Carla Vizzotti y la Sputnik V, las últimas víctimas del recorte del gasto

Mientras la política mira casi unánimemente hacia la causa Vialidad Nacional y sus múltiples consecuencias, Sergio Massa sigue avanzando en su estrategia de reducción del déficit fiscal. Y aplicando la eliminación de partidas asignadas a otros ministerios que tienen subejecución presupuestaria.

Ya fueron "víctimas" de la acción carteras como la de Educación, Ciencia y Tecnología, Obras Públicas, Transporte y Turismo. En las últimas horas le tocó a Carla Vizzotti y el Ministerio de Salud. Y en un área muy particular que en otros tiempos recientes hubiera generado una tormenta política, pero que en estos días es casi un acto de prudencia fiscal y financiera.

Las partidas destinadas según el Presupuesto 2022 a la compra de vacunas Sputnik quedaron desde las últimas horas congeladas y en los próximos días quedarán semi-incautadas por el Ministerio de Economía.

El guardián del gasto

Los fondos fueron detectados como inoperantes por la Secretaría de Hacienda de Raúl Rigo (un viejo zorro conocedor de todos los recovecos fiscales de la Administración Pública Nacional), quien inmediatamente recomendó la aplicación de las nuevas normas que el Ministerio de Economía viene ejecutando desde la semana pasada. 

Estas normas le permiten el avance sobre cualquier partida pública subejecutada o por encima de las partidas permitidas en la reglamentación del Presupuesto 2022 ejecutado este año por decreto, dado que el Congreso Nacional no aprobó la ley correspondiente, ante la falta de acuerdo entre el oficialismo y la oposición.

Esta circunstancia, políticamente negativa le permitió, sin embargo, al gobierno nacional avanzar en la reasignación de partidas por fuera de una ley reglamentaria y manejar así con cierta libertad institucional la toma de dineros que aún nos fueron ejecutados, pese a tener imputación directa.

La guerra y las vacunas

Desde el Presupuesto avalado por decreto, el Ministerio de Salud había recibido partidas para importar las Sputnik V desde Rusia a la espera de recibir las partidas del laboratorio Richmond, que en teoría debería haber avanzado en la producción local de la vacuna.

Sin embargo, ninguna de las dos cosas se concretaron. No por problemas locales sino por la situación rusa, luego de la invasión a Ucrania y a la, se supone, consecuente decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de aprobar el medicamento.

Las partidas continuaron reservadas para estas potenciales compras, con lo que la cartera de Vizzotti no pudo utilizar los fondos para otros fines; y sólo le queda especular con mantener las partidas para 2023 y considerarlas dineros extras para, ahí sí, redirigirlos hacia otros destinos.

Eso es lo que impidió Economía, que directamente eliminó la partida y las sumó al ajuste de unos $ 150.000 millones. De esa manera, promete acercarse al déficit fiscal de 2,5% máximo este año, con el que pretende cumplir con el FMI. La decisión, por otra parte, cuenta con el aval del kirchnerismo, que no dio ningún tipo de apoyo a la ministra. Ni a ninguno de los otros colegas a los cuales se les recortaron las partidas en las últimas jornadas.

Para esto, Massa y su equipo aplicarán a rajatabla el DNU 331/2022, puesto en vigencia por el Ejecutivo a partir de la iniciativa de la entonces ministra de Economía, Silvina Batakis, en tiempos en los que quería mostrar ante la sociedad que realmente buscaría prudencia fiscal; sin que muchos le creyeran. Especialmente dentro del propio Gobierno. Queda claro que la nueva gestión de Economía tiene otro plafón político para avanzar en ajustes que en otras etapas del kirchnerismo, habrían sino inaceptables.

¿Qué pasará por las Sputnik?. Según el Gobierno, ya no son necesarias. La disponibilidad de otras opciones como Pfizer, Moderna, AstraZeneca u otras, la negativa a que los vacunados con el medicamento ruso puedan circular libremente por el mundo y los problemas que surgieron desde fines del año pasado en la relación bilateral (agravados por lo que Rusia cree falta de apoyo local en su imperdonable aventura ucraniana); provocaron que para el Ejecutivo la Sputnik sea archivada como opción. Pese a ser la primera que había llegado al país, allá por diciembre de 2020.