Fertilidad femenina en Argentina: estos son los factores que influyen a la hora de ser madre
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, la tasa global de fecundidad en el país se redujo de 2,9 hijos por mujer en 1980 a 1,5 en 2022.

La fertilidad femenina depende de distintos factores.
Cuando se trata de hablar de concebir, en los últimos años, Argentina ha experimentado un descenso sostenido en sus tasas de natalidad. Las mujeres están postergando cada vez más la decisión de tener hijos, influenciadas por factores sociales, laborales y económicos.
Este descenso no solo responde a una elección personal, sino a un contexto que muchas veces condiciona, como es la inestabilidad económica, las dificultades para la conciliación, los altos costos en salud reproductiva y una creciente falta de acceso a tratamientos de fertilidad.
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La edad, factor decisivo a la hora de querer ser madre
La edad promedio para el primer hijo en Argentina ha pasado de los 24 años en los 90 a los 29 años en la actualidad. Esta postergación, aunque comprensible, tiene consecuencias biológicas: a partir de los 35 años, la fertilidad femenina comienza a descender significativamente. Con ello, aumentan las probabilidades de requerir asistencia médica para concebir.
Sin embargo, muchas mujeres no reciben información clara ni oportuna sobre este proceso. Según una encuesta de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), más del 60% de las mujeres entre 30 y 40 años desconoce el impacto real de la edad sobre su fertilidad.
Acceso desigual a los tratamientos de fertilidad
A pesar de que en Argentina la Ley Nacional de Reproducción Médicamente Asistida (N° 26.862) garantiza el acceso gratuito a tratamientos de fertilidad en el sistema de salud, su implementación varía significativamente entre provincias.
Por ejemplo, las chicas de Mendoza tienen a su disposición mayores consultas y clínicas dedicadas a la salud reproductiva. En cambio, las mujeres que viven zonas rurales, la oferta de servicios especializados es limitada. Esto implica que muchas veces, los tratamientos deben afrontarse de forma privada, lo que supone asumir costos muy altos.
Esta brecha impacta directamente sobre las mujeres de sectores populares, quienes enfrentan mayores obstáculos para acceder a información, diagnóstico y tratamientos.
Hablar sobre la capacidad de concebir, una tarea pendiente
Más allá de los factores médicos y legales, hay un componente cultural que incide en cómo se vive la fertilidad en Argentina. Aún persisten tabúes en torno a incapacidad para tener hijos, así como presiones sociales para cumplir con determinados roles o tiempos biológicos.
La falta de educación sexual integral y de espacios de conversación sobre salud reproductiva sigue siendo un desafío pendiente. Una realidad que se replica en otros países de Latinoamérica, como lo es para las mujeres en Nuevo León (México), donde aún falta mucho por conversar en materia de maternidad y bienestar reproductivo.
Es por ello que, promover campañas de información, normalizar el diálogo sobre infertilidad y fertilidad, y acompañar emocionalmente a quienes atraviesan procesos de reproducción asistida son pasos fundamentales para una sociedad más equitativa y consciente.
Abordar la maternidad desde todas las dimensiones
La fertilidad de las mujeres argentinas no puede pensarse solo desde un punto de vista biológico. Tal y como afirman los especialistas en salud femenina de Simple Eros, es necesario abordarla desde una mirada integral que incluya el acceso real a la salud, el derecho a decidir, la equidad de género y la contención emocional.
Con información clara y políticas públicas efectivas, las mujeres podrán tomar decisiones reproductivas con mayor libertad y seguridad. Y es que hablar de fertilidad es hablar de derechos, de salud y de futuro.