El tortugo Jorge está en Río de Janeiro y piden que si lo ven le saquen una foto
Los investigadores aseguraron que el tortugo Jorge está muy cerca de la costa. Ya recorrió 3.500 kilómetros.

El tortugo Jorge durante su entrenamiento en Mar del Plata. Foto: Télam
En casi 100 días el tortugo Jorge ya recorrió 3.500 kilómetros y los científicos aseguran que está en Río de Janeiro disfrutando de las aguas cálidas de Brasil. El ejemplar macho de tortuga cabezona vivió 40 años en cautiverio en el acuario de Mendoza y fue liberado el 11 de abril en Mar del Plata.
Dónde está el tortugo Jorge
Según la información del rastreador que tiene en el caparazón, el tortugo Jorge está muy cerca de las playas de Río de Janeiro, uno de los principales centros balnearios de Brasil.
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Hace una semana, Jorge estaba en Ubatuba disfrutando del mar y el agua cálida que genera un entorno agradable para los ejemplares de su especie. Durante estos 7 días, nadó hasta Paraty, después se fue a la paradisíaca Isla Grande y finalmente se fue directo a Río de Janeiro.
“Amigos de Río de Janeiro, atentos que Jorge está muy cerca de la cosa. Por favor, si lo ven les pedimos que nos envíen una fotografía”, escribieron los investigadores en la cuenta oficial de Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
La vida en cautiverio y la liberación
El tortugo Jorge vivió durante 40 años en cautiverio. Durante su estadía en Mendoza estuvo en una pecera en el acuario municipal y luego fue trasladado a un piscina gigante pero las condiciones estaban lejos de ser similares a su medio natural. Por lo tanto, en el año 2022 fue llevado a las instalaciones de Aquarium Mar del Plata con el objetivo de acondicionar al animal para un posible retorno al medio natural.
En agosto de 2021, se inició un proceso de adaptación salina progresiva que se extendió durante 14 meses. Se fue incrementando gradualmente la salinidad hasta alcanzar los 33‰ requeridos por su fisiología marina. Finalmente, el 26 de octubre de 2022 se efectuó su traslado al Centro de Rehabilitación de Fauna Marina de Aquarium (CRFMA).
Este año fue liberado frente a la costa de Mar del Plata y desde ese momento, los investigadores van siguiendo sus movimientos a través de la señal de GPS que envía el rastreador que colocaron en su caparazón.
Los dos patrones de conducta del tortugo Jorge
Cuando Jorge cumplió tres meses en libertad, los investigadores dieron un informe de su estado actual y su conducta de acuerdo a lo que pueden analizar con los datos que envía el rastreador. “Jorge ha tenido un éxito absoluto para cumplir los desafíos que tenía. Lo que vi por el monitoreo es que se orientó perfectamente y que hubo dos patrones de movimientos claros”, dijo la bióloga e investigadora del Conicet, Mariela Dassis.
“Uno fue al inicio de su migración, ni bien se fue de Mar del Plata, y hasta que llegó al sur de Brasil. Ahí se caracterizó por tener días de movimiento, desplazamiento muy marcado con una dirección siempre al noreste. Se quedaba uno o dos días en un mismo lugar, que probablemente elegía para alimentarse, descansar o explorar, y luego continuaba su viaje. Tal es así, que se mantuvo siempre en esa línea y a los 18 días, el 29 de abril, cruzó el límite con Brasil”, agregó.
El siguiente patrón de comportamiento surgió cuando llegó a las aguas cálidas (entre 22 y 24 grados). “pasar mucho tiempo en una misma área. De hecho, hizo toda una vuelta muy grande a la altura de Lagoa dos Patos que le duró dos semanas, después se volvió a desplazar al norte, estuvo una semana en Florianópolis y volvió al norte. Siempre que él tuvo masas de agua cálida, pasó más tiempo en una misma área. Lo cual nos indica que ya llegó a una temperatura adecuada para vivir tranquilamente y es parte de lo que demuestra su éxito. Así que ya está adaptado”, señaló la especialista.
En cuanto a la alimentación, los científicos no pueden saber a ciencia cierta qué está comiendo el tortugo Jorge pero sí pueden saber -por su comportamiento- que está bien alimentado. “Podemos inferir eso porque no podría haber salido a la costa o ya no tendríamos noticias de él. Por lo pronto el instrumento sigue transmitiendo bien, así que estamos a merced de lo que duren las baterías. Debe estar comiendo cangrejos”, concluyó Dassis.