"Pedrinho ex matador"

Era asesino serial y ahora (además) es youtuber

Se trata de uno de los criminales más célebres de Brasil. Ya era un asesino consumado cuando acabó con más de 40 reclusos dentro de las ásperas cárceles de ese país. Hoy está más tranquilo y mantiene un canal de youtube en el que se lo ve haciendo bromas. Increíble pero real.

Facundo García
Facundo García viernes, 26 de junio de 2020 · 21:27 hs
Era asesino serial y ahora (además) es youtuber
Libre Pedrinho dejó las celdas y se volvió youtuber. Ahora está por sacar su biografía.

No sería correcto decir que Pedrinho "tiene talento" para matar. Sin embargo la tentación es grande, porque Sudamérica conoce pocos ejemplos de una persona que elimine a los demás con tanta facilidad. Empezó matando casi como un justiciero, luego se volvió narco, para convertirse más tarde en un preso que sobrevivió a todo en las cárceles brasileñas. Y hoy, créase o no, es youtuber.

La vida de Pedro Rodrigues Filho empezó a los golpes. Su papá le pegaba a su madre cuando él todavía estaba en la panza, por lo que el 17 de junio de 1954 nació en Minas Gerais un bebé en apariencia normal, aunque con un leve aplastamiento en su cráneo.

Pedrinho creció. Las crónicas dicen que cuando era un adolescente un funcionario de su ciudad acusó a su padre de robar desayunos destinados a una escuela. La respuesta del adolescente fue tajante: asesinó al funcionario y después buscó y mató al sujeto que -según él- era el verdadero autor del robo. Y a eso le llamaba "Justicia".

Fueron sus primeras muertes. Se calcula que vinieron al menos otras 70.

Venganzas

El joven crecía y buscó el amor. Se enamoró, de hecho, de una tal María Aparecida Olympia. El romance iba bien hasta que mataron a la chica. Pedrinho fue a buscar a los responsables uno por uno. Y redobló la apuesta: siguió persiguiendo a pandilleros y narcos hasta que casi no quedaban en su zona.

Ahí se le ocurrió una idea: volverse él mismo un jefe de la droga.

Tal vez su truculenta biografía habría encontrado ahí un capítulo menos movido. Pero no. Un día se enteró de que su padre -sí, aquel que él había defendido de las acusaciones- había ultimado a su madre a puñaladas. Pedrinho lo fue a visitar a la cárcel y lo liquidó ahí mismo. En mayo de 1973 quedó tras las rejas.

El reo más duro

En los asperísimos penales brasileños mató a más de 40 reclusos. Incluso se cuenta que una vez lo quisieron "chucear" entre cinco. ¿El resultado? Pedrinho mató a tres, y el resto de los agresores escapó corriendo.

Otra de las anécdotas que se cuentan de él es que un día lo trasladaron en un móvil -y esposado- junto a otro prisionero. Cuando los penitenciarios abrieron las puertas de la camioneta para que se bajaran, salió solo Pedrinho. El otro preso estaba muerto.

—Y qué quieren, era un violador— se justificó el asesino.

Son tantas las escenas que se multiplican en la red, que muchos esperan con ansias leer una biografía que se vende online, para ver hasta qué punto todo lo que se repite sobre él es verdad.

Final feliz

Quienes hayan ido de vacaciones a Camboriú cerca del año 2007 tal vez se cruzaron con Pedrinho sin saberlo, puesto que en aquel momento había recuperado su libertad luego de 30 años a la sombra.

Le duró poco. En 2011, "el mayor asesino serial de Brasil" volvió a caer. Y así como entró, salió nuevamente.

Ahora, a sus sesenta y pico, se encontró un mundo lleno de imágenes y tecnología. Por eso publica periódicamente en un canal de youtube junto a Pablo Silva, quien lo ayudó a redactar su biografía. 

Pedrinho hoy, en pleno entrenamiento. 

Entre lo bizarro, lo inquietante y lo tragicómico, Pedrinho suele dar algunos consejos en sus apariciones. Como en esta, en la que invita a los espectadores a "ser más humanos"

 

 


 

 

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