Mezclar bicarbonato de sodio y limón: por qué deberías hacerlo y para qué sirve
La mezcla casera de bicarbonato y limón limpia, desodoriza y deja aroma fresco sin químicos agresivos.
Ideal para baños, cocinas y utensilios: elimina grasa, sarro y manchas difíciles. Foto: Shutterstock
La mezcla de bicarbonato de sodio y jugo de limón se convirtió en uno de los trucos caseros más usados para limpiar sin químicos. Es fácil de preparar, económica y sirve para desengrasar, eliminar olores y devolver el brillo a superficies que parecen perdidas.
La reacción entre el ácido cítrico del limón y el bicarbonato genera una efervescencia que potencia la limpieza. Se puede usar como pasta abrasiva o como líquido multiuso, según el tipo de superficie. Además de limpiar, deja un aroma fresco y natural, ideal para quienes buscan alternativas sin productos industriales.
Te Podría Interesar
Limón y bicarbonato: ¿Para qué sirve?
Esta mezcla casera tiene múltiples usos en el hogar:
- Quitar grasa acumulada en cocina, hornallas y azulejos
- Eliminar sarro y moho en inodoros, grifería y cerámicas
- Neutralizar olores fuertes en heladeras, tachos y recipientes
- Blanquear y devolver el brillo a acero inoxidable, tablas de madera y utensilios
- Desmanchar superficies con restos de café, té, salsa o aceite
También puede aplicarse en baños, cocinas, electrodomésticos y objetos de uso diario. Es segura, no tóxica y apta para hogares con niños o mascotas.
¿Cómo se prepara?
- Exprimir el jugo de medio limón
- Agregar dos cucharadas de bicarbonato de sodio
- Mezclar hasta formar una pasta espumosa
- Para una versión líquida, sumar medio vaso de agua
Se aplica con esponja o paño, se deja actuar unos minutos y se enjuaga. No se recomienda en mármol ni superficies muy porosas, ya que puede dañarlas.


