
- Hay varios factores que están condicionando fuertemente a los tipos de cambio paralelos y que eso va a continuar en el dólar soja, que termina siendo un parche más en pos de conseguir liquidez y dólares, para no tomar la decisión relevante, que es la devaluación para ajustar los tipos de cambio y no perder sistemáticamente reservas. Acá hay una contracara muy fuerte, que es sumar dólares a través del dólar soja, que es la emisión que tiene que generar el Banco Central para poder pagar este dólar soja, $230. Como sabemos, el Gobierno tiene acordado con el Fondo Monetario Internacional un camino, un sendero monetario y fiscal, que se intenta en parte cumplir y en parte no. Pero a nivel monetario, si esos pesos quedaran circulando en la calle, ampliaría fuertemente la base monetaria. Entonces, el Central hace que termine esterilizado, se lleva los pesos y termina sumando más letras de liquidez (Leliq), que son las primas de hermana de la Lebacs (Letras del Banco Central) de 2018 y la explosión de Cambiemos.
- ¿La alternativa es una devaluación, un salto discreto del tipo de cambio? ¿Cuál es el camino para para encarar esta situación?
- Frente a un Gobierno que no cree en los planes económicos, la devaluación es el último camino. Como dijo el número dos de Economía, Gabriel Rubinstein, termina siendo un Rodrigazo o un proceso de aceleración inflacionaria muy fuerte. Por eso, entienden que el salto discreto (importante) del tipo de cambo no es una opción. Probablemente, van a intentar de estirar al máximo, utilizando todos estos mecanismos para evitar el salto del tipoi de cambio, trabando más las importaciones, subiendo fuertemente la tasa de interés y parando fuertemente la actividad económica. Esta liquidación de soja, que termina siendo un anticipo, en los próximos meses en año electoral va a tener una consecuencia sobre presión cambiaria.
Frente a un gobierno que no cree en los planes económicos, la devaluación es el último camino. Como dijo el número dos de Economía, Gabriel Rubinstein, termina siendo un Rodrigazo o un proceso de aceleración inflacionaria muy fuerte.
- ¿Qué escenario ve frente a la fuerte emisión monetaria y la bola de nieve de las Leliq? ¿Puede continuar la tendencia?
- A fin de mes probablemente va a llegar ya 10 billones de pesos. Es un número considerable al tipo de cambio oficial, estamos hablando de más de 65.000 millones dólares. Recordemos que en 2018, cuando fue el estallido de la anterior gestión, el stock de las letras de liquidez o Lebacs era alrededor de 90.000 millones de dólares. Pero cuando uno hacía el ratio, por ejemplo, pasivos, remunerados, sobre reservas encontrabas que el ratio era bastante inferior a lo que estamos viendo hoy. Ese ratio llega al 210%, que es similar o acercándonos a lo que fue en pre hiperinflación de 1989.
- ¿Esto significa que estamos, de alguna manera, en riesgo de hiperinflación?
El riesgo es absolutamente latente, lo vengo sosteniendo hace rato. Después vino Rubinstein y terminó haciéndolo público. El riesgo hiperinflacionario existe y el riesgo del Rodrigazo, que es la devaluación, es inminente. Si este gobierno, sin un plan económico decide devaluar, bueno, va a haber una aceleración inflacionaria y una corrección de precios enormes.

- Usted habla de 10 billones de pesos de Leliq pero la cifra de muchos ceros es complicada de dimensionar para la gente común. ¿Qué son $10 billones en términos de PBI?
- Alberto Fernández recibió un stock del Leliq en 2019 de $1,2 billones. Hoy es $10 billones, el aumento en casi diez veces. Nuestra proyección indica que va a terminar entregando el gobierno, probablemente con más de $25 billones de pesos. O sea, multiplicó esa deuda por 25. Otra comparación interesante es recordar que Alberto Fernández decía como promesa de campaña que iba de fondear esa deuda, se iban a dejar de pagar los intereses para pagarle a los jubilados. Bueno, esos intereses representaban alrededor de $60.000 millones por mes. Hoy el stock del Leliq genera más de $500.000 millones por mes de intereses. Ahí se puede empezar dimensionar cómo se han agregado ceros. Yo ya no hablo de bola de nieve, esto es una montaña de pesos, con una corrección o un camino absolutamente incierto.
Alberto Fernández recibió un stock del Leliq en 2019 de $1,2 billones. Hoy es $10 billones, el aumento en casi diez veces. Nuestra proyección indica que va a terminar entregando el gobierno, probablemente con más de $25 billones de pesos
- En términos de la tasa de interés que pagan, el último año también fue creciendo un poco. El FMI pide que la tasa sea positiva, pero por el otro lado, si no tenés una tasa atractiva, el mercado no lo convalida.
- Si, tal cual. Habría más presión hacia el dólar o la suba de la tasa a partir de julio o agosto con la salida de Guzmán, aceleró esto de tener una tasa real positiva y por eso subió más de 20 puntos en menos de dos meses. Además, le agregó a este tema la última licitación del Tesoro para financiar este programa económico. Ya la tasa efectiva anual llegó al 118%. Estamos hablando de un número alto y que, lamentablemente, va a tener condiciones muy adversas en la economía doméstica en los próximos 12 meses.
- El equipo económico pareciera haber encontrado en el dólar soja 1 y 2 una tabla de salvación. ¿Cómo imagina en materia de reservas lo que resta del año y el primer trimestre de 2023?
- Va a ser un problema. Los próximos seis meses son determinantes para ver en qué condiciones puede llegar este gobierno a entregar a la nueva gestión económica. Si con desmadre de dólares financieros, problemas inflacionarios mucho más serios que los actuales o no. Pero creo que las condiciones van a recrudecer fuertemente por distintos factores. El primero, está asociado a la sequía, ya sea lo que fue la fina y lo que puede ser la gruesa. Ya hay proyecciones en la Bolsa Comercio de Rosario en un escenario base con menos de 10.000 millones de dólares que el Gobierno no va a recaudar en año electoral. El segundo, el año electoral, con una economía bimonetaria y sin moneda. Además, en un año electoral la tendencia siempre es dolarizar posiciones, carteras, resguardarse frente a lo que puede ser un cambio de ciclo político. Y el tercero, está asociado a todos estos condimentos de acelerar, la liquidación de cosecha, porque acá en el fondo, entre septiembre y ahora diciembre se van a liquidar más de US$ 14.000 millones, que en el fondo es un stock que te estás comiendo el año electoral.

- ¿Cómo se hace para desarmar esa montaña de Leliq de la usted habla?
Es muy complejo. Realmente, es una decisión que va a llegar con la nueva gestión. Quiero ser enfático en esto. el desorden del Banco Central, las aberraciones que están haciendo en materia monetaria en la Argentina no se han visto jamás. El Central está emitiendo hoy pesos para poder pagar un tipo de cambio $230 a los exportadores de soja, y después se da vuelta vendiendo a $170. Al Central lo estás agujereando todos los días. En el fondo, el Banco Central sigue emitiendo para pagar y para comprar deuda del Tesoro, entonces en materia monetaria es realmente un desastre y las consecuencias van a ser desastrosas.
- Hay varios tipos de cambio, dólar turista, dólar soja, etc. ¿Habría que ir hacia un desdoblamiento cambiario, un tipo de cambio financiero y otro oficial para comercio exterior?
- Los desdoblamientos están sucediendo en turismo, dólar, Qatar, dólar soja para liquidar exportaciones a $230. En 2023 el gobierno va a intentar mantener el statu quo, lo que está haciendo hoy, o sea, seguir utilizando estos desdoblamientos ficticios para llegar, es un plan absolutamente de llegar, de salvataje y dejar la mejor bomba al que sigue para ver si en el 2027 vuelven a ser competitivos, porque el punto de partida va a ser determinante también el éxito del nuevo programa económico.


