Alejandra Planker: "La presencialidad es absolutamente fundamental para el trabajo pero también para la familia."
Alejandra Planker, directora del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la UCA, habló sobre los 20 años de la institución y los desafíos actuales de las familias y el matrimonio.
Alejandra Planker, directora del Instituto para el Matrimonio y la familia de la UCA
Santiago Aulicino / MDZAlejandra Planker, profesora de Filosofía y magíster en Familia es la directora del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la UCA que cumple 20 años con una trayectoria que combina rigor académico y compromiso social. Nació para estudiar, acompañar y fortalecer los vínculos familiares desde una mirada integral de la persona. En estas dos décadas impulsó programas de formación, diplomaturas y cátedras específicas, promovió investigación aplicada y generó espacios de reflexión interdisciplinaria.
El aniversario encuentra al Instituto con una agenda actualizada frente a desafíos complejos: crianza en tiempos de hiperconexión, educación afectiva, salud mental, prevención de violencias, conciliación trabajo-familia y políticas de cuidado. La meta sostiene continuidad y proyección: producir conocimiento útil, incidir en políticas públicas, formar profesionales y agentes pastorales, y ofrecer recursos concretos para familias reales en contextos cambiantes. Veinte años consolidan una referencia académica y pastoral que aporta evidencia, diálogo y servicio al bien común.
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La entrevista completa a Alejandra Planker
-¿Por qué fue necesario implementar un Instituto para el matrimonio y la familia?
-Esto tiene una historia un poco larga. Hace veinte años, allá por 2004, monseñor Alfredo Zecca vio la necesidad de crear un instituto en la Universidad Católica Argentina que promoviera la investigación y el trabajo sobre matrimonio y familia. Así se decidió fundar el Instituto para el Matrimonio y la Familia. En ese momento ya existían experiencias similares en otras universidades, y en octubre de 2004 se firmó el acta de creación. Antes de eso, dentro del Instituto de Bioética se trabajaba en la formación de Agentes de Planificación Familiar Natural (PFN), pero como el Instituto de Bioética ya tenía sus propias líneas, se decidió separar esas actividades y darles un espacio propio. a dirección estuvo a cargo de la doctora Zelmira Bottini de Rey, y el rector de la universidad fue presidente del Instituto. Así se formó el Instituto para el Matrimonio y la Familia, con todas las acciones relacionadas directamente con la familia.
Formación, acompañamiento y vida
-¿Y hoy cuáles son los ejes de acción del Instituto?
-Seguimos con el área de procreación y fertilidad humana, donde se dictan cursos de formación de agentes de planificación familiar natural, además de módulos sobre anticoncepción, reconocimiento de la fertilidad y métodos naturales. Estamos implementando un nuevo curso sobre técnicas de reproducción asistida, para analizar sus consecuencias y cómo se llega a decidir un tratamiento de ese tipo. También está el área de familia, con el Gabinete de Orientación y Acompañamiento Familiar; el área de adultos mayores, con cursos de acompañamiento en neuroestimulación cognitiva; el área de acompañamiento pastoral postaborto, con el programa Proyecto Esperanza; y el área de Educación Integral de la Sexualidad, que desde hace años ofrece capacitación docente y para padres. Además, ya tenemos 23 publicaciones breves con temas variados sobre familia: filosóficos, sociológicos, psicológicos y algunos más específicos sobre anticoncepción y familia.
La familia como vínculo y proyecto
-Enfocándonos en la familia, ¿cómo la definimos actualmente y cuáles son las demandas hacia el Instituto?
-Definimos familia como la unión entre un varón y una mujer en un vínculo estable, fiel, permanente y exclusivo, orientado a la procreación y a la crianza de los hijos, con apertura a la vida. Quizás sea una definición contracultural o no acorde con ciertas legislaciones vigentes, pero una cosa es lo que es la familia y otra lo que se quiere asemejar a ella. Para que exista familia es necesaria esa unión natural entre un varón y una mujer, capaces de dar lugar a una nueva generación y de hacerse cargo de ella. Las demandas actuales de las familias tienen mucho que ver con las nuevas tecnologías, la comunicación y los vínculos. Dentro de las áreas también tenemos la preparación al matrimonio, con dos cursos anuales —uno por cuatrimestre— de siete encuentros cada uno. Participan entre 12 y 15 parejas por curso. A pesar de lo que se dice, hay muchas parejas que todavía eligen casarse, especialmente acceder al matrimonio sacramental. Incluso hay parejas que, después de convivir o tener matrimonio civil, se deciden por lo sacramental. Son decisiones muy reflexionadas y eso es muy valioso. El matrimonio de tres: el esposo, la esposa y Cristo.
"La familia la vamos a definir como la definimos siempre"
-¿El matrimonio sacramental es casarse por Iglesia?
-Exactamente. Es ser los protagonistas de ese sacramento donde el sacerdote y Dios son los testigos. Lo llamamos “ matrimonio de tres”: el esposo, la esposa y Cristo, que les da la gracia para sostenerse incluso en los momentos de adversidad.
Conciliar familia y trabajo, una deuda pendiente
-Y en paralelo a tu trabajo en el Instituto, fuiste desarrollando tu familia. Cuatro hijos y ya nietos en camino.
-Sí, los hijos vinieron antes y luego los nietos. Son cuatro, por ahora. El 7 de diciembre se casa una de nuestras hijas, que vive en España, con otro argentino. Luego van a hacer una experiencia de matrimonios misioneros en una fundación que se llama Misericordia. Así que le mandamos un beso grande y pedimos oraciones. Conciliar familia y trabajo es una deuda pendiente, no solo del Instituto sino de la sociedad. Conciliar el trabajo fuera de casa con el de dentro es un desafío tanto para mujeres como para varones. La crianza de los hijos es el mayor compromiso, y cuando no estamos, sentimos que faltamos. Durante la pandemia aprendimos el valor de compartir más tiempo en familia, aunque después volvimos a trabajar más que antes, sumando lo virtual o remoto a lo presencial. Deberíamos aprender a equilibrar mejor los tiempos, tanto en el trabajo como en la familia.La presencialidad es absolutamente fundamental para el trabajo pero también para la familia. Deberíamos aprender a imbricar mejor los tiempos.
-Esa es una buena invitación para todos.
-Sí, creo que todos tenemos que aprender un poco más, porque seguimos trabajando muchas horas. Una red latinoamericana de universidades.
-¿El Instituto forma parte de redes internacionales como Redifam y Rediuf?
-Sí, somos parte de Redifam, la Red de Institutos Universitarios de Familia de Universidades de inspiración católica de Latinoamérica. Surgió en 2009, a partir de un congreso que hicimos en Argentina en 2008, donde participaron varios directores de institutos latinoamericanos. Hoy somos 23 universidades que trabajamos juntas en investigaciones, seminarios y proyectos comunes. Además, contamos con el apoyo del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, especialmente en el programa “Pacto Global para la Familia”, que busca generar sinergia entre los institutos universitarios de familia y la pastoral familiar, históricamente un poco separadas. La Academia tiene contenidos y estrategias, pero necesita conocer el territorio. Por eso el trabajo conjunto es fundamental. Este programa nació en 2023 y todavía estamos en proceso de implementación. No es fácil trabajar en equipo por las realidades diversas, pero ahora estamos abordando un tema común: el proyecto familiar de los estudiantes universitarios. Queremos entender por qué hoy no ven la familia como un proyecto de vida inmediato. Muchos se imaginan a los 80 años rodeados de nietos, pero no se visualizan antes con hijos. Es algo llamativo y queremos estudiarlo.
Publicaciones y comunicación con las familias
-¿Dónde se pueden encontrar las publicaciones del Instituto?
-Tenemos una publicación trimestral llamada En Modo Familia, coordinada por Myriam Mitrece. También tenemos un programa de radio con el mismo nombre, que se emite los jueves a las 14:00. En Instagram nos encuentran como @ucamatrimonioyfamilia, y también en Facebook con el mismo nombre —aunque lo usamos menos—. En la página de la UCA, pueden acceder a todas las publicaciones de la Escuela de Familia y Humanidades, disponibles en PDF para descarga gratuita.
"No aprendimos mucho, seguimos trabajando muchas horas"
"Los 20 años son mérito de todo el equipo del Instituto, un grupo interdisciplinario que trabaja con entusiasmo cada día y vive este proyecto como una familia. Y quiero agradecer especialmente a la profesora Zelmira Bottini de Rey, a quien llamo “Mater et Magistra”, porque es una guía tanto en lo académico como en lo personal. Siempre tiene la palabra justa para orientar", finalizó.
