Los niños aislados: Víctor de l’Aveyron, el pequeño salvaje
Un niño de casi 12 años no contaba con ningún conocimiento sobre el lenguaje o las normas sociales, pero sobrevivió en el bosque toda la vida por su cuenta. Carlos Gustavo Motta lo cuenta en MDZ.
Encontrado por dos cazadores en los bosques de Lacaune, en los Pirineos franceses, un niño completamente desnudo y desprovisto de todo contacto social, pasó a la historia con el nombre del niño salvaje de Aveyron. Estudiado por psiquiatras, antropólogos, psicólogos y psicopedagogos entre otros, logra sobrevivir en condiciones precarias e inhóspitas, luego es llevado a París y confiado a Jean Itard, médico de una institución de sordomudos, quien lo bautiza con el nombre de Víctor. El realizador francés, Francois Truffaut, lleva la historia al cine en 1970. L’enfant sauvage basa su película en los propios comentarios de Itard.
El niño había vivido la mayor parte de su vida en la naturaleza. Cuando lo encontraron no sabía hablar y pensaban que era sordo. Tras pasar por varios médicos, Itard lo lleva a su propio hogar para educarlo y escribió un diario acerca de los progresos que tenía con Víctor. Aún no se conoce cómo llegó el niño al bosque y varias teorías giran que fue abandonado a la edad de cuatro o cinco años, otras coinciden que tenía un síndrome autista.
Itard se encuentra convencido que el hombre no es un ser acabado en su nacimiento: todo lo contrario. Nos construimos poco a poco gracias a la presencia del otro, gracias a la educación y al entorno social. Algo de esto también se encuentra en el artículo de Jacques Lacan “El estadio del espejo como formador del Yo tal como se nos revela en la experiencia analítica” (1939 Escritos, Jacques Lacan).
Este ejemplo de Aveyron destaca la fragilidad de un niño y en este caso paradigmático nos enseña que una vez reinsertados en la trama social, triunfan con menor o mayor éxito, gracias a sus tutores en cuanto a asimilar su sistema que va desde lo afectivo a lo alimentario.
¿Es posible pensar en la debilidad mental o en el autismo cuando un niño puede sobrevivir por sí mismo en condiciones tan adversas frente a las inclemencias del tiempo o frente a las dificultades que presenta la naturaleza misma?
La cultura es la estructura que organiza el orden significante del mundo y siempre es el lugar del otro por donde habita el deseo. Es siempre el otro el que devuelve mi deseo y es nuestro cuerpo que va marcando el mundo que recorremos. Parece complejo pero resulta a la vez sencillo. Es el cuerpo, nuestro cuerpo, que lleva las huellas de una historia personal, de una sensibilidad propia, de una dimensión que se traslada al campo de lo social en cuanto a las relaciones con los otros sin las cuales no seríamos.
Piensen en el caso Loan. Aquí sería inversamente proporcional: un niño desaparece y el entramado social se rompe, se desgarra armando distintas versiones acerca de un acontecimiento que desconocemos y que sólo existen variables que cada día se manejan en el caso. Pero, mientras tanto, al niño no se lo encuentra y su cuerpo en sí mismo, nos habla desde la ausencia. El caso que tiene un impacto público se dirige a un interrogante ¿Cuántos Loan por año? ¿Cuántos cuerpos infantiles no tienen voz y provocan angustia? Son las voces de los otros que se escuchan cuando a los cuerpos no se los encuentran. De esto saben mucho los pueblos aquejados por los secuestros, por las guerras, por los genocidios.
Un niño llamado salvaje algún día apareció. Un niño llamado Loan Peña, un día, desapareció. En ambos casos, la trama social se vio afectada. Hay un aumento de casos de niños en situación de vulnerabilidad cuyas necesidades no pueden ser atendidas por un solo sistema de protección. A su vez las distancias las diferencias culturales e idiomáticas y las limitaciones económicas representan obstáculos para el efectivo acceso a la justicia del niño y su familia.
En la actualidad, hay situaciones que requieren la intervención coordinada de sistemas de protección efectiva de los niños. Algunas de ellas son:
- Conflictos familiares internacionales (custodia, contacto, reubicación en el extranjero, sustracción, filiación, obtención de alimentos).
- Niños encontrados en el extranjero (víctimas de abandono, violencia doméstica, explotación sexual, venta, deportados, institucionalizados).
- Guarda de niños en el extranjero y adopción internacional.
Son muchos los llamados actores sociales que buscan proteger los derechos de la infancia, pero sólo bajo el compromiso y el trabajo coordinado de organismos judiciales, no gubernamentales, internacionales y del Estado mismo, se pueden construir sistemas de protección que resulten eficaces. No debiera ser una promesa sino una realidad para que el niño tenga la presencia que debe ser tenida en cuenta porque después de todo, como Jacques Lacan afirmaba, un Niño es un Hombre.
* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.