Contra su voluntad, renunció un director del Conicet y denunció "persecución"
Manuel García Solá había sido designado por la Sociedad Rural Argentina. En una carta al presidente de la SRA, aseguró que su decisión no era voluntaria y que respondía a una “persecución ideológica".
Manuel García Solá, quien fuera designado director de la Red de Seguridad Alimentaria el año pasado en el Conicet, en representación de la Sociedad Rural Argentina (SRA) -cargo que vencía en el 2026-, dejó su puesto con una dura carta que dirigió al presidente de la entidad agraria, Nicolás Pino, en la que explica que su dimisión no fue "voluntaria" y que respondía a una "persecución ideológica científica".
García Solá fue ministro de Educación durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, sin embargo tuvo sus diferencias con el actual gobierno de Javier Milei, al denunciar "persecución ideológica" hacia becarios e investigadores. Esto llevó a que la entidad agropecuaria solicitara su renuncia, la cual hizo efectiva con una dura carta explicando los motivos de su apartamiento.
En declaraciones a Radio Con Vos, Manuel García Solá le adjudicó su dimisión "no voluntaria" a su reclamo por "persecución ideológica" del oficialismo a la comunidad científica, la asfixia presupuestaria para la investigación, los despidos y la llamada "fuga de cerebros".
García Solá escribió una carta donde remarcó que “en la historia reciente de la humanidad jamás se alcanzó la libertad económica, que proclamamos en la SRA, sin libertad política, libertad de pensamiento y disenso democrático, sin respeto a las ideas de otros, sin tolerancia y sin justicia en la distribución de los bienes”.
Recordó que el reglamento del organismo establece que “los miembros del directorio actuarán con independencia de criterio y no en representación de sus proponentes. Y eso es lo que se hace en ese directorio, querido presidente: política científica y tecnología de más alto nivel”.
Asegurando que nunca acallaría su voz ante alguna "persecución por ideas científicas, políticas, religiosas, tecnológicas o las que sean”, y enarbolando haber derribado “prejuicios” que “separaban a buena parte de la comunidad científica del sector agropecuario y viceversa”, el director del Conicet fue duro en torno a los motivos de su apartamiento.
García Solá afirmó que le quedó un objetivo pendiente: "la profundización de la transferencia de tecnología desarrollada en la red de institutos y laboratorios del principal organismo de ciencia de Latinoamérica del Conicet al sector agropecuario y sus empresas".
“En eso no me voy a satisfecho. Es que el cambio del gobierno del año pasado y de las políticas en materia de ciencias tecnológicas lo trucaron”, expuso en forma contundente. ”.
Sobre su dimisión, en la carta el ex director del Conicet señaló: “Las renuncias, señor Presidente, siempre tienen un motivo. En general, el renunciante alega motivos de índole personal -que siempre lo son, en alguna medida-. No me siento abarcado en esta categoría y usted lo sabe. Y como no era mi voluntad hacerlo, me pareció en sintonía con el tipo de relación que siempre tuvimos explicitar, en lo que fuera posible en el marco de la prudencia, mi disenso con la causa que seguramente lo llevó a usted a hacerme esta solicitud. El tiempo dirá”.
La carta completa de renuncia
Ante lo ocurrido, la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt) emitió un comunicado donde alertan que "García Solá, representante del Agro, se va, denunciando persecución ideológica en el Conicet, impulsada por el Poder Ejecutivo de la Nación. No nos da lo mismo, no queremos un país con caza de brujas, nada es posible cuando el Estado Nacional, que debería velar por los intereses de su población, se persigue a quien piensa distinto", subrayó.
En tanto, en su cuenta de "X", expresaron: "Urgente: Manuel García Solá renunció al Directorio de Conicet tras denuncias de persecución ideológica impulsada por el Poder Ejecutivo. La Sociedad Rural solicitó su salida, y la razón se reveló en una carta pública y en esta entrevista. Colegas de la ciencia: no hay lugar para posiciones tibias. No podemos hacernos los distraídos/as ni justificar con “por algo será”. Lo que está ocurriendo es gravísimo y viola la tradición del Conicet", expresaron.
"No queremos un país que persiga a quienes piensan distinto. Cuando el Estado, en lugar de proteger los intereses de la ciudadanía, recurre a la caza de brujas, perdemos todos. Defender la pluralidad y el respeto en la ciencia es nuestra responsabilidad. Nos enfrentamos a una amenaza que pone en riesgo los principios en los que debe asentarse la vida en democracia", cerraron su posteo.