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Matrimonio en Argentina: ¿por qué conviene estar casado?

Casarse parece audaz, pero sigue valiendo. El matrimonio ofrece compañía, crecimiento y estabilidad; quienes son felices en parejas viven más y mejor.

Martina y Mariano, una pareja de Santa Fe, se trasladaron en un colectivo para llegar hasta el salón donde se llevó a cabo la fiesta del casamiento. 
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Pese a la mala fama del matrimonio y los abundantes chistes al respecto, las personas felizmente casadas viven más y mejor. Para comenzar de un modo más personal, mi vida empezó a ir de mejor en mejor desde el momento que me casé con Hernán.

Encontré el compañero ideal para el viaje que es la vida misma. Aunque reconozco que casarse en Argentina hoy puede parecer un acto de valentía más que de amor. En medio de un mundo que cambia rápido, entre crisis económicas, nuevas formas de relacionarse y conexiones Wi-Fi que nos desconectan, mantener un matrimonio firme es, sin ninguna duda, un desafío. Pero también es mucho más que eso: es una oportunidad profunda para crecer, amar y construir junto al otro.

Cuando se piensa en matrimonio, a veces, solo es formalizar un vínculo anterior, forzado por un bebé en camino, o cumplir con un rol social. Pero estar casado es, sobre todo, elegir todos los días a esa persona que comparte nuestra vida, con sus virtudes y defectos, alegrías y miedos. Los invito a imaginarse ¿cómo sería estar todos los días compartiendo mi cotidianidad con mi mejor amigo/a? Eso debería ser el matrimonio: que mi compinche más cómplice esté atento a todas mis jugadas. Sería hermoso ¿no?

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Mantener un matrimonio firme es, sin  ninguna duda, un desafío.

Mantener un matrimonio firme es, sin ninguna duda, un desafío.

El matrimonio da un espacio único para aprender a amar de verdad

Amar implica escucharse, ceder, compartir sueños y también enfrentar diferencias. Sobre todo, reírse mucho: reírse de los defectos, a carcajadas de las gastadas a nuestras costillas, de las metidas de pata y de las veces que pasamos vergüenza, porque en el matrimonio no hay caretas, somos así como somos de verdad, y por eso puede reinar un genuino sentido del humor. Pero no podemos ser así con cualquiera, porque es un desnudarse de verdad, de alma y miedos, y solo lo podemos hacer en el marco de la confianza que te da un compromiso profundo y constante. Por eso, pese a las dificultades, estar casado puede ofrecer una sensación de estabilidad y pertenencia que pocos otros vínculos brindan.

Además, en Argentina, donde la familia es un pilar fundamental, el matrimonio muchas veces es el corazón que sostiene y conecta generaciones. Es el espacio donde se forman los primeros aprendizajes de amor, respeto y solidaridad. En ese vínculo, se construyen historias, tradiciones y proyectos que trascienden a la pareja misma. Las ideologías modernas socaban, pero no destruyen una herencia cultural de lo fundamental de la familia para el ser argentino. Como ejemplo, podemos mirar a Messi, como es con Antonella, y todos tendrán una opinión formada al respecto.

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En Argentina, donde la familia es un pilar fundamental, el matrimonio muchas veces es el corazón que sostiene.

En Argentina, donde la familia es un pilar fundamental, el matrimonio muchas veces es el corazón que sostiene.

Todo muy lindo, peeeeero….

Claro que casarse no significa que todo sea perfecto. El matrimonio, como cualquier relación humana, requiere trabajo, paciencia y, sobre todo, una comunicación sincera. Ese esfuerzo es lo que puede transformar la convivencia en un camino compartido, lleno de aprendizaje y crecimiento personal. Por eso, casarse sigue siendo una apuesta valiosa: es la elección de no caminar solo, de construir un “nosotros”, que es más que la simple suma del “tú+yo”.

Para los oposicionistas que sostienen que “¿para qué casarse si puedo vivir bien sin papeles?”, o que “el matrimonio es una cárcel, limita la libertad y genera conflictos”, déjenme decirles algo: estas ideas reflejan miedos, prefieren la convivencia sin etiquetas o priorizan proyectos personales para no decepcionarse.

Pero justamente, el matrimonio puede ser un refugio para no remar solo. Es la apuesta de dos personas que deciden construir un proyecto en común, a pesar de las incertidumbres. Estar casado no es solo compartir un techo o dividir tareas: es construir un espacio de confianza, compañía y apoyo mutuo. Es aprender a amar más allá de los momentos buenos, sostenerse en las dificultades y crecer juntos.

Los beneficios de estar en matrimonio son profundos

Tener a alguien que te conoce en tus luces y sombras, que te acompaña en el día a día y te anima a ser mejor, es un tesoro. En un mundo donde muchas veces priman las relaciones superficiales o pasajeras, simplistas, utilitarias y cosificantes, el matrimonio ofrece la posibilidad de un vínculo duradero, donde la intimidad y la complicidad se cultivan con el tiempo.

Por supuesto, cada persona debe elegir su camino, y no casarse es una opción legítima. Respetable. Pero les dejo un dato curioso: hay estadísticas que revelan que las personas felizmente casadas viven más y mejor. Si aún tienen dudas, porque conocen parejas que se separan, el matrimonio no es el problema: el problema es que no descubren la manera de ser felices juntos.

* Lic. Milagros Ramírez.