Doble crimen de Luján: la fachada evangélica que ocultaría una trama narco

El martes a la noche, cerca de las 23, Juan Carrizo (30) y Gabriel Ortiz Calderón (38) fueron asesinados a balazos en la vereda de un terreno donde funcionan una iglesia evangélica (Iglesia Dios Con Nosotros) y una rotisería en el barrio Eco Chacras de Luján. La versión de la dueña de casa apuntó a que las víctimas habían acordado reunirse con un hombre identificado como "El Porteño" para concretar la venta de un lote, pero los investigadores sospechan que fueron ultimados en el marco de un ajuste de cuentas narco.

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Entre el temor y la resignación, los vecinos consultados por MDZ dieron a entender que los habitantes de la vivienda donde se produjo el doble crimen se dedican a la venta de estupefacientes y no a la comercialización de lotes ni pollos asados o a profesar su fe evangélica, como puede parecer al observar el inmueble desde la vereda. Lo que se ve a simple vista sería sólo la fachada elegida para ocultar las presuntas actividades ilegales que se desarrollan en el lugar.

"Escuchamos muchos tiros e inmediatamente metí a mis hijos para adentro. Salieron unos autos a toda velocidad y vimos que uno ya estaba muerto y al otro lo llevaron al centro de salud, pero estaba gravemente herido y se estaba desangrando", recreó lo ocurrido anoche "Tata", dueño de una ferretería ubicada a metros de donde se produjo el doble crimen.

De acuerdo a la versión brindada por la dueña de casa, ella se encontraba junto a sus amigos -Carrizo y Ortiz- en el garage y en un momento ingresó a la vivienda. Fue entonces cuando escuchó múltiples detonaciones de arma de fuego y al salir encontró a sus amigos gravemente heridos y vio a tres sujetos huir en dos vehículos.

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La mujer sólo pudo describir uno de los autos: un Citroen C3 o C4 rojo que huyó a toda velocidad hacia la ruta Panamericana. Uno de los autores fue identificado como "El Porteño", un delincuente del Bajo Luján con quienes las víctimas ya habían concretado la venta de un lote y a quien esperaban para concretar otra transacción inmobiliaria del mismo tipo, de acuerdo al testimonio de la mujer. Sin embargo, los investigadores sospechan que se trató de un ajuste de cuentas por una deuda vinculada a la venta de drogas y creen que la "transacción inmobiliaria" fue la excusa elegida para ocultar el verdadero móvil del crimen.

Una versión que cobró fuerza en las últimas horas es que el verdadero destinatario de los balazos era la pareja de la dueña de casa, quien habría alcanzado a ocultarse en el interior de la vivienda segundos antes de que acribillen a sus amigos.

Tras la balacera, Ortiz murió en el lugar, mientras que Carrizo fue trasladado al Centro de Salud N° 31 de Luján, donde fue asistido e intentaron salvarle la vida, pero no pudieron hacerlo y constataron su deceso. El hombre presentaba múltiples heridas de arma de fuego en distintas partes del cuerpo: entre 5 y 6 disparos.

Tanto Ortiz como Carrizo tenían un frondoso prontuario, con numerosos antecedentes por robos agravados y otros hechos violentos. "Esta gente está en la pesada. Es una pena porque es un barrio de gente de trabajo y una manzana podrida te arruina todo el cajón. No nos animamos a denunciar por miedo a que puedan tener algún amigo policía que les avise y sufrir las consecuencias", explicó un vecino del barrio que prefirió resguardar su identidad.

La investigación de lo ocurrido quedó a cargo del fiscal de Homicidios Carlos Torres, quien dispuso una serie de medidas para intentar dar con los autores del doble crimen. Por ahora no hay detenidos por el hecho.