Pancho Ibáñez: “No me va alcanzar la vida para viajar todo lo que hubiese querido viajar"
El icónico conductor y locutor repasa junto a MDZ su trayectoria, viajes y su pensamiento sobre la actualidad de los medios de comunicación.
Francisco Pancho Ibáñez es uno de los conductores de televisión y locutores más emblemáticos de la Argentina. Abogado, actor y abuelo, como le gusta definirse, repasa junto a MDZ diversos fragmentos de su prolífera carrera. El premio que le entregó a Juan Manuel Fangio, la experiencia de hacer radio en Países Bajos, la charla que tuvo con su padre antes de que falleciera y su pensamiento sobre los medios de comunicación en la actualidad.
En el imaginario social tu figura está muy asociada a la televisión, pero te escuché decir muchas veces “yo soy actor”. En todos los roles que yo nombré durante la presentación ¿es el que más te hubiese gustado explotar y no explotaste tanto?
No lo sé. Se va a enojar, una vez, más mi mujer. Un día siendo novios, en Santiago de Compostela, donde nos conocimos en España, estudiando ella Filosofía y Letras y yo derecho, le comenté esto de la cosa que me gustaba la actuación. Estaba trabajando en el Teatro Español Universitario. Dirigía también en un momento en el teatro y siempre me gustaba. Es una cosa más que viene de familia. Yo creo que los Ibáñez tenemos la cosa histriónica, a tal punto que, en la casa de mis abuelos, en la calle Pedernera 156, en el barrio de Flores, todos los años a fin de año, había una la función teatral, donde trabajaban casi todos, unos mejor que otros, unos más dotados que otros, pero siempre había ese teatro que era una sátira de lo que había sucedido en la familia durante el año. Pero bueno, más allá de esa anécdota, le comenté esto. Me dijo “lo siento, pero yo con un actor no me caso”. Y dije bueno, las cosas vamos a ponerlas en su lugar. Yo mi prioridad, o por lo menos lo que elijo es casarme contigo. Así que bueno, el actor queda para eventuales apariciones y no voy a hacer de eso mi vida y mi carrera.
Hablabas de Santiago de Compostela, lugar en el que además estudiaste derecho. Cómo fue el momento en el que decidiste que, finalizada la carrera, teniendo un padre que era diplomático, no ibas a ejercerla y abriste la ventanita para entrar en el mundo de la comunicación…
Estaba seguro no iba a estudiar ingeniería, arquitectura me hubiera gustado porque me gusta el dibujo. Tenemos en casa también la cosa del dibujo que se ha heredado de familia. Mis hijos dibujan también. Yo también. Pero claro, arquitectura tenía matemática y para mí la matemática era un mundo impenetrable. También me gustaba la medicina, pero había química, otro mundo impenetrable para mí. La anatomía humana me parecía maravillosa, pero la química imposible de entender. En cambio, derecho, como vale todo ¿no? además, el viejo tenía la ilusión de que su hijo fuera diplomático argentino. Y creo que eso fue lo que me hizo decir bueno, adelante, vamos. Y terminé la carrera de Derecho, pero ya terminando la carrera de Derecho, mi padre estaba destinado en ese momento en Budapest, en Hungría. Esto era el año 67. Entonces en diciembre del 67 yo viajo a Hungría a ver a mí, a mi familia, a mi madre, mis hermanas más chicas y a mi viejo. Y haciendo de tripas corazón le digo papá, te tengo que dar un disgusto. Me preguntó qué pasaba y le dije yo termino ahora la carrera, me faltan un par de materias, pero no voy a seguir la carrera como diplomático. Diplomático me parece fantástico, pero como diplomático argentino te he visto sufrir como loco siempre. Me preguntó que me gustaba y le dije el cine el teatro, ya veremos. Y me dio así una especie de La bendición. Fue increíble porque fue la última vez que hablé con él. A los pocos meses y a los 48 años, el 9 de julio de 1968, preparando en Budapest la fiesta patria en la embajada, un infarto y murió a los 48 años.
Cuando uno recorre tu vida se encuentra con muchas de estas anécdotas. De hecho, ahora que la Fórmula uno es furor en la Argentina, lo has contado también, un Pancho Ibáñez niño, le termina entregando el primer premio a Fangio…
Cuando digo eso me dicen está bien, que linda cosa se le ocurrió. Fangio ganó el primer premio en Barcelona, en Pedralbes, en el año 1951. Y el cónsul de la Argentina en Barcelona en ese momento, ni siquiera cónsul vicecónsul era Adolfo Ibáñez, mi padre. Cuando fue la carrera llevó al niño, que era yo y me gustaban los autos. Entonces fui yo a ver la carrera y gana Fangio. Y segundo, Froilán González, fiesta argentina. Imagínense. Ahí fue la anécdota que cuando le van a entregar la copa a Fangio, alguien dice hombre, que se la entrega el niño. Así fue como yo le entregué la copa.
Formás parte de una legión de conductores y de locutores ultra formados, admirados y respetados de la televisión ¿qué visión tenés hoy de una televisión que se ha ido modificando con el paso del tiempo?
Me gustó la palabra que has usado, modificando, porque te salva del juicio. Yo me ilusioné siempre, por lo menos lo he dicho muchas veces, porque yo creo que la televisión es un medio maravilloso, como como canalizador de lo que podía ser la cultura para todo el mundo. Sin tener que ir a la universidad, a la escuela, simplemente a través de la televisión que produce esa adicción, esa atracción que produce que la pantalla crea y que podría servir para enseñar un montón de cosas. Creo que se fue por el otro lado, el de captar al televidente ¿no? el sensacionalismo, la cosa, el golpe. Lo veo continuamente, veo que las entrevistas que en las entrevistas de repente por la chicharrita, cortala, cambia de tema, despedilo a Pancho, llama otra cosa más, más divertida…
Pareciera que todo ha ido hacia la dictadura del click, de la métrica del minuto a minuto de lo que funciona, lo que no funciona…
No me gusta para nada la inmediatez de la televisión. Una de las respuestas es, Pancho, esto es lo que la gente quiere ver, como diciendo la televisión responde a un pedido del público, que suena muy lindo, muy lógico. Entonces ¿por qué no producimos muertes y accidentes? porque cuando hay un accidente en la ruta la gente quiere ver, es más, la policía le dice circule y la gente quiere ver el detalle, si el cráneo está aplastado o no, o si hay un charco de sangre más grande o más chico. Hay una curiosidad, llamémoslo así, malsana o es el lado oscuro de nuestra curiosidad que, en vez de irse hacia investigar, aprender, preguntar, crecer en todo sentido, va hacia el otro, hacia la cosa que me impacte, que me produzca un golpe. Y entonces eso es lo que no estoy de acuerdo.
Aprovecho para desarrollar dos preguntas en una para ahorrar tiempo, algo tan típico para los tiempos que corren. La primera es si sentís que en una carrera tan prolífera como la que tuviste te quedó algo pendiente por hacer. Y la segunda, relacionada con la primera, es en qué momento sentiste que estabas en la cima de tu carrera, que te llenaba lo que estabas haciendo…
No sé si no contestar primero la segunda. En ningún momento dije esto es el momento ideal porque siempre algo faltaba. Si digo el nacimiento de mi primera hija, después vino otro, después vino otra, después los nietos. La historia continúa, no hay un momento. Y en lo laboral, la misma historia. Cuando me nombraron en Radio Neverland, representante en Sudamérica ¿ese fue el momento? No. Ese fue el momento maravilloso en que le dije a mi mujer vas a conocer Argentina, porque me nombraron nada menos que en Buenos Aires, representante. Pero fue llegar aquí, seguir trabajando para Holanda, pero ya empezar a trabajar en otras cosas locales. Y la otra pregunta que me hacías, yo creo que todo está pendiente. Cuando uno más viaja se da cuenta que es mucho más lo que no conoce que lo que conoce ¿No? Yo conocí Roma, conocí Génova, conocí Nápoles, pero no conozco Italia. No hablemos de otras latitudes y de otros continentes. No me va alcanzar la vida para viajar todo lo que hubiese querido viajar, ni para leer todo lo que quisiera leer, ni para ver todas las películas que quisiera haber visto. Bueno, que lo vamos a hacer. Aguantemos con lo que tenemos y tratemos de ser felices en el día a día.
Mirá la entrevista completa

PAMI: así será el nuevo sistema para retirar pañales

Las miradas puestas en el desarrollo de la red 6G: cuándo comenzaría

Próximo feriado nacional: ¿se traslada el 25 de Mayo?

A un mes de la liberación, el tortugo Jorge llegó a Porto Alegre y sigue viaje

SMN: esta será la provincia más fría del país el martes 13 de mayo

Anses: el Operativo Territorial visitará las siguientes provincias

Adiós al macho solitario: la moda de "los hombres que conversan"
