Actividad física

Gimnasio y pesas para adolescentes: a qué edad arrancar y qué tener en cuenta

¿Es recomendable arrancar tan temprano? ¿Qué beneficios y riesgos existen? Entrenadores mendocinos explican cuál es la mejor edad para comenzar a entrenar fuerza y qué recaudos tomar.

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MDZ Sociedad domingo, 20 de abril de 2025 · 03:45 hs
Gimnasio y pesas para adolescentes: a qué edad arrancar y qué tener en cuenta
La actividad física temprana no busca solo fuerza: también promueve la salud mental y la autoestima.

La imagen de adolescentes levantando pesas o haciendo rutinas de entrenamiento ya no es algo raro. Cada vez más chicos se sienten atraídos por el gimnasio, influenciados por el deporte, las redes sociales y la búsqueda de un mejor estado físico. Pero, ¿cuándo es realmente recomendable empezar a entrenar fuerza? ¿Cuáles son los beneficios y qué riesgos existen si no se hace de manera adecuada?

Para entender mejor el tema, MDZ Online habló con Juan Ignacio Moreno, dueño de K8 Crossfit Chacras, Lautaro Maure, profesor de educación física especializado en niños y adolescentes, y Fernando Encina, otro profesional mendocino con amplia experiencia en entrenamiento juvenil.

La clave no está en cuánto peso levantan, sino en cómo aprenden a moverse.

El entrenamiento de fuerza no siempre es con pesas

"Cuando hablamos de fuerza, no siempre tiene que ser con pesas o máquinas", aclaró Moreno. "Ya desde chicos pueden trabajar la fuerza con su propio peso: flexiones de brazos, sentadillas, abdominales, dominadas. Cuanto antes arranquen, mejor, porque desarrollan fuerza, coordinación y conciencia corporal".

Moreno explicó que en su gimnasio los adolescentes recién pueden empezar clases formales de entrenamiento funcional y de fuerza a partir de los 14 años. “A esa edad ya tienen una madurez mental que les permite entender que el entrenamiento es para mejorar su estado físico y sus capacidades”, dijó el coach de Crossfit.

La supervisión profesional es fundamental para que el entrenamiento de fuerza sea seguro y efectivo desde edades tempranas.

Para edades más chicas, la clave está en mantener el movimiento de forma lúdica: “Si son menores de 10 años, lo mejor es que jueguen, que disfruten el movimiento. No entenderían un entrenamiento estructurado y hasta se aburrirían”.

¿A qué edad se puede empezar el gimnasio?

Tanto Moreno como Maure coinciden en que el entrenamiento de gimnasio más tradicional (con pesas y máquinas) puede arrancar alrededor de los 14 o 15 años, siempre que haya un acompañamiento adecuado.

“Cada vez hay más estudios que demuestran que se puede hacer fuerza de chico”, explicó Maure. “Pero no me parece recomendable que un niño lo vea como una obligación o una disciplina estricta tan temprano. La prioridad es que se diviertan, que se muevan. A partir de la adolescencia sí puede incorporarse el gimnasio como parte de su rutina”.

Eso sí: siempre debe haber una supervisión profesional. "Los riesgos aparecen si entrenan sin control, si no tienen una técnica adecuada o si se sobrecargan demasiado rápido", advirtió Maure.

Los especialistas coinciden:

Fernando Encina, profesor de educación física dedicado al entrenamiento infantil y juvenil, aporta una visión muy clara: "Está más que demostrado que el gimnasio no hace que los chicos no crezcan. Ese es un mito. La única razón para un problema de crecimiento sería un accidente en zonas como los tobillos, donde están los centros de crecimiento. El gimnasio, bien hecho, no lo produce".

Para Encina, un chico puede comenzar el gimnasio incluso desde los 11 o 12 años, siempre que las actividades estén adaptadas a su desarrollo. "Gimnasio no es solo aparatos y pesas. Un chico de 5 o 6 años ya puede trabajar desarrollo motor, habilidades motrices, fuerza, resistencia y flexibilidad, pero siempre a través del juego y de ejercicios adecuados a su edad", explicó.

También resalta que el gimnasio puede ser un complemento deportivo importante para niños que hacen rugby, fútbol u otros deportes, trabajando técnica, fuerza funcional, coordinación y nociones espaciales.

Practicar deportes extra curriculares puede motivar a los niños y adolescentes a empezar a realizar ejercicios de fuerza. Foto: Freepik.

Eso sí, advierte que el entrenamiento debe estar en manos de profesionales capacitados: "Hay chicos que a los 13 o 14 años sufren lesiones graves porque son entrenados como si fueran jugadores de primera división. No se respetan sus etapas de desarrollo ni los principios del entrenamiento infantil".

Sobre la influencia de las redes sociales, Encina admite que existe, pero destaca que en los más chicos (12-14 años) suele estar más relacionado a mejorar su rendimiento deportivo que a una búsqueda estética.

Beneficios de entrenar fuerza desde chicos

Moverse y desarrollar fuerza desde temprana edad no solo mejora el estado físico, sino también el bienestar mental. Entre los beneficios principales, destacan:

  • Mejor desarrollo óseo y muscular.
  • Prevención de lesiones deportivas.
  • Mejora de la coordinación, el equilibrio y la postura.
  • Aumento de la confianza y autoestima.
  • Mejor preparación para afrontar enfermedades y lesiones en la adultez.
El gimnasio, cuando se introduce a la edad adecuada, puede ser una herramienta para fortalecer tanto el cuerpo como la mente.

Además, Moreno resaltó que estar en buena condición física también influye en la vida diaria: "Un chico que sabe moverse bien tiene más seguridad para enfrentar desafíos cotidianos, como buscar un trabajo o practicar cualquier actividad física".

¿Existen riesgos?

Los especialistas son claros: los riesgos no están en el entrenamiento en sí, sino en hacerlo mal.
Si el niño o adolescente es supervisado correctamente y se respetan sus tiempos de maduración, los riesgos se minimizan casi por completo.
Pero si se fuerza al cuerpo más allá de su capacidad, si se usan cargas inadecuadas o si no hay una correcta técnica, pueden aparecer lesiones articulares, musculares o problemas de crecimiento.

También insisten en respetar la frecuencia y el descanso:

  • Para niños que recién comienzan, se recomienda empezar con 2 o 3 veces por semana.
  • A medida que el cuerpo se adapta, pueden moverse todos los días, siempre alternando la intensidad y el tipo de ejercicio.
  • El descanso sigue siendo clave para permitir la recuperación muscular y evitar sobrecargas.
Con el estímulo adecuado, los chicos aprenden a disfrutar del movimiento y construir hábitos saludables.

¿Cómo motivar a los chicos a moverse?

Uno de los grandes desafíos actuales es convencer a los chicos de la importancia de moverse, en un contexto donde el sedentarismo y las pantallas ganan terreno.

“La clave es buscar motivarlos a través de lo que les gusta", explicó Moreno. "Si les gusta el fútbol, mostrarles cómo entrenan sus ídolos. Si miran series o dibujitos como Dragon Ball, mostrarles que también sus héroes entrenaban para ser mejores. Hay que conectarlos emocionalmente con el movimiento".

Maure, por su parte, agregó: "La actividad física también los ayuda a despejar la mente, salir de las presiones escolares o familiares, y los hace sentir más seguros de sí mismos".

Jugar, correr, saltar: el movimiento lúdico en los más chicos es la base para un entrenamiento exitoso en el futuro.

Consejos para los padres

  • Promover el movimiento desde pequeños, priorizando el juego y la diversión.
  • Buscar profesores capacitados que acompañen cada etapa.
  • No forzar: respetar el ritmo y el interés del niño o adolescente.
  • Enseñar que el entrenamiento es una herramienta para sentirse mejor, no solo para verse bien.

En definitiva, cuanto antes se empiece a mover el cuerpo, mejor será el desarrollo integral. Y el gimnasio, lejos de ser un enemigo de la infancia o adolescencia, puede ser un gran aliado si se introduce de manera adecuada y consciente.

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