Los 3 motivos por los que los Lakers consumaron el fracaso más grande en la historia de la NBA

En la noche del martes, se terminó la crónica de una muerte anunciada en la NBA: Los Ángeles Lakers (laguneros en inglés) perdieron su partido número 48 de la temporada regular y se quedaron sin chances de ingresar a los playoffs. De esta manera, se consumó el mayor fracaso de la historia de la liga estadounidense por expectativas, peso de estrellas y, sobre todas las cosas, el rendimiento desganado que caracterizó al equipo durante todo el año.

En julio de 2021, Los Ángeles Lakers aceptaron traspasar a varios de sus jugadores campeones en la burbuja de Disney de 2020 para hacerse con Russell Westbrook y conformar así uno de los mejores tríos de la historia de la NBA junto a LeBron James y Anthony Davis. Luego de este movimiento, que los dejó muy apretados con el límite salarial, incorporaron a varios históricos de la liga para rellenar el plantel: Carmelo Anthony, Rajon Rondo, DeAndre Jordan, Dwight Howard. Entre todos estos, juntaban más de 50 nominaciones al Juego de las Estrellas, 45 elecciones en el quinteto ideal, cinco trofeos de Jugador Más Valioso (MVP), entre muchas otras distinciones individuales (y muchos años de edad). Justamente, esa fue una de las razones del fracaso: los Lakers nunca funcionaron como equipo.

Uno de los principales apuntados por los fanáticos de los Lakers fue su entrenador, Frank Vogel. El coach campeón en 2020 se caracteriza por ser una mente maestra en el costado defensivo, pero la dirigencia de la franquicia decidió intercambiar varios de sus jugadores más importantes en ese aspecto a cambio de Westbrook, una superestrella a la que siempre se le criticó su pobre rendimiento defensivo, además de su característico déficit a la hora de tomar decisiones en ataque. La llegada del MVP de la temporada 2016/17, más el reemplazo de jugadores jóvenes e intensos como Alex Caruso con veteranos con eternos problemas en defensa como DeAndre Jordan y Carmelo Anthony, fueron clave para que el equipo angelino pase de tener la mejor defensa en la 2020/21 a la cuarta peor en la actual campaña.

Más allá de que el plantel fue mal conformado desde un principio dadas las características de los jugadores, los Lakers tuvieron mala suerte. Sí, a pesar de que tuvieron un pésimo nivel basquetbolístico durante todo el año, no hay que dejar de lado que los laguneros sólo tuvieron a su trío estelar completo en 21 partidos, aunque de igual manera perdieron 11 de esos encuentros. Anthony Davis se perdió 39 de 79 juegos por lesión y LeBron James no estuvo en otros 23, mientras que Westbrook se perdió sólo uno. Una frase que resume bien el flagelo de las lesiones fue la que dijo Davis después de la derrota definitiva contra los Phoenix Suns: “Este año tuvimos más quintetos titulares que victorias”. La formación más repetida por Vogel este año fue utilizada en apenas ocho juegos de 79.

Las lesiones y el plantel mal formado existieron, pero eso no exime de responsabilidades a Vogel dentro de este fracaso teñido de púrpura y oro: las malas rotaciones durante los partidos, la inexplicable ausencia en los últimos partidos definitorios de Austin Reaves, el joven de 20 años que fue una de las pocas notas buenas de la temporada, entre tantas otras razones que harán que el exentrenador de Indiana Pacers y Orlando Magic no continúe en el banco de suplentes de los Lakers para la próxima temporada.

Por último, no por eso menos importante, está LeBron James. La máxima figura de la NBA tuvo una temporada histórica a sus 38 años, con varios rendimientos sin precedentes para un jugador con sus kilómetros recorridos en la liga. De hecho, el Rey peleará hasta el último día de la temporada regular por el título de goleador de la campaña. Aunque nadie podrá decirle nada por sus acciones en la cancha ya que fue el sostén del equipo cuando se suponía que estrellas más jóvenes como Davis y Westbrook deberían serlo, hay quienes le recriminan por su incidencia en el armado del plantel: es conocida la influencia que tiene El Elegido a la hora de formar equipos y dicen que su influencia fue clave para que el refuerzo estrella sea Westbrook (uno de sus mejores amigos dentro del ambiente) y no DeMar DeRozan, uno de los mejores jugadores de esta temporada que estuvo a punto de llegar a Lakers. 

Con el fracaso más grande de todos los tiempos en la NBA, los Lakers tienen mucho para repasar en el próximo mercado de pases. LeBron James cumplirá 39 años en diciembre, Anthony Davis es un talento como pocos en la liga pero con constantes problemas físicos y Russell Westbrook tiene la opción de renovar por un año más a cambio de 43 millones de dólares, lo que ataría de pies y manos a los Lakers de cara a fichar nuevos jugadores. Además, el fuego cruzado interno está a la orden del día, ya que la dueña del equipo, Jeanie Buss, y el manager, Rob Pelinka, se tiraron dardos durante todo el año con el Rey James en la disputa por poder en Los Ángeles y, también, lavarse de culpas por la caída del gigante. Sin dudas, la temporada 2021/22 de los Lakers prometía el anillo de campeón, pero finalmente todas las partes involucradas querrán olvidar para siempre. Los laguneros nadaron pero ni siquiera llegaron a la orilla: se ahogaron muchísimo antes.