Los errores más frecuentes al ahorrar e invertir en Argentina y cómo solucionarlos

Por Gonzalo Andrés Castillo

A diferencia de los habitantes de otros países con mayor educación financiera, el argentino promedio suele cometer una serie de errores y llevar una cultura de ahorro e inversiones ineficiente que le impide aumentar su capital con el paso del tiempo.

Invertir en plazo fijo

Colocar dinero en un plazo fijo es una de las peores formas de “invertir” que existen, por dos simples razones. La primera y principal se relaciona con el hecho de que las tasas de interés que otorgan estos vehículos financieros se encuentran por debajo de la inflación, lo que significa que se pierde poder adquisitivo. Por ejemplo, en 2021, la inflación anual estimada se encuentra entre el 45% y el 50%, mientras que los plazos fijos ofrecen un 37% de tasa nominal anual.

A su vez, la mayoría de las entidades bancarias obligan al inversor a inmovilizar el dinero por, al menos, 30 días, lo que significa que el plazo fijo no permite rescatar dinero de manera rápida en caso de necesitarlo. Esta característica se conoce como poca liquidez, y es un grave inconveniente.

Comprar dólares

Sí, comprar dólares como resguardo de valor es una “buena estrategia”, ya que no cuenta con la bestial inflación del peso argentino, sin embargo, con el paso del tiempo, la divisa estadounidense también pierde poder adquisitivo.

A día de hoy, contemplando los últimos 21 años, el dólar perdió cerca de un 2,6% de su valor año tras año, lo que se traduce en una pérdida de casi el 54% en solo dos décadas. Teniendo en cuenta esta situación, comprar dólares y guardarlos “bajo el colchón” no parece muy inteligente.

La solución consiste en colocar los ahorros que se encuentran en moneda dura en alguna inversión de bajo riesgo, como un fondo común de inversión o un conjunto de obligaciones negociables. De esta forma, al menos, se le podrá ganar a la inflación.

Adquirir inmuebles para alquilar

Otra de las costumbres argentinas se basa en comprar inmuebles y colocarlos en alquiler. En este caso, la estrategia sería correcta si se tiene el objetivo de resguardar el valor con el paso del tiempo, sin embargo, muchas personas solo piensan en la renta que puede dar.

A día de hoy, un departamento que cuesta USD 100.000 se alquila por, máximo, $25.000 al mes. De esta forma, tomando un tipo de cambio de $150 (y suponiendo que se mantiene estable todo el año), la rentabilidad anual bruta ronda solo el 2%, a la cual habría que restarle impuestos. Como se puede observar, no es rentable “vivir de rentas” con inmuebles, ya que ni siquiera se puede vencer a la inflación en dólares.

Por otro lado, el costo de oportunidad es muy grande debido a que los mismos USD 100.000 pueden ser invertidos de manera sencilla en los instrumentos financieros mencionados anteriormente y así lograr obtener una renta anual del 10% en dólares, aproximadamente.