Stephanie Carlson: la importancia de las funciones ejecutivas para el éxito académico
La investigadora explica cómo la memoria de trabajo, las neurociencias, la atención y el autocontrol son claves en el rendimiento escolar de los niños.

El juego libre ayuda en el desarrollo de las funciones ejecutivas.
Freepik.Sus investigaciones sobre cómo las experiencias tempranas influyen en el desarrollo del lóbulo prefrontal, han contribuido enormemente en el abordaje actual sobre las funciones ejecutivas. Será una de las conferencistas en el Congreso Internacional de Neurociencias organizado por Wumbox que tendrá lugar en octubre.
Quién es Stephanie Carlson
PhD en psicología experimental y especialista en neurociencias del desarrollo, esta experta canadiense ha sido reconocida con varios premios como McKnight University Professor otorgado por University of Minnesota, el Mary Ainsworth Award for Excellence in Developmental Science otorgado por American Psychological Association por sus investigaciones en las funciones ejecutivas en niños pequeños. Sus estudios han transformado la comprensión sobre cómo los niños desarrollan habilidades cruciales para el autocontrol, la planificación y la resolución de problemas, sentando las bases para intervenciones educativas más efectivas.
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“Me apasiona ayudar a los niños a tener éxito en la vida”, afirma, “y una de las maneras más importantes y efectivas de lograrlo es ayudar a sus padres y otros adultos de la sociedad a alcanzar su máximo rendimiento para que puedan obtener, conservar y progresar en buenos empleos”, dice en su presentación en la web de Reflection Science Inc, una empresa de la cual es cofundadora y que ofrece asesoramiento y programas para familias, educadores y médicos.
Por qué las funciones ejecutivas son tan importantes
Las funciones ejecutivas son “las habilidades cerebrales involucradas en la atención y la toma de decisiones. Estas habilidades suelen clasificarse como memoria de trabajo, flexibilidad cognitiva y control de impulsos. Estas habilidades de función ejecutiva son la base del éxito académico y el aprendizaje socioemocional”, dicen desde Reflection Science Inc.
Las funciones ejecutivas son muy importantes
Que pueden ser mejores predictoras del éxito académico y socioemocional, que el coeficiente intelectual, siendo este el indicador más tenido en cuenta. Pero, ¿por qué son tan importantes? Las funciones ejecutivas son habilidades “mentales”, o mejor dicho cognitivas, que nos ayudan a controlar nuestro comportamiento, son las que nos permiten planificar y alcanzar metas. Por ejemplo, nos permiten prestar atención y concentrarnos, retener una pregunta para elaborar una respuesta, pensar un problema desde distintos puntos de vista, adaptarnos a distintos entornos y regular nuestras emociones, entre otras cosas, todas ellas necesarias para organizarnos y aprender.
La infancia es un momento clave para el desarrollo de las funciones ejecutivas
Si bien se conoce que las funciones ejecutivas alcanzan su desarrollo máximo en la edad adulta, las investigaciones de Stephanie Carlson demuestran que los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo de estas funciones, que a su vez juegan un papel central en la creatividad, el aprendizaje matemático, la persistencia, la regulación de la atención y la capacidad de tomar decisiones de forma autónoma.
Tal vez recuerden un “reto” que circuló bastante en redes sociales que consistía en dejar una golosina frente a un niño pequeño y decirle que si se resistía hasta que el adulto volviera se le daría un premio más grande. Los niños la miraban, la estudiaban, la olían, pero lograban regular su comportamiento. Esto demuestra que desde muy pequeños los seres humanos son capaces de tomar decisiones de manera planificada.
Sus estudios, centrados en niños pequeños de 2 a 7 años, revelaron cómo las experiencias tempranas relacionadas al juego simbólico, la crianza y el estrés influyen en el desarrollo del lóbulo frontal del cerebro, que es un área clave para el autocontrol. Carlson logró demostrar cómo, si bien las funciones ejecutivas se desarrollan exponencialmente en la primera infancia, hay diferencias genéticas, temperamentales y también factores externos, como la pobreza o las situaciones de estrés, que pueden afectar el desarrollo de las mismas.
Herramientas para el diagnóstico y la intervención
Carlson ha desarrollado una herramienta digital, la Escala Minnesota de Funciones Ejecutivas (MEFS, por sus siglas en inglés), que permite evaluar las funciones ejecutivas de manera estandarizada a partir de la observación y normalización de un gran número de casos.
Otro de sus grandes aportes ha sido demostrar cómo el juego libre ayuda en el desarrollo de las funciones ejecutivas. Cuando los niños juegan están poniendo en práctica la planificación, el autocontrol y la resolución de problemas. Otra práctica que acompaña el desarrollo de las funciones ejecutivas y puede funcionar para ejercitarlas es la atención plena a través del mindfulness.
En una charla auspiciada por Simms/Mann Institute, Carlson sostiene que el papel de los padres es fundamental en el desarrollo de estas habilidades, ya que ellos son los primeros y principales estimuladores de las funciones ejecutivas. Una crianza que apoya la autonomía de los niños, que les da tiempo y espacio para que pongan en práctica lo que pueden hacer según su edad, fomenta la toma de decisiones.
Carlson viene trabajando en distintas propuestas de diseños curriculares que incorporan actividades y que fomentan el desarrollo de las funciones ejecutivas en los niveles iniciales de la escuela. Acerca de estas estrategias y abordajes va a hablar en el Congreso Internacional de Neurociencias organizado por Wumbox para el 3 y 4 de octubre.