Pediatras colapsados: tienen hasta tres trabajos para llegar a fin de mes

La llegada del frío y el fuerte rebrote de bronquiolitis destaparon un grave problema de la salud en la Argentina que podría agravarse en los próximos años, la falta de pediatras y la disconformidad de los que están en ejercicio por sus malas condiciones laborales. 

Fue la Sociedad Argentina de Pediatría la que el 25 de mayo comunicó a través de una carta "su reconocimiento" a quienes "están desempeñando su tarea con dedicación en todo el país, a pesar de las difíciles condiciones laborales y la postergación de legítimos reclamos".

Para la Comisión Directiva de esta organización la pediatría el país está "en un escenario difícil para el ejercicio profesional de la pediatría" ya que "existen condiciones de trabajo inaceptables, alta carga laboral, inestabilidad en los empleos, falta de estímulo para el crecimiento, situaciones de violencia, baja remuneración, necesidad del pluriempleo para llegar a fin de mes y falta de oportunidades para actualizarse en la profesión".

Desde el punto de vista de los profesionales de la salud pediátrica hacen falta políticas públicas "que jerarquicen la formación profesional y las condiciones en las que se ejercen la profesión", por eso llamaron a que se convoque una mesa de diálogo.

Ángela Nakab, médica pediatra (MN N°68722), miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría y jefa del Hospital de Día Elizalde, explicó a MDZ: "Estamos en un momento de mucha demanda de profesionales porque estamos teniendo mucha patología respiratoria. Esto sucede siempre, pero este año se adelantó y aumentó un 30%. Se está viendo que hay carencia de pediatras y esto pasa porque la residencia de pediatría es menos elegida por los médicos y las médicas jóvenes por la baja remuneración y la alta demanda que tiene esta especialidad".

La primera señal de alarma que detectó la pediatría sonó en las residencias de la provincia de Buenos Aires donde desde hace aproximadamente cuatro años hubo una disminución de aplicaciones. "Hubo alrededor de un 30% ó 40% menos de personas que se presentan para estos cargos y quedan cargos vacantes. Eso hace que se sobrecargue a las personas que sí estamos trabajando, entonces genera mucho estrés, burnout y dificultad para cubrir todas las áreas que son necesarias", señaló Nakab.

El camino de la residencia pediátrica es sinuoso. Los jóvenes que se inician en él tienen que cumplir guardias de 24 horas y aunque después puedan tener un franco, por la falta de personal muchas veces no se lo pueden tomar. Además el pago no es bueno y recibirse puede llevar más de diez años, incluso sin una especialización.

"Cuando uno decide estudiar medicina tiene entre 7 y 8 años de carrera. Después tiene que estudiar 4 años la especialidad y si quiere hacer otra subespecialidad como terapia intensiva pediátrica, otorrinolaringología o neumonología, son entre 3 y 4 años más. Después sigue la educación continua, la asistencia a cursos, dar clases, responder demandas de todo tipo", describió la pediatra.

Todo esto influye en que actualmente haya menos pediatras, menos especialistas pediátricos y un colapso tanto en el sector público como privado. Además, a la hora de elegir un camino en la medicina, las condiciones de la pediatría son desalentadoras, se trabaja mucho y se cobra poco.

"Los pediatras tienen que tener de dos a tres trabajos para alcanzar un ingreso que les permita subsistir en la vida cotidiana, sobre todo si se trata de alguien que tiene una familia que mantener. No sólo los honorarios del servicio público son muy bajos, también los del privado por lo que se requiere una cantidad muy alta de pacientes para poder llegar a una suma que a fin de mes alcance para vivir", dijo Nakab.

Actualmente un médico residente de tercero gana $240.000. La suma crece o disminuye de a $2000 de acuerdo al nivel del residente. Luego, un médico de planta alcanza los $250.000 mensuales.

Para la pediatra todavía no se alcanzó el punto máximo de colapso, pero el problema más grave se va a ver dentro de unos años porque "aún el sistema está equilibrado, pero a futuro habrá un déficit importante de especialistas". El dato se puede concluir a partir de la falta de residentes. 

"Va a haber que mejorar mucho las condiciones laborales, sobre todo el salario, para que pueda estar en un solo trabajo o dos y cuidar su salud para poder también impartir salud a las personas consultantes. Los pediatras tienen muchas demandas por otras vías que no son la presencial como redes sociales, WhatsApp, teléfono. Todo eso los demanda mucho y es lógico porque las familias en los períodos iniciales de los chicos tienen dudas y necesitan atención y, por supuesto, somos quienes vamos a responder porque estamos formados para esto y tenemos mucho interés en que se sientan apoyadas", concluyó Nakab.