Trigo: AFIP pide información adicional al SISA y le cierra más el cerco a los productores
Dos resoluciones conjuntas de la AFIP y el Ministerio de Agricultura fijan nuevas obligaciones a los productores de trigo. Es un refuerzo del control sobre del sector primario y consolida los cupos fijados a la exportación del cereal, en una campaña que por falta de lluvias tendrá menos producción.
Como suele ocurrir cada vez que el Estado pide información detallada a productores agropecuarios, la medida viene acompañada de un refuerzo de las medidas de fiscalización y control. Y ésta vez no fue la excepción.
Las resoluciones generales conjuntas 5236/2022 y 5237/2022 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), publicadas este miércoles en el Boletín Oficial, la obligación de informar dos veces al año el volumen de la producción de granos obtenida durante cada campaña, con el fin de mejorar la fiscalización.
El Sistema de Información Simplificada Agrícola (SISA) será la plataforma que recibirá los datos para regular el grifo de las exportaciones de trigo. La paradoja es que el SISA fue lanzado durante la presidencia de Mauricio Macri, justamente para simplificar la operatoria de los productores y ahora se termina usando para reforzar el control estatal, algo que el expresidente buscaba reducir.
Pero el punto clave de la normativa está en la obligatoriedad de informar las existencias de trigo a fines de febrero. Desde mediados del año pasado el cereal se transformó en una de las mayores preocupaciones del Gobierno para controlar el precio de la harina. Claro, tiene incidencia en el valor del pan, las pastas y otros alimentos populares en las góndolas.
Pero pese a los esfuerzos oficiales, el alza de insumos y costos de producción impactó de lleno en los alimentos, dando por tierra con la pretensión de mantener a raya los precios al consumidor.
Cupos de exportación
En diciembre de 2021 el Ministerio de Agricultura estableció "volúmenes de equilibrio", un eufemismo que esconde la determinación de cupos de exportación, que en el caso del trigo es de 10 millones de toneladas anuales.
Para el maíz, el otro cultivo con cupo de ventas al exterior, se había fijado en 30 millones de toneladas, y la semana pasada se elevó a 36 millones para la campaña 2021/22.
Con las nuevas resoluciones publicadas hoy queda claro que los cupos llegaron para quedarse por un largo rato.
El trigo es el principal cultivo de invierno, y uno de los tres principales granos destinados a la exportación, junto al maíz y la soja con sus derivados (harinas, aceites, pellets). Se siembra entre junio y fines de julio, dependiendo de la zona productiva y se cosecha entre fines de noviembre y enero.
Estrategia fiscalizadora
Como se ve la elección de la fecha obligatoria para declarar las existencias, no es casual. El Gobierno estima que a fin de febrero los productores ya levantaron toda la cosecha y ahí entonces se sabrá cuánto fue la producción total según los rindes obtenidos.
En el artículo 1 de la Resolución General Conjunta 5236/2022 se busca “establecer un régimen de información respecto de la producción de granos y semillas en proceso de certificación -cereales y oleaginosas- y legumbres secas, y de las existencias de trigo".
Pero lo llamativo es que la obligación de informar las existencias de trigo que hay en cada campo deberá cumplirse “aún cuando el sujeto obligado no disponga, al momento de suministrar la información, de existencia de trigo”.
Además, se establece que la declaración de la producción de granos "se efectuará independientemente del destino que se le otorgue a los mismos con posterioridad a la cosecha”. Lejos de flexibilizarse el cupo, todo parece indicar que seguirá vigente por un largo tiempo.