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Resiliencia y adopción: el testimonio incómodo de "Soy el Matías"

Una historia de resiliencia y adopción: Matías transforma el dolor en amor y denuncia un sistema que aún retraumatiza a los niños grandes adoptados.

Matías, cuenta su historia con mucha sencillez y verdad.

Matías, cuenta su historia con mucha sencillez y verdad.

Archivo.

Hoy les quiero recomendar un libro que me gustó muchísimo, Soy el Matías, ni víctima ni premio consuelo. Es una historia que habla de resiliencia, de amor, de dolor, de alguien que no se quedó aferrado a sus heridas, sino que con mirada positiva se aferró y se sigue aferrando a lo bueno, a lo sano, a lo verdaderamente valioso.

Es la historia de Matías, un niño, flacucho y simpático

Junto con sus hermanas fue víctima de mucha violencia por parte de su padre de origen. Luego, fue institucionalizado unos cuantos años hasta que pudo salir en adopción con su mamá Erika. En la actualidad, forman una gran familia con la familia de sus hermanas.

Hoy, Matías tiene veinti tantos años y es un joven inteligente, sano, un agradecido de la vida, alegre, responsable y empático. Cuenta su historia con crudeza y verdad, pero sin ponerse en el lugar de víctima. Matías fue un niño que mientas estaba institucionalizado pudo pasar los fines de semana con referentes afectivos que por primera vez en la vida lo hicieron sentir querido. Personas que él define como amables, cariñosas y fortalecedoras de su autoestima… seres de luz a quienes siente que les debe muchísimo de lo que él es hoy.

Con la ayuda de la psicopedagoga del hogar, Erika pudo finalmente ser la mamá de Mati, a pesar de todas las dificultades y las trabas judiciales. Gracias a Erika, Mati supo lo es ser amado incondicionalmente. Con once añitos fue aprendiendo a ser hijo a media que se iban disipando los miedos y menguando el estado de alerta. Así, Mati fue creciendo y las heridas sanando.

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Matías tiene veinti tantos años y es un joven inteligente, sano, un agradecido de la vida.

Matías tiene veinti tantos años y es un joven inteligente, sano, un agradecido de la vida.

Mati es lo que hoy llamamos un caso de adopción de un niño grande

Escribe su libro porque quiere ayudar a otros jóvenes adoptados que hayan tenido experiencias similares a la suya, mostrar la cruda realidad del sistema de adopción y tratar de romper prejuicios que giran en torno a la adopción de niños grandes.

En la historia de Matías se ve, como en la historia de adopción de muchos niños grandes, cómo el niño se va convirtiendo en hijo. Todo niño adoptado, no importa la edad que tenga, necesita nacer en su nueva familia y vivir todas las etapas del desarrollo desde el apego y el ser contenido, mimado y cuidado. Un niño grande sabe de dónde viene y también busca y quiere a ese otro en quien poder cobijarse, abandonarse, sentirse hijo. Y, cuando pasan los años y uno mira a los ojos a su hijo y ve en ellos toda la historia compartida de amor, vicisitudes, luchas, incondicionalidad y apego filial… y en ese momento ya no importa a qué edad llegó a casa.

Otro tema que pone sobre la mesa Matías es el de la retraumatización. Matías fue varias veces retraumatizado; pero ser retraumatizado por el sistema de adopción es inadmisible. No hablemos de los tiempos y plazos que hacen que un niño esté institucionalizado años por falta de interés, por desidia o por un sistema ridículamente burocrático; hablemos de criterios que hacen mucho daño, de falta de empatía y de un biologicismo que en la mayoría de los casos lo único que hace es retraumatizar a los niños. Matías, antes de tener el estado de adoptabilidad fue sometido durante un año y medio a la revinculación biológica a pesar de pedir y expresar incesantemente querer ser adoptado por una familia. Durante todo ese tiempo además de ser víctimas de violencia tanto Matías como sus hermanas, eran obligados a mendigar. Matías empezó con problemas gástricos, alopecia y encopresis infantil, pero hasta que no llegó con hematomas y quemaduras en las entrepiernas y en los dedos del pie el sistema forzaba la prioridad del vínculo biológico. Me pregunto ¿dónde queda el discernimiento sobre el bien superior del niño? ¿Dónde, el derecho de todo niño a ser escuchado, un derecho que está muy por encima de los criterios tendenciosos de las autoridades de turno?

Soy el Matías
Escribe su libro porque quiere ayudar a otros jóvenes adoptados que hayan tenido experiencias similares a la suya.

Escribe su libro porque quiere ayudar a otros jóvenes adoptados que hayan tenido experiencias similares a la suya.

Matías, cuenta su historia con mucha sencillez y verdad

Cuenta sobre la falta de empatía de los jueces, la burocracia ridícula del sistema, los procesos excluyentes, y muchas cosas más. Gracias a Dios, muchas veces hay alguien en el camino que Dios pone para salvar, para que por milagro las cosas terminen bien.

Lean el libro, me lo devoré, me identifiqué con él, sus dolores fueron los dolores de mis hijas y de tantos otros que hoy siguen esperando calladamente que un otro les devuelva la imagen de Hijo, porque para ser feliz todo niño necesita sentirse elegido, deseado, amado.

* Cristina Ma. Goldaracena. Madre Adoptiva. Counselor en adopción y acompañamiento familiar.