Sistemas de código abierto: la simetría de la información
El funcionamiento de la Inteligencia Artificial demanda una concentración de la información y los mejores algoritmos para el análisis de datos

La Inteligencia Artificial es el mecanismo que predice las conductas y, mal utilizado, tiene ese poder.
Archivo MDZEn la democracia republicana, los mercados y el amor a la información deben ser simétricos para que las relaciones funcionen en forma correcta. Es necesario que todos posean la información necesaria para tomar decisiones. Si, por algún motivo, alguien no accediera a ella para decidir, estaría en desventaja en relación con los otros participantes de una relación de cualquier índole.
La Inteligencia Artificial IA es un sistema de hardware y software de gran potencia para la lectura de una inmensa cantidad de datos, que permite a agentes no inteligentes, desarrollar tareas que requieren inteligencia humana. Es el divorcio entre la inteligencia humana y la posibilidad de resolver problemas por medio de agentes no inteligentes.
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Para lograr el funcionamiento eficiente y eficaz de la IA, se requiere contar grandes centros de almacenamiento y tratamiento de datos, ya que los datos deben ser recopilados, clasificados, y analizados por los sistemas para brindar las respuestas buscadas. Este fenómeno ha provocado la externalización de las memorias, concentrando la información de todos los servicios de la sociedad de la información en unos pocos jugadores.
Podemos sintetizar que el funcionamiento de la IA demanda máxima concentración de la información a analizar, velocidad de los sistemas de procesamiento y los mejores algoritmos para el análisis de datos. Las tres características implican que el funcionamiento del sistema es una base de concentración de la información, que es procesada por sistemas altamente complejos y cuyos conocimientos tienen solo unos pocos especialistas. Esto se debe a la capacitación requerida para adquirirlos y del derecho de patentes que no permite la difusión de sus secretos.
La consecuencia de este modo de funcionamiento es una asimetría de la información
Que es brutal y malsana para el funcionamiento de la economía, los principios democráticos y republicanos. La asimetría de la información permite que un pequeño grupo de poder cuente con una cantidad de información certera sobre la sociedad, economía y política, lo que les genera una ventaja indebida sobre el resto de la población. Ellos saben qué negocios son rentables, qué dirigente político tiene ideas más afines a lo que piensan los ciudadanos, cuáles son las tendencias o modas sociales actuales. Todo esto les habilita la construcción de rentabilidad o política electoral.
La asimetría de la información permite a las elites de poder económico y político jugar en la economía y en la democracia con cartas marcadas
En primer lugar, porque mediante la IA tienen la información más certera posible sobre qué negocios tienen rentabilidad y cuáles son las tendencias políticas actuales en la sociedad, esto les permite influir electoralmente con mucho éxito y precisión.
En segundo lugar, la IA les da la posibilidad de desarrollar perfiles personalizados para la manipulación comercial, financiera, política y social. Por lo tanto, si un negocio no es rentable o un político no es votable, tienen armas para influir en la realidad, de acuerdo con sus intereses.
Esto provoca efectos devastadores en la economía, la democracia, la innovación y la soberanía. La asimetría de la información deviene en concentración de poder político, rentabilidad económica, pérdida de soberanía individual y nacional y retraso en la innovación.
En la economía florecen los monopolios tecnológicos, industriales y comerciales
Desde los monopolios tecnológicos-financieros es muy fácil, contando con la información, ir adquiriendo y concentrando las empresas comerciales e industriales. Si observamos los índices bursátiles de EE.UU., la mayoría de las acciones que cotizan están en manos de los mismos fondos de inversión BlackRock, Vanguard, Fidelity, Templeton, y otros que cambian sus tenencias en cada acción, pero ellos están presentes en todas. Es muy difícil llegar al dueño o propietario final de estos vehículos de inversión que son ideales para encubrir monopolios.
En política, contar con la información certera de las tendencias sociales actuales y con perfiles personalizados, hace posible influir en gran parte de la población, en los procesos electorales. De esta forma, la elite dominante se puede consolidar en el poder, que en la mayoría de los casos satisfacen a la élite económica, propietaria de los monopolios.
En el plano de la soberanía nacional se produce una pérdida muy importante, debido a que estas tecnologías dominantes son de grupos corporativos extranjeros y las utilizan para influenciar, tanto en los gobiernos como en los ciudadanos, para que decidan según los intereses de países extranjeros.
Los ciudadanos quedamos cautivos de sistemas tecnológicos, comerciales y financieros que nos imponen precios exorbitantes de sus productos, obteniendo rentabilidades fabulosas, sin tener mecanismos institucionales administrativos, judiciales o legislativos que nos protejan. Esto provoca un gran enojo por la frustración y deviene en la pérdida de bienestar de quien termina siendo manipulado por los perfiles personalizados construidos por la IA que, a su vez, aumentan la ira, fomentando la división social.
Así, se manipula a los ciudadanos para lograr que sean elegidos en procesos electorales los nuevos representantes del régimen económico imperante; o que la oposición no logre mayorías para hacer los cambios sociales y legislativos necesarios; o simplemente destrozar el debate público llenando los medios y las redes de agentes rentados violentos e ignorantes que se encargan de generar debates estériles y virulentos para distraer a la población. De este modo, se evita la generación de debates sensatos, informados, veraces e importantes que produzcan un consenso o acuerdo social para lograr el crecimiento económico.
Esta es el arma más maléfica y diabólica del tecno feudalismo, destruir el tejido social sembrando el odio o falsos culpables de los males sociales, amplificar los discursos de ignorantes, inmorales, iletrados y violentos, para destruir la trama y circulación de la información veraz, es un veneno que destruye todo a su paso.
Empieza por la destrucción de la política que se berretiza y termina destruyendo la economía
En la actualidad, podemos observar este fenómeno en EE.UU. y varios países decadentes de occidente, donde la política se convirtió en una caquistocracia manejada por gerontes, donde las políticas públicas no existen, sólo se limitan a brindar entretenimiento con odio a sus ciudadanos. Creo que, muy pronto, sus economías van a explotar en tremendas crisis de deudas, que han sido exfoliadas al máximo por estos monopolios tecno-financieros.
Los empleos reales, las pequeñas y medianas empresas, son devastados por este sistema, que absorbe la mayor parte de la rentabilidad y provoca crisis de desempleo profundas y muy difíciles de revertir. Los pocos que tienen empleos clase media profesional u obreros ven erosionados sus ingresos con tarifas o precios irracionales, lo cual impide el bienestar familiar y el ahorro para inversiones productivas.
La innovación es otra víctima de este sistema
Porque el tecno-feudalismo, se ha vuelto autoritario atacando a la educación pública, los intelectuales, los científicos-tecnólogos, las universidades, los sistemas de ciencia y tecnologías independientes, por el terror que les genera imaginar que alguien creativamente invente algún mecanismo que libere a los ciudadanos del yugo político y económico que ellos imponen para mantener el poder.
La forma de mantener el poder y la rentabilidad es secuestrar la información en unos pocos, destrozar la educación, la ciencia-tecnología y envilecer el debate público, de forma tal que no puedan surgir acuerdos sociales duraderos que permitan un plan de crecimiento económico.
Estos mecanismos garantizan seguir jugando con cartas marcadas, mantener a la ciudadanía ignorante y entretenida en debates vacíos y, por último, obturar cualquier innovación tecnológica que pueda liberar o menguar el sometimiento tecnológico que pesa sobre los ciudadanos.
Por todo ello, es imperioso que estos sistemas tecnológicos sean regulados para tener la obligación de operar con código abierto. Además, las plataformas comerciales, financieras y logísticas deben ser reguladas como servicio público, a fin de regular las tarifas impuestas e impedir la integración de todas las fuentes de rentabilidad en un mismo operador.
“Calígula desea que las cabezas de todos los hombres se encuentren en uno solo y único cuello, con el objeto de poder reducir a la nada el mundo entero de un solo y único tajo. Poder en Estado puro.”
La Inteligencia Artificial es el mecanismo que predice las conductas y, mal utilizado, tiene ese poder
Por ello, su materia prima que es la información debe ser libre, simétrica y al alcance de todos.
* Dr. Román Alberto Uez, Abogado, Magíster en Derecho Administrativo y Magíster en Tecnología, Políticas y Culturas.