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Hallazgo en Río Negro: un elasmosaurio diminuto cambia lo que sabíamos del mar patagónico

El hallazgo del Kawanectes, un pequeño elasmosaurio que vivió en los mares patagónicos hace 70 millones de años, confirmó que se trataba de una especie enana.

Así se vería el Kawanectes. Imagen creada con Inteligencia Artificial.

Así se vería el Kawanectes. Imagen creada con Inteligencia Artificial.

En los acantilados y sedimentos de la Patagonia siguen apareciendo historias que habían quedado atrapadas en la roca durante millones de años. Un hallazgo tiene como protagonista a Kawanectes, un elasmosaurio de tamaño sorprendentemente reducido para su grupo: medía entre 3,5 y 4,5 metros de largo,

MDZ habló José Patricio O'Gorman, doctor en Ciencias Naturales, licenciado en Biología e investigador del CONICET sobre este interesante hallazgo. Esta investigación, según relató uno de sus investigadores, permitió despejar dudas y corroborar algo que ya se había pensado en su momento sobre Kawanectes.

Esta especie está muy por debajo de otros parientes que podían alcanzar dimensiones mucho mayores. Vivió hace unos 70 millones de años en mares poco profundos que cubrían lo que hoy corresponde a Río Negro y Chubut, en pleno Cretácico Tardío.

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Un hallazgo que permitió mirar “por dentro” de los fósiles

La nueva investigación, firmada por María Eugenia Pereyra, José Patricio O’Gorman y Anusuya Chinsamy y publicada en Journal of Anatomy, se propuso ir más allá de la forma externa de los huesos. El equipo aplicó análisis histológicos: realizaron cortes ultrafinos de húmeros y fémures fósiles y los observaron al microscopio para seguir las líneas de crecimiento, las zonas de remodelación y otros patrones internos. Esas “huellas” microscópicas funcionan como un registro biográfico, porque muestran cómo se formó y modificó el tejido óseo a lo largo de la vida del animal.

Los resultados llamaron la atención: las piezas estudiadas no superaban los 30 centímetros de longitud, algo muy reducido para un integrante de los elasmosáuridos. Es decir, no se trataba de juveniles, sino de adultos de talla pequeña, lo que respalda la idea de que Kawanectes era realmente una especie enana adaptada a ambientes costeros particulares.

“Ver dentro de los fósiles”

La confirmación no llegó solo por las medidas externas, sino por esa mirada microscópica. “Bueno, la realización de toda esta investigación fue muy interesante porque nos permitió corroborar algo que ya se había pensado en su momento que Kawanectes es un elasmosáurido enano es un elasmosáurido de pequeño tamaño probablemente relacionado con el ambiente en el que vivía que era una especie de estuario así que bueno, fue muy interesante ver dentro de los huesos, a través de la palistología lo que en su momento habíamos pensado simplemente viendo el tamaño de los individuos es como realmente ver dentro de los fósiles fue la verdad que bastante emocionante, dijo José Patricio O’Gorman a MDZ.”

Esa ventana al interior del hueso también aporta información sobre la diversidad marina del Cretácico en la región. Cada lámina delgada revela que en aquellos mares coexistían animales de tamaños y estilos de vida muy distintos, desde grandes depredadores hasta formas más pequeñas y posiblemente ligadas a zonas estuarinas, donde la mezcla de agua dulce y salada genera condiciones muy particulares.

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Nuevas preguntas para la “década del Futuro”

El trabajo no solo ayudó a confirmar el carácter enano de Kawanectes, sino que abrió un abanico de interrogantes sobre el crecimiento y la biología del grupo. José Patrio O’Gorman lo sintetizó así: “Bueno, la década del futuro nos permite plantearnos nuevas preguntas. Por ejemplo, si este tipo de crecimiento se vio en otras especies del mismo grupo. Si esto es una característica que heredaron de sus ancestros, o es una característica novedosa que apareció en esta especie. Y cómo el hecho de tener este tipo de crecimiento en los huesos afectó el ciclo de vida de los individuos. ¿Estos individuos vivirían más, menos? ¿Tendrían un ciclo de vida diferente en cuanto al momento en que empezaran a reproducirse? Bueno, todo eso no lo sabemos. Y son nuevas preguntas que se abren hacia el futuro”.

En el caso de Kawanectes, el pequeño elasmosaurio patagónico, cada corte al microscopio suma datos para entender cómo se organizaban aquellos ecosistemas marinos y por qué la evolución también apostó, en pleno Cretácico, por versiones en miniatura de criaturas que solemos imaginar gigantes.