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La diabetes en el mundo laboral: saber más para acompañar mejor

El Día Mundial de la Diabetes 2025 resalta la importancia de crear entornos laborales inclusivos que favorezcan el autocuidado, la flexibilidad y el respeto.

Las empresas y organizaciones pueden ser aliadas clave al ofrecer espacios para controles de glucemia y presión arterial.

Las empresas y organizaciones pueden ser aliadas clave al ofrecer espacios para controles de glucemia y presión arterial.

Shutterstock

La diabetes es una realidad que toca a más de 4 millones de personas en nuestro país, requiriendo un cuidado constante y diario que se integra en cada aspecto de la vida, incluyendo la rutina del mundo laboral. Pero lejos de ser un obstáculo inevitable, con las condiciones adecuadas —información, flexibilidad y apoyo— las personas con diabetes pueden desempeñarse con normalidad, crecer profesionalmente y cuidar su salud.

Ese es el centro de la campaña global del Día Mundial de la Diabetes 2025, que pone el foco en la salud y el acompañamiento en el entorno laboral. El acompañamiento institucional y comunitario es clave. Un entorno de trabajo inclusivo, donde se respeta el autocuidado y se valida emocionalmente a la persona con diabetes, contribuye a mejorar el control de la glucemia, reducir el estrés y evitar complicaciones. Las empresas que adoptan estas buenas prácticas se benefician: son más productivas, retienen talento, reducen licencias médicas y promueven un clima laboral más humano.

El llamado que propone la campaña 2025 es colectivo: requiere que los empleadores evalúen e implementen medidas prácticas —protocolos sencillos para situaciones de hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en sangre), capacitaciones, adaptación de horarios cuando sea necesario—, que los equipos adopten una actitud de contención y respeto, y que las personas con diabetes cuenten con información sobre sus derechos y recursos locales. Pequeñas transformaciones —una política de refrigerios, la posibilidad de ausentarse por controles médicos sin estigma, la capacitación anual del personal— pueden marcar una gran diferencia en la vida cotidiana de quien convive con la enfermedad.

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El día Mundial de la Diabetes 2025 pone el foco en la salud y el acompañamiento en el entorno laboral.

El día Mundial de la Diabetes 2025 pone el foco en la salud y el acompañamiento en el entorno laboral.

Todo comienza con pequeños gestos: una charla abierta, una política flexible, un cartel o afiche informativo sobre diabetes. Eso suma conciencia y acción concreta. La prevención y el cuidado de la diabetes comienzan en cada espacio donde vivimos y trabajamos. Entornos laborales que faciliten el autocuidado no solo protegen la salud de millones, sino que también fortalecen la productividad y el bienestar colectivo.

¿Qué significa acompañar en la práctica?

Las empresas y organizaciones pueden ser aliadas clave al ofrecer espacios para controles de glucemia y presión arterial, fomentar una alimentación saludable, integrar pausas activas en la rutina diaria e incorporar capacitaciones que preparen a líderes y equipos para acompañar con conocimiento y respeto a quienes viven con diabetes. Implementar este tipo de medidas no solo favorece la salud, sino que también impulsa la productividad y el compromiso dentro de los equipos.

Significa, ante todo, crear entornos donde el autocuidado sea posible y respetado. Para una persona con diabetes esto puede traducirse en pequeñas medidas diarias —poder tomar descansos breves para medir glucemia, contar con refrigerios apropiados, disponer de espacios para la inyección de insulina o para la administración de medicación, y tener flexibilidad ante controles médicos— que juntas evitan complicaciones y reducen la ansiedad.

Significa también formar a jefes y equipos para saber cómo apoyar sin estigmatizar: la información básica y la empatía reducen mitos y facilitan la convivencia. Además del apoyo cotidiano, existen razones económicas y humanas para invertir en ambientes laborales inclusivos. Las organizaciones que incorporan políticas de salud integrales suelen observar menor rotación de personal, menos licencias prolongadas por complicaciones y una mejora en el clima interno que se traduce en mayor productividad. Para los trabajadores, el beneficio es doble: proteger la salud hoy y evitar secuelas a largo plazo que afectan la autonomía y la calidad de vida.

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Las organizaciones que incorporan políticas de salud integrales suelen observar menor rotación de personal.

Las organizaciones que incorporan políticas de salud integrales suelen observar menor rotación de personal.

Cifras que llaman a transformar la salud laboral

Los datos muestran por qué este llamado es urgente. Según la última edición del Atlas de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), alrededor de 589 millones de adultos en el mundo viven con diabetes —1 de cada 9 personas en el grupo etario entre 20 y 79 años— y se proyecta que esa cifra aumente a 853 millones hacia 2050, mientras se estima que actualmente hay 252 millones de adultos aún sin diagnosticar. Así, se observa un incremento sostenido de casos vinculados al sedentarismo, la alimentación ultra procesada, el estrés —tanto general como laboral—, el sobrepeso y la obesidad, factores prevenibles que tienen un fuerte impacto en nuestra región. Por eso, su prevención exige estrategias integrales: desde políticas públicas que favorezcan la educación y la detección temprana, hasta iniciativas en los espacios laborales que impulsen bienestar, autocuidado y conciencia colectiva.

El impacto de la diabetes en salud y economía es enorme: en 2024, una persona murió cada 9 segundos por la enfermedad, que generó más de U$S 1 billón en gastos sanitarios globales, un aumento del 338% en 17 años. La mayoría de los casos se concentra en países de ingresos bajos y medios, donde el acceso a servicios y cobertura laboral es limitado. América Latina no es la excepción: millones de personas conviven hoy con diabetes, con efectos directos sobre la productividad, el ausentismo y la calidad de vida. En Argentina, se estima que 4,34 millones de adultos (14% de la población entre 20 y 79 años) tienen diabetes.Estas cifras la convierten en una prioridad de salud pública que también interpela al ámbito laboral.

El rol de la tecnología y los avances para el control

Estamos viviendo un cambio de paradigma en el control y seguimiento de la diabetes. Los sistemas de monitoreo continuo, la telemedicina y las plataformas digitales permiten un control más preciso, reducen los episodios de hipoglucemia y mejoran la calidad de vida. Pero la tecnología debe ir siempre acompañada de educación y entornos que faciliten su uso cotidiano.

En un país donde millones conviven con diabetes, sensibilizar en empresas, sindicatos y espacios públicos no es un gasto sino una inversión en salud pública y en la sustentabilidad del empleo. Este 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, la invitación es clara: conocer más, actuar mejor y construir lugares de trabajo donde la diabetes se maneje con información, respeto y sin prejuicios.

* Dra. Gabriela Rovira, MN 87583, Especialista en Endocrinología y Vicepresidente de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD)