Consulta al podólogo: qué enfermedades del cuerpo pueden detectarse a tiempo
Una consulta al podólogo no solo cuida la salud de los pies, también permite detectar a tiempo diabetes, problemas circulatorios, hormonales, entre otras.
El podólogo puede detectar precozmente indicios de distintas dolencias de la salud general que se manifiestan en las extremidades inferiores.
UBALa consulta al podólogo puede ser clave para detectar de forma precoz enfermedades que van mucho más allá de los pies. A través de la observación clínica de la piel, las uñas, la circulación y la estructura ósea, este profesional puede advertir signos tempranos de distintas patologías y orientar una derivación médica oportuna.
Además de abordar dolencias frecuentes del pie, el podólogo es un especialista en salud integral. Su formación le permite intervenir no solo en tratamientos específicos, sino también en estrategias de prevención que impactan directamente en la calidad de vida de los pacientes.
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La podología es una disciplina médica y sanitaria, claramente diferenciada de la pedicuría, que se centra en el aspecto estético. En el consultorio, muchos síntomas que parecen menores —como cambios de coloración, textura o sensibilidad— pueden funcionar como señales de alerta sobre afecciones generales.
Por eso, una consulta periódica puede convertirse en una instancia clave de detección temprana: distintas enfermedades sistémicas suelen manifestarse primero en las extremidades inferiores, lo que permite actuar a tiempo y evitar complicaciones mayores.
Consulta al podólogo y detección temprana de enfermedades
La profesora licenciada Leticia Cagnacci, vicedirectora de la carrera de Podología de la UBA, detalla algunas patologías que pueden detectarse en una consulta al podólogo:
Arteriosclerosis: uñas azuladas o muy blancas y piel reseca pueden indicar mala circulación.
Insuficiencia venosa: várices, hinchazón en pies y tobillos alertan sobre problemas circulatorios.
Problemas cardíacos o respiratorios: el llamado dedo en palillo de tambor, que es un engrosamiento de las puntas de los dedos, donde las uñas adoptan una forma curva, denominada vidrio de reloj.
Estos indicios no confirman un diagnóstico, pero funcionan como señales de alerta para una evaluación médica más profunda.
Diabetes, piel y enfermedades autoinmunes visibles en los pies
En el caso de la diabetes, una herida que no cicatriza y la pérdida de sensibilidad en los pies son señales típicas. Esto puede derivar en úlceras sin que el paciente lo note.
La psoriasis también puede manifestarse en las uñas, con hoyuelos (pitting) o engrosamientos, además de lesiones en la piel.
Otras afecciones como esclerodermia y lupus pueden provocar uñas engrosadas, cambios de color en los dedos (síndrome de Raynaud), dolor, inflamación o deformidades articulares.
Trastornos hormonales, déficit nutricional y otras alertas
Algunos trastornos hormonales, como la menopausia o el hipotiroidismo, generan hinchazón, sequedad de la piel y uñas quebradizas.
Las uñas muy blandas pueden ser un signo de falta de vitamina A, y no de calcio, como suele creerse. También pueden relacionarse con exceso de líquidos o sudoración.
La gota se manifiesta de manera característica con un dolor intenso y repentino en el dedo gordo del pie, causado por la acumulación de ácido úrico.
Consulta al podólogo y prevención del cáncer de piel
Durante la consulta al podólogo se revisa de forma sistemática la planta de los pies, una zona que muchas personas no observan con frecuencia.
Allí pueden aparecer melanomas u otras lesiones que requieren evaluación inmediata. Incluso lo que algunos pacientes describen como un “sobrehueso” puede necesitar observación médica para descartar tumores.
Esta revisión periódica es clave para la detección temprana del cáncer de piel en áreas poco visibles.
Las consultas más frecuentes en el consultorio
Entre las dudas habituales, Cagnacci destaca la relación entre el taco y la suela del calzado: 57% de taco y 43% de suela es la proporción recomendada para una correcta distribución del peso corporal.
Para quienes pasan muchas horas sentados y sienten molestias en la planta del pie, recomienda mover una pelotita de tenis bajo la suela para activar la zona y prevenir fascitis plantar.
En el caso de los niños, aconseja evitar heredar calzado usado: una suela deformada puede generar patologías, ya que los núcleos óseos aún no están cerrados. “Ahorren en el jean, pero no en el calzado”, resume.

