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Para qué sirve tener un árbol de jade y qué recomiendan para cuidarlo

El árbol de jade, un verdadero amuleto de la buena fortuna en casa, esconde un debate popular sobre su supuesto género que muchos usan para cuidarla.

El árbol de jade es sinónimo de prosperidad.

El árbol de jade es sinónimo de prosperidad.

Es casi imposible no reconocerlo. El árbol de jade es una de las plantas de interior más famosas del mundo. Muchos lo llaman la "planta del dinero" o, más simpático aún, "dedos de Hobbit". Es una suculenta robusta, elegante y que se adapta con una facilidad increíble a la vida dentro de casa.

Su porte compacto la hace ideal para cualquier rincón. Pero su fama no viene solo de lo bonita que es. Históricamente, se la considera un imán para la prosperidad. Es un amuleto vivo para la buena suerte, y eso, seamos sinceros, suma muchísimo atractivo.

Esta planta perenne, que tiene sus raíces en el sur de África, pertenece a la familia de las Crassulaceae. Por eso tiene esas hojas tan carnosas y brillantes. Esas hojas son su reserva de agua. Si recibe luz intensa, es común que los bordes se pongan de un tono rojizo muy particular. Ahora bien, más allá de su belleza y su fama de talismán, existe un gran debate en el mundo de la jardinería casera: la creencia popular de que existen árboles de jade "machos" y "hembras".

El mito del género: ¿qué dice la gente?

Vayamos al grano. Si le preguntas a un botánico, te dirá que la distinción no tiene sentido. Páginas especializadas en jardinería, como Jardinería On, aclaran el panorama. Científicamente, esta planta se reproduce de forma asexual. Es decir, cortas un gajo (esqueje) y tienes una planta nueva. Sus flores, cuando aparecen, son hermafroditas. Esto significa que la separación de género no afecta en nada su cultivo.

El árbol de jade equilibra las energías y fomenta la abundancia. Fuente: Shutterstock.
El árbol de jade equilibra las energías y fomenta la abundancia. Fuente: Shutterstock.

El árbol de jade equilibra las energías y fomenta la abundancia. Fuente: Shutterstock.

Pero la cultura popular es otra cosa. El saber de los aficionados insiste en que hay diferencias sutiles. Dicen que el jade "macho" suele ser más espectacular con sus flores. Produce más cantidad, más ramificadas y con estambres muy notorios en el centro, generalmente en verano. Sus hojas, aseguran, son más delgadas, firmes y alargadas. El crecimiento es más rápido y vertical.

¿Y la "hembra"? Según esta teoría, es más discreta. Puede que ni siquiera florezca, o si lo hace, sus flores son menos llamativas. En lugar de flores, suele desarrollar pequeñas yemas que terminan siendo hojas nuevas. Su forma es más compacta, baja y redondeada. Las hojas son más anchas y circulares. Crece más lento, expandiéndose hacia los lados.

¿Afecta esto a sus cuidados?

La creencia popular llega a decir que el "macho" es más sensible si te pasas con el agua en invierno. Mientras que la "hembra" aguantaría un poco más el sol directo. La realidad es que, sea cual sea el "género" que le quieras atribuir, la planta es una suculenta y sus necesidades básicas no cambian. Es una planta noble, pero tiene sus caprichos. Necesita mucha luz. Mucha. Eso sí, el sol directo del mediodía en verano la puede quemar. Prefiere una luz abundante pero filtrada.

La temperatura ideal para ella es la que tenemos dentro de casa, entre 18 y 24 grados. No tolera las heladas ni las corrientes de aire frío. Y el error fatal, el que casi todos cometen, es el riego. Como buena suculenta, odia el exceso de agua.

El riego y el drenaje: la verdadera clave para el árbol de jade

Olvídate del mito del género por un segundo y enfócate en esto: la clave es regar solo cuando el sustrato esté completamente seco. Toca la tierra. Si está húmeda, guarda la regadera. El peor enemigo del jade es un plato con agua estancada. Por eso, el drenaje es fundamental. La maceta debe tener agujeros de salida. Si sus raíces se pudren, no hay amuleto que la salve.

Su reproducción es tan simple como cortar una rama y plantarla. Esta facilidad, sumada a su estampa y su mística de prosperidad, la convierten en la opción perfecta. Es una planta versátil, ideal para quien recién empieza en la jardinería y también para los que ya tienen mano experta.