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Precio del asado: por la inflación, pasó a ser un lujo que muy pocos se dan

La carne se ubicó entre los rubros que más aumentaron durante enero, volviéndose de lujo uno de los productos más populares del país.
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Según el índice de inflación presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la carne aumentó un 20% en enero, alcanzando un incremento interanual del 377%. Este valor se compone por varios ítems, como la producción, el traslado, la faena, la distribución, los salarios de toda la cadena y los servicios que deben costearse, impactando todo en el bolsillo, por lo que algo tradicional como el asado se presenta como un lujo y la parrilla es cada vez más difícil de llenar.

Aunque se mide "la carne" como un alimento general, pero el animal de origen del producto marca también fuertes diferencias y puntos a tener en cuenta a la hora de comprar. No es lo mismo comprar carne de vaca que de cerdo o pollo, ya que su producción es muy distinta y su rendimiento también.

La vaca es, por escándalo, uno de los productos característicos de la gastronomía argentina, siendo el asado uno de los platos más deseados por argentinos y extranjeros. A pesar de ello, los altos precios marcan una baja en la demanda que hace que la gente consuma menos carne de los habitual. Esto, siempre en cuanto al consumo en una casa, hablar de salir a comer afuera es ya un ideal imposible para la mayoría de las personas.

El cerdo conviene más que la carne de vaca

Los cortes tradicionales del asado argentino son la tira de asado (o costilla), el vacío y la colita de cuadril, aunque también existe la posibilidad de ir por las achuras: chinchulines, riñón y mollejas. A pesar de su popularidad, los aumentos ya ubican al asado en los $6.600, al vacío en los $8.800 y a la colita de cuadril en los $9.900. Vale aclarar, igualmente, que en el caso de las costillas, el peso incluye los huesos, por lo que rinde menos que los otros cortes y, posiblemente, requiera comprar más cantidad.

Las achuras, aunque entre las favoritas, suelen comerse como entrada, aunque suelen estar entre los productos de carnicería más baratos, a excepción de las mollejas. Un kilogramo de chinchulines es la opción más barata, con un precio de $1.650, siendo más caros los riñones, que cuestan $2.300 por kilogramo, y las mollejas, que están $6.900 por kilo. Estas últimas, tan apreciadas por los fanáticos del asado, también comienzan a venderse por unidad en algunas carnicerías, debido a la alta demanda a pesar de su precio.

A nivel interanual, la carne registró un aumento del 377%. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ.

Como reemplazo a la carne, el cerdo siempre es la opción más conveniente, en cuanto a precio, rendimiento y la llamada "fidelidad", ya que es muy versátil. El kilo de matambrito es el más caro, con un precio de $8.900, seguido del kilogramo de bondiola a $7.990 y el de pechito a $4.500. Vale aclarar que, en términos de rendimiento, suele ser similar.

El pollo no es tan barato

El pollo, siempre pensado como una opción más barata, no suele ponerse en valor el rendimiento de cada animal, ya que la relación entre el peso de los huesos y la carne es similar. El kilogramo de pollo entero está $2.700, por lo que comprar uno entero sería al rededor de un kilo de carne y otro de huesos y vísceras que terminan desperdiciándose, pagando lo mismo por lo que se va a consumir que por lo que se va a tirar.

Los pollos enteros, una opción no tan barata como puede imaginarse. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ.

En caso de querer comprar pollo, siempre es conveniente ir por las opciones deshuesadas o por piezas, que ofrecen al consumidor un precio más elevado que el pollo entero o los cuartos traseros, pero con la garantía de pagar lo que se va a consumir. Un kilogramo de pechugas, se vende a $6.990, pero sin estar pagando huesos ni menudencias que se planean tirar.

Mirá el video en que explica los precios del pollo

Los imprescindibles del asado

Infaltables en cada asado es el "matrimonio", es decir el chorizo y la morcilla, que tienen un costo por kilogramo de $7.150 y $4.450, respectivamente. También, los que prefieran, pueden incluir en la cuenta la provoleta, que se vende por $10.050 el kilo, por lo que incluir una rodaja costará al menos unos $2.010. El pan, acompañamiento clave para la entrada y los distintos cortes que puedan ir saliendo de la parrilla, se vende por $1.800 el kilo.

Algo fundamental que viene marcando también un aumento progresivo importante son el carbón y la leña. La bolsa de cuatro kilos de carbón, el mínimo que se vende, se puede conseguir por unos $3.500, mientras que la leña se está vendiendo entre $2.400 y $2.500, según el tipo de madera y el peso de la bolsa.