El lapidario pronóstico de la OCDE sobre la economía argentina

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recalculó a la baja la previsión de crecimiento para Argentina para 2023, llevándola al 0,5%, debido a una fuerte desaceleración de la actividad que a raíz de la contracción económica que pronostica para el tercer y cuarto trimestre de 2022.

Por otra parte, consideró que se deberá profundizar el ajuste fiscal para poder cumplir con las pautas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pese a ello, los números del año serán positivos. La baja de la economía que se producirá en los dos últimos trimestres será más que compensada por el crecimiento de del primer semestre. Así, según las estimaciones de la OCDE la economía terminará en 2022 con una expansión del 4,4%.

"Se prevé que la economía se contraiga en el tercer y cuarto trimestre de 2022, pero el crecimiento anual del PIB en 2022 alcanzará, no obstante, el 4,4%, antes de desacelerarse al 0,5% en 2023 y luego recuperarse al 1,8% en 2024", indicó el documento de la OCDE.

¿Crecimiento real o estadístico?

El crecimiento del 0,5% pronosticado por la organización multilateral es apenas un cuarto de la estimación de 2% que incluyó el Ministerio de Economía en el proyecto de Presupuesto del año próximo y que fue acompañada por el propio FMI.

En términos prácticos, si se cumpliera el cálculo de la OCDE, el crecimiento de la economía del 0,5% sería apenas una mejora apenas estadística como consecuencia del denominado "efecto arrastre", que casi sería imperceptible en los bolsillos de los consumidores. Sólo para tener una idea el arrastre de 2021 para este año fue del 4%.

Para la OCDE la clave para entender la desaceleración prevista se debe a que "en un contexto de alta inflación, las restricciones a la importación más estrictas, las bajas reservas internacionales y el espacio fiscal severamente limitado, los riesgos siguen siendo elevados, y la inversión y el consumo privado se mantendrán moderados en 2023".

Estimó además que "el acuerdo con el FMI ha reducido significativamente la incertidumbre sobre las políticas macroeconómicas a corto plazo, pero la situación exterior sigue siendo frágil", indicó la OCDE.

Precios desorbitados

Pero puso el foco en la inflación y su impacto en la economía. "La alta inflación pesará sobre el consumo privado y tardará en retroceder. Los estrictos controles de capital y la incertidumbre política están provocando una fuerte caída de la inversión en la segunda mitad de 2022 y su persistencia solo permitirá una modesta recuperación en 2023 y 2024", destacó.

En cuanto al gasto público, uno de los motores de la economía, la OCDE estimó que "el gasto público caerá durante 2022 y 2023, a medida que se retire el apoyo fiscal relacionado con la pandemia y se reduzcan los subsidios a la energía".

Y allí fue tajante sobre la necesidad del ajuste, "Aun así, el cumplimiento de los objetivos del FMI requerirá una mayor restricción del gasto", puntualizó.

La buena noticia es que el organismo ve alejarse el riesgo de devaluación que, en su opinión, disminuirán ante "una fuerte reducción planificada en el financiamiento monetario", que "reducirá las presiones inflacionarias en el mediano plazo y achicará la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo".