Oportunidad

Los autos que no van a aumentar de precio en mayo para zafar de un impuesto

Pese a que las automotrices están aplicando ajustes mensuales de más de 5% en sus listas de precios, hay más de 30 modelos que mantendrán el valor actual para evitar tener que tributar Impuestos Internos. Es una forma de evitar que esos vehículos paguen un gravamen del 20%.

Horacio Alonso
Horacio Alonso domingo, 25 de abril de 2021 · 08:00 hs

Todos los meses, las automotrices vienen aplicando aumentos de más de 5% en los precios de los 0km. Se espera para mayo un ajuste similar. Sin embargo, hay un grupo de más de 30 modelos que no tendrán incrementos en sus listas oficiales el mes próximo y sus valores se mantendrán en el mismo nivel de marzo y de abril. Son vehículos que cuestan alrededor del $2.500.000 y están justo en el límite a partir del cual se empieza a pagar el impuesto al “lujo”.

Esa es la estrategia que adoptan muchas marcas para evitar que esos autos tributen el Impuesto Interno que hace que sufran un aumento de precio de alrededor 25% y queden descolocados en el mercado.

La lista es larga. Chevrolet, por ejemplo, tiene las versiones del Cruze de 4 y 5 puertas, LTZ y Premier, entre $2.511.900 y $2.586.900. Lo mismo que para el SUV Tracker. Citroën tiene cuatro versiones del C4 Cactus y tres del C4 Lounge al mismo valor de $2.426.500. Tres modelos del Ford Ecosport están separadas por sólo $22.000 ($2.489.000 a $2.511.000). El Jeep Renegade Longitude y Sport se venden con $2.000 de diferencia ($2.495.600 y $2.497.600).

Otro caso es el Nissan Kicks que tiene dos versiones, con distintas características, a $2.426.800. Peugeot ofrece al 2008 Feline y Sport a $2.426.300. Un ejemplo claro es el de Renault: cuatro versiones del SUV Captur y una de Duster cuestan $2.483.000.

El Toyota Corolla 2.0 XEi CVT y el Corolla Cross XLi 2.0 cuestan $2.481.000 y $2.512.500, justo en el límite tributario. Lo mismo sucede con los Volkswagen TCross Confortline y Virtus Highline ($2.512.450 y $2.487.200). Otras marcas también van en esa línea con sus modelos.

Esta política utilizada por las automotrices se la conoce como “topear” los vehículos. Lo que provoca esta medida es que, como los modelos y versiones de menor valor siguen aumentando, se achica la brecha entre distintas versiones con diferentes niveles de equipamiento. En algunos ejemplos, llegan a valer lo mismo, más allá de las características que ofrezcan. A comienzos del mes pasado se actualizó este gravamen como se realiza trimestralmente. En ese momento, muchos modelos tuvieron un aumento acorde con la suba de la base imponible. Por ese motivo, a partir de ese ajuste, los precios quedaron “congelados” hasta la nueva actualización que se hará desde junio. En la práctica, lo que sucede es que los modelos que están próximos a esa franja impositiva se vendan con el nuevo precio, durante el primer mes, para después desaparecer de la oferta o, como sucede en muchos casos, se comercialicen con sobreprecios, en un acuerdo privado entre el vendedor y el comprador.

Hasta fin de febrero, el impuesto se cobraba a partir de unos $2.250.000 de valor al público. Por la forma de aplicación del tributo, la alícuota de 20%, de la primer escala, representa una suba del precio del 25% mientras que la de la segunda es de 35% y dispara el precio en alrededor de 50%. También en ese nivel más alto hay casos de modelos “topeados”.

El valor del 0 km alcanzado por este gravamen, tomando su precio de venta de fábrica o importador a concesionaria, pasó de $1.580.935 a $1.764.993, para la primera escala, y de $2.917.700 a $3.258.450 para la segunda. A esos montos, hay que aplicarle el IVA más el margen comisional de alrededor de 15%. Es por eso que, el precio final es orientativo porque depende de si la concesionaria resigna o no parte de sus ganancias. Es por eso que no hay un valor al público único ya que depende de la estrategia comercial de cada marca pero, en líneas generales, ronda los $2.500.000.

En tanto, la segunda escala se aplica a partir de modelos de un valor de $4.550.000. Esto se debió a la aplicación del ajuste de 11,64% correspondiente al trimestre octubre, noviembre y diciembre que surge del Sistema de Índices de Precios Mayoristas (SIPM) y que regirá hasta fin de mayo.

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