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Tirzepatida: un nuevo punto de inflexión en el tratamiento de la obesidad

Mounjaro llega a Argentina y marca un cambio profundo en el abordaje de la obesidad, con descensos de peso sostenidos y un enfoque crónico de la enfermedad.

La tirzepatida no reemplaza la alimentación saludable, la actividad física ni el acompañamiento profesional.

La tirzepatida no reemplaza la alimentación saludable, la actividad física ni el acompañamiento profesional.

Archivo.

En las últimas semanas, desde su reciente lanzamiento en la Ciudad de Buenos Aires, y en el resto de nuestro país, tirzepatida(Mounjaro) se convirtió en uno de los temas más comentados en consultorios médicos, redes sociales y conversaciones cotidianas. El interés crece día a día y no es casualidad.

Estamos frente a un cambio profundo en el abordaje farmacológico de la obesidad, una enfermedad crónica, compleja y todavía muy estigmatizada. Quienes trabajamos hace años en el tratamiento de la obesidad sabemos que no se trata solo de “bajar de peso”. Se trata de mejorar la salud, reducir riesgos cardiovasculares, recuperar funcionalidad, aliviar el sufrimiento y sostener los resultados en el tiempo. En ese camino, la tirzepatida aparece como una herramienta que marca un verdadero punto de inflexión.

Qué es la tirzepatida y por qué genera tanta expectativa

La tirzepatida es una molécula innovadora porque actúa sobre dos hormonas intestinales clave al mismo tiempo: el receptor de GLP-1 y el receptor de GIP. Ambas participan en la regulación del apetito, la saciedad, la ingesta y el metabolismo energético, con efectos directos sobre el cerebro y el sistema metabólico.

Hasta ahora, los tratamientos basados en GLP-1 —como la semaglutida— ya habían demostrado una eficacia muy superior a las terapias previas. Sin embargo, la evidencia científica muestra que la tirzepatida logra descensos de peso más profundos y consistentes, con un impacto clínico difícil de ignorar. En la práctica, esto se traduce en:

  • Menor sensación de hambre.
  • Mayor y más sostenida saciedad.
  • Mejor control de la ingesta.
  • Cambios más profundos en la relación con la comida.
  • Descensos de peso que, en muchos casos, se acercan a los logrados con cirugía bariátrica, pero sin cirugía.
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La tirzepatida es una molécula innovadora porque actúa sobre dos hormonas intestinales clave al mismo tiempo.

La tirzepatida es una molécula innovadora porque actúa sobre dos hormonas intestinales clave al mismo tiempo.

Tirzepatida versus semaglutida: similitudes y diferencias

La comparación entre ambos tratamientos es inevitable y necesaria. Los estudios clínicos permiten hoy establecer diferencias claras:

  • Semaglutida logra, en promedio, una reducción cercana al 15% del peso corporal, con beneficios metabólicos significativos.
  • Tirzepatida alcanza descensos promedio del 20 al 22%, y en algunos pacientes incluso mayores.

Esta diferencia no es solo un número también implica mayores probabilidades de remisión de prediabetes, mejor control de la presión arterial, de los lípidos, del hígado graso, del dolor articular y de la capacidad funcional.

Además, muchos pacientes describen con tirzepatida una saciedad más potente y sostenida, lo que facilita la adherencia y reduce la lucha permanente con la comida. Incluso en personas que habían tenido una respuesta limitada a otros tratamientos, la tirzepatida representa una nueva oportunidad terapéutica.

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Reduce la lucha permanente con la comida.

Reduce la lucha permanente con la comida.

El verdadero desafío: el mantenimiento del peso perdido

Uno de los grandes problemas históricos del tratamiento de la obesidad no es solo bajar de peso, sino no volver a recuperarlo. Y aquí la evidencia es clara y contundente.

Los estudios muestran que:

  • Mientras el tratamiento farmacológico se sostiene, el peso perdido tiende a mantenerse.
  • Cuando el tratamiento se suspende, el organismo reactiva mecanismos biológicos que favorecen la recuperación del peso.

El ensayo clínico Surmount-4 evaluó específicamente este escenario. Luego de una fase inicial de descenso de peso con tirzepatida, un grupo de pacientes continuó el tratamiento y otro lo suspendió. Los resultados fueron muy claros: quienes continuaron con tirzepatida mantuvieron e incluso profundizaron la pérdida de peso, mientras que quienes la suspendieron recuperaron una parte sustancial del peso perdido, aun manteniendo recomendaciones de alimentación y actividad física.

Al final del seguimiento, casi el 90% de los pacientes que continuaron el tratamiento mantuvieron al menos el 80% del peso perdido, frente a apenas el 16% de quienes lo suspendieron. Este hallazgo refuerza un mensaje central: la obesidad es una enfermedad crónica y su tratamiento también debe ser crónico. La recuperación de peso tras la suspensión no es un fracaso del paciente ni del medicamento, sino la expresión de una biología que tiende a defender el peso previo.

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Casi el 90% de los pacientes que continuaron el tratamiento mantuvieron al menos el 80% del peso perdido,

Casi el 90% de los pacientes que continuaron el tratamiento mantuvieron al menos el 80% del peso perdido,

Por qué los médicos estamos entusiasmados

La llegada de la tirzepatida nos permite:

  • Ofrecer mejores resultados a pacientes que llevan años frustrados.
  • Reducir el estigma y la culpa asociada al peso.
  • Abordar la obesidad como una enfermedad con bases biológicas reales, no como un problema de voluntad.
  • Pensar objetivos de salud, funcionalidad y calidad de vida, más allá del número de la balanza.

En el consultorio ya vemos cambios que van mucho más allá del peso: menos obsesión por la comida, más energía, mejor movilidad, mayor autoestima y, sobre todo, esperanza. El boom de Mounjaro en Argentina no es una moda pasajera. Es la consecuencia de años de investigación científica y de una necesidad concreta: tratar la obesidad de manera eficaz, seria y sostenida en el tiempo.

La tirzepatida no reemplaza la alimentación saludable, la actividad física ni el acompañamiento profesional. Pero se convierte en una herramienta poderosa, que bien indicada y correctamente acompañada, puede cambiar el curso de una enfermedad que afecta a millones de personas. Porque cuando el tratamiento funciona, la culpa se apaga, la salud mejora y el camino vuelve a ser posible.

* Dra. Virginia Busnelli (MN 110351) Medica especialista en Nutrición. Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición.